«No hemos muerto»

A través de esta crónica, la autora narra cómo se vivió el pasado 6 de noviembre la sexta edición del Skatex, un festival de ska desplegado en cuatro escenarios que llevaban por nombre Skatex, Familia, Hermandad y, en honor al nombre del municipio donde se realizó el evento, el cuarto se llamó Texcoco. Los asistentes pudieron disfrutar de las bandas que se encargaron de amenizar trece horas de música continua en esta zona ubicada en el oriente del Estado de México. El título se refiere al nombre de una canción de la banda Royal Club, en medio de la emoción masiva de volverse a encontrar después de tantos meses separados por la pandemia.

Por Iridiana Teololitla*

Escenarios del concierto. Fotos: Iridiana Teolotitla

La planeación del festival comenzó meses antes, pero no fue hasta la noche anterior que, bajo la luz de la luna, se llevaron a cabo los preparativos y el montaje de los centros de carga, los sanitarios, el ring para la lucha libre, así como lo necesario para el escenario circense. Al amanecer del día del evento, al mismo tiempo en que se realizaban las pruebas de audio, se instalaron los puestos en los que podías encontrar comida rápida, cervezas, mercancía oficial del evento e, incluso, a varios de los artistas merodeando por los escenarios. Fue así que, entre cables, bocinas, playeras, cajas, cartones de cerveza, trabajo bajo presión y mucho más se logró tener todo listo.

Exactamente, al mediodía y con un caluroso clima, inició el gran evento. Al ritmo de Nana Pancha, Baby Aventurero, Los Súper Duppers, Valkirias y algunas otras bandas, dio comienzo esta sexta edición del Skatex, después de 675 días de la última edición, mientras más personas aguardaban afuera de las instalaciones de la Feria del Caballo para ingresar al evento.

Las filas eran inmensas, los organizadores calcularon que entraban cien personas cada cinco minutos. En plena avenida Texcoco la circulación estaba a vuelta de rueda, no dejaban de llegar carros y autobuses de las terminales Taxqueña, Santa Martha y la Central del Norte donde, por cierto, podías adquirir tu boleto de viaje redondo a un costo de entre 100 a 180 pesos lo cual garantizaba tu llegada y el regreso a la terminal, ya que tenían horario de salida desde las diez de la mañana hasta finalizar el evento, pasaditas de las tres de la mañana del día siguiente.

En las filas para ingresar a las instalaciones se podían observar a verdaderos fans del Ska, portando las icónicas playeras del evento que, por cierto, estuvieron regalando en la compra de dos boletos.

En esta edición se anunció que tocarían  Los Caligaris, una banda formada en 1997 en la ciudad de Córdoba, Argentina, que fusiona diversos géneros musicales que van desde el rock hasta el cuarteto cordobés, sumando a su propuesta aires circenses, lo que se vuelve un show dinámico, divertido y atractivo para todas las edades. Así, se podía observar a «la bandita» con pelucas de payaso, narices rojas con luz led, globos y algunos otros objetos característicos. No podían faltar los cabeza rapada, mejor conocidos como Skinheads quienes, como distintivo, portaban  botas y tirantes,  una estética obrera, pero eso sí, con respetando las medidas sanitarias pertinentes ante la pandemia. Unos que otros portaban cubrebocas, si bien para la mayoría de los asistentes su única preocupación era ingresar para bailar y cantar a todo pulmón.

Asistentes al festival de Ska en Texcoco y show de banda Los Caligaris. Foto: Iridiana Teolotitla

Dentro de la feria donde se celebró el festival, las diferentes atracciones que conformaban el evento comenzaron a llenarse de gente. Cada minuto que pasaba provocaba una sensación de emoción, una vibra chidísima de haber vuelto a los eventos masivos. A eso de las cuatro de la tarde, aún con sol, en el escenario «Familia» y al ritmo de Maskatesta y su rola «Tú qué pedirás», el ambiente era de una verdadera fiesta. Todos coreamos la canción y se podía percibir la emoción de estar ahí después de tantas limitaciones impuestas por el virus.

Un poco más tarde, en el escenario «Texcoco», sonó La Tremenda Korte y sus «Tres patines», dando paso al famoso slam, un baile un tanto agresivo practicado entre los oyentes de géneros relacionados con el metal, punk, ska, y algunos estilos de rock. Lo que hizo esto aún más increíble es que, al ser un evento planeado para toda la familia, había asistentes con capacidades físicas diferentes quienes, en el momento de armar los slam, eran protegidos por la misma banda que se metía a este baile, provocando que estas personas disfrutaran de una manera amena y un poco más segura el evento.

Uno de los mejores momentos, sin duda, fue cuando la Royal Club tocó su rola, «No hemos muerto». Estoy segura de que a cientos de los asistentes la piel se nos erizó, el corazón nos latía de emoción y entonamos: «No pienses que estamos perdiendo fuerza no, estamos levantando, no creas que estamos dejando solo no, estamos de tu lado…. ¡Canta, corazón canta!, que la luna sigue brillando y aguanta con mi garganta, que la noche está comenzando«; sin duda, uno de los coros más sonados del evento. Fue inevitable recordar la situación que enfrenta el país a causa del covid, como quedó demostrado en el sentimiento puesto por la gente al corear; era como decir «estamos vivos y nos aferramos a las ganas de volver a la normalidad». El polvo que levantábamos al bailar no fue un impedimento para seguir disfrutando y pasarla de lo mejor, disfrutando también al máximo con la banda de punk rock Dos minutos.

Y ¡cómo no!, también hubo reggae: Todos tus muertos, Fidel Nadal y Alika, entre otros, fueron los encargados de amenizar la jornada con ese género musical, junto a la Sonora Skandalera, Interpuesto, Banda Bostik y otras bandas anunciadas en el cartel del festival.

Presentación de la banda Todos tus muertos. Foto: Iridiana Teolotitla

Al llegar la noche, la comida comenzaba a agotarse, las filas para las micheladas eran muy largas y empezamos a ver a las personas descansando un poco entre la multitud en espera de las últimas bandas cuyos nombres desconocíamos. ¡Vaya sorpresa!, llegaron Los de abajo y no podían faltar Los Estrambóticos para hacer el «recuento de los daños» y cantar con mucho sentimiento y energía el casi himno de esta banda, la famosa rola llamada «La herida», un tema que, sin importar tu estado civil, siempre la vas a cantar como si estuvieses dolido o recién abandonado por «tu peor es nada».

Después de esas pausas que los asistentes hacían para ir al sanitario, cargar su teléfono, comprar comida o simplemente descansar un poco, volvían a la aglomeración ya con unas chelitas encima, unos que otros toques de mota y unos cuantos cigarrillos en mano, esperando ansiosamente a que tocara Liran’ Roll. Como todo buen mexicano, no podía faltar el que al día siguiente llegara a trabajar medio borracho, crudo o «en vivo», como suele decirse. Ysí, ese fue Big Javi, quien cerró el evento en estado de ebriedad, cabuleando a algunas bandas que no lo invitaron a subir al escenario antes de su presentación oficial. Un público cansado, empanizado de tanta tierra que se levantó, sediento e incluso ya cansado, volvió a demostrar este año su lealtad a este evento y también su resistencia: ¡No hemos perdido fuerza! 

Misael, Slayder, Iri, Bruno y Sydmons. Foto tomada en el Skatex el 6 de moviembre de 2021.

*Estudiante de la Licenciatura de Comunicación y Cultura en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).

«Literatura es vida»: Eufracio Reyes, escritor y promotor de la lectura en Ecatepec

A pesar de la pandemia, el escritor Eufracio Reyes Arellanes se mantiene en pie en su misión de fomentar la lectura en el municipio de Ecatepec de Morelos, Estado de México. Para él no hay límites: se ha fijado como propósito inalterable impulsar la literatura, a la que considera «su vida entera».

Por Nataly García*

Eufracio Reyes Arellanes, escritor de Ecatepec, en la entrada principal del mercado Villa de las Flores. Foto: Nataly García

La literatura en nuestra vida cotidiana es imprescindible. Más ahora, en un mundo completamente digital, donde las redes sociales han dominado de manera acelerada la atención de los más jóvenes e incluso de los niños, pues algunas veces los pequeños se familiarizan de manera más temprana con un celular, tablet o computadora antes de darle entrada a un libro, a la lectura, a la literatura en general.

Eufracio Reyes Arellanes es un escritor independiente que reside en el municipio de Ecatepec. Desde hace más de diez años ha fomentado la lectura en chicos y grandes, siempre con la intención de enaltecer la importancia de la lectura y el prodigioso bien que nos da el leer un buen libro. Él es originario de Oaxaca, tuvo varios oficios antes de convertirse en escritor y hombre de letras. Se dedicó a ser alfarero, vendedor ambulante, cantinero, nevero y comerciante.

Empezó a mostrar su talento y pasión por la escritura a varios amigos hasta llegar a presentarse en el programa de radio “Tú, yo, nosotros y el medio ambiente”, de Radio Expresión 790, en AM, conducido por la joven periodista, Josefina Claudia Herrera. Hasta el día de hoy sigue desarrollando su gran pasión, así que platicamos con él para que nos contara un poco la manera en que sigue fomentando la lectura a pesar de la pandemia y cómo ha enfrentado esta difícil situación al ser un escritor independiente. Para ello, nos trasladamos a la entrada principal del mercado Villa de las Flores, en el número 747 de la calle Boulevard Coacalco, en Coacalco de Berriozábal, Estado de México. Allí, en su puesto de libros, nos recibió con mucho agrado y amabilidad para responder algunas preguntas.

¿Qué significado tiene la literatura en su vida?
La literatura, para mí, es mi vida entera. Jamás podría vivir sin ella, desde que empecé a leer todas esas novelas que me regalaba mi esposa me convertí en un amante de las letras sin medias tintas. A pesar de que ya he leído varios libros, me da gusto darme cuenta de que no importa cuánto tiempo pase, siempre sentiré esa emoción y gran satisfacción al tener un libro entre mis manos. Sentir esa textura, el aroma a libro nuevo, recién salido de la librería; mejor aún, a libro viejo y guardado, es uno de los mejores placeres de la vida.

¿Qué opina del hábito que tienen los niños respecto a la lectura?
Opino que todos aquellos seres que tengan que ver en el entorno de un niño tengan cuidado, ya que hay que tener un límite con lo que ven en las redes sociales y juegos por internet. Lo digo porque los niños se están haciendo adictos a utilizar el teléfono celular o la tablet, y no están leyendo prácticamente nada. ¿Qué está pasando ahí? Lo que está aconteciendo es que todos los niños y jóvenes quieren y sueñan ser youtubers. Llegar alto difundiendo fotos y videos con muy poco valor. Y seguirán intentando, y no todos lo van a lograr. Mientras tanto, esos niños no están leyendo casi nada. Entonces, lo que va a pasar es que en el futuro no habrá buenos doctores, ingenieros, licenciados, arquitectos, biólogos, químicos, enfermeras, contadores y de otras carreras.

¿De qué manera ha sobrellevado la pandemia por Covid-19?
Me ha afectado, claro que sí. Al principio, las madres por miedo dejaron de traer a sus hijos al mercado o al parque de San Cristóbal Centro por su seguridad, lo entiendo. Hubo días, incluso semanas, en las que no salí a vender. Me quedé en casa a leer un poco, a realizar algunas actividades, anduve de plomero. Busqué sustento aparte de la escritura independiente, es difícil ser escritor, no lo niego. Al menos en esta situación que estamos viviendo, para mí lo es. Sin embargo, sigo adelante promocionando y ofreciendo mis libros. Varias personas de por aquí me conocen, ya tengo algunos clientes que siempre vienen a buscarme para llevarse a casa unos cuantos de mis libros. Pase lo que pase, no dejaré la literatura.

¿Tiene algún libro o proyecto pendiente a causa de la pandemia?
Claro que sí, todo esto me ha inspirado y ha hecho rondar por mi cabeza varias historias, anécdotas propias y otras de las cuales he sido testigo, tengo planeado hacer un libro con cuentos de Coacalco o historias que pueden suceder en un mercado. Ese sería uno de los proyectos que quiero realizar, aunque a veces por la preocupación es imposible escribir.

¿Qué siente al ser un escritor de Ecatepec, al ser un promotor de la lectura con un gran compromiso?
Me agrada muchísimo, me gusta lo que hago y me siento bien con ello. En las ferias del libro de Ecatepec he conocido colectivos, grupos y otros escritores independientes que me inspiran. Me dan esperanza de que nuestro municipio puede mejorar, de que no todo es malicia, de que la cultura puede ser pieza fundamental de Ecatepec. Merecemos un cambio aquí y la mejor manera de empezar es por medio de la cultura, me encanta ser escritor a pesar de todo.

El escritor también nos presentó algunos títulos de sus libros, entre ellos Mi amigo Uriel, Tres cuentos para niños que pueden leer los adultos, ¡Qué onda con los chavos! Y cinco cuentos más, El 10 de mayo y otros cuentos, Viaje al futuro y otros relatos fantásticos.

No hay duda alguna, pensamos, que el escritor tiene un gran compromiso con la literatura, busca mantenerse firme en su deseo de lograr un cambio y con su vocación de creador literario transformar la realidad del municipio de Ecatepec, convertirlo en un lugar donde quepan sueños y esperanzas que se configuren a favor de la difusión cultural.

Para concluir la entrevista, Eufracio aseguró: «Juntos haremos un país de lectores. La lectura y la cultura está al alcance de todos».

*Estudiante de Periodismo en Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).

Navidad sin ti

Por Claudia Guillén*

Foto: Archivo Diarios de Covid-19

Faltan menos días para Navidad y cada vez se hacen más presentes a nuestro alrededor las luces, los adornos, los villancicos, las reuniones familiares y con ello también se intensifican las emociones de nuestro duelo.

La Navidad es una celebración y cuando estamos en duelo es muy probable que no se tenga el ánimo o no encontremos un motivo para celebrar; que no se muestre el interés por decorar la casa, por organizar una reunión, por preparar la cena.

Entonces, ¿cómo me voy a preparar para la Navidad? Hay que ser conscientes de que después de una pérdida, la Navidad tendrá un nuevo significado en nuestra vida y que la preparación para esta fecha no será igual a las navidades anteriores. Así que te sugiero a ti que estás en duelo que te apoyes en tu familia para planificar cómo van a vivir este día. Planifiquen con tiempo la decoración de la casa, la preparación de la cena, si es que deciden llevarla a cabo.

Dado que cada persona vive su duelo de una manera única, las decisiones de qué hacer este día son personales. Sin embargo, se puede negociar en la familia, respetando siempre la decisión de cada integrante sobre cómo le gustaría pasar esta fecha.

Solo tú puedes decidir cómo quieres vivir este día, no tienes que hacer algo que no te gustaría, no tienes que cumplir con los mandatos sociales de la festividad; es muy normal escuchar frases como “a esa persona no le gustaría verte triste”, a “esa persona le hubiera encantado que todo siguiera igual”; pero esa persona ya no está físicamente.

En esta Navidad no evites recordar al ser amado, es válido mencionarlo, no huyas de tu duelo, está bien dar espacio al dolor y a extrañar, porque extrañar es una prueba de amor.

Solo se extraña lo que se ama y el amor permanece siempre. No solo des espacio al dolor, también da espacio a la gratitud por el encuentro que tuviste con tu ser amado en vida. Está bien vivir momentos alegres, está bien aun en el dolor poder sonreír; no te sientas culpable de vivir y de disfrutar de estos pequeños momentos.

Puedes encontrar una nueva forma de honrar la memoria de tu ser amado, recordando en familia algunos momentos que vivieron junto a esa persona en Navidad, pueden encender una vela, escribir una carta de agradecimiento por todas las alegrías que les dio en vida, intentar mantener viva una tradición que le gustaba a tu ser amado; o bien llenar el pino con esferas que lleven escritas anécdotas compartidas (árbol de los recuerdos).

No existe una única manera de vivir la Navidad, cada persona tiene la suya y es ahí donde podrás permitirte vivir tu duelo de una manera natural y sin presión. Respeta tu propio camino y vívelo con amor y compasión hacia ti.

No te aísles por completo, rodéate de personas que ames y que te amen, “las presencias de hoy serán las ausencias de mañana”.

*Claudia Guillén Dávila es Máster en Tanatología, Duelo y Sentido de Vida. Página de Facebook: Claudia Guillén – Tanatóloga. Correo: clauzdavila@gmail.com

Con mil 200 kilómetros a cuestas

Por Adriana Esthela Flores*

Cargada con sábanas, cobijas, carpas y carriolas, la caravana migrante que salió el 23 de octubre de Tapachula, Chiapas, llegó el 12 de diciembre a la Ciudad de México. Más de 300 personas entre adultos, niñas, niños y bebés iniciaron su estancia en la Casa del Peregrino, que suele albergar a quienes son devotos de la Virgen de Guadalupe.
Un choque con policías capitalinos que les impedían el paso la tarde de ese domingo y el recorrido de más de mil 200 kilómetros desde el sureste mexicano dejó huella en los cuerpos de los migrantes: brazos y cabezas heridos, raspones, moretones, golpes y pies con ampollas y llagas de tanto caminar.
La estancia en el albergue les ha permitido unos días de descanso, respiro y entretenimiento mientras esperan continuar su travesía hacia ciudades de la frontera norte o a Estados Unidos. Estas son imágenes de cómo han vivido, día a día, en el que ha sido su hogar temporal en esta temporada fría de diciembre.

*Periodista, cronista, poeta, directora de Diarios de Covid-19.

Correo: diariosdecovid@gmail.com

Sputnik llegó a Iztapalapa

La jornada de vacunación para los residentes de Iztapalapa de edades de entre 18 y 30 años comenzó y acompañamos a Diego Cervantes, estudiante de la carrera de Comunicación y Cultura por parte de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) a la aplicación de su primera dosis a fines de septiembre en el Cecyt 7 como sede.

Por Diego Cervantes Hernández*

Foto: Aracely Martínez

Entre calles cerradas y un diverso peregrinar arribamos a la vocacional 7 para que el joven de 27 años, Diego Cervantes, recibiera su primera aplicación de la vacuna Sputnik contra el COVID-19. Ya en el área demarcada para que los aspirantes, curiosos y chaperones pudieran andar, todavía fuera del centro de estudios, se aspiró un ambiente único: «La madre Rusia vuelve a su segundo hogar gracias a mi cabecita de algodón», por ahí, en la fila paralela a la nuestra, pero a la misma altura que nos encontrábamos, un muchacho vestido de cazadora negra, jeans desgastados azules de mezclilla y convers, le dijo al compañero que se encontraba enfrente de él, que luego confirmamos era su amigo. Lo que hizo único aquel ambiente, aunado a lo anterior, fue la manifestación de las reverberaciones sonoras que había por doquier, como si de una fiesta o un festival se tratase; las personas, que en su mayoría se notaba habían tomado sus mejores ropas, actitudes y energías para una cita que llevaban esperando largas jornadas; los curiosos que desde azoteas vecinas se conglomeraron como voyeristas para ver al show; también influyó en esa  sensación que, a la altura de la entrada para el personal, se apreció desde la llegada temprana a una banda de rock interpretando, a todo pulmón, temas de Bon Jovi, la CuCa, La Ley, Caifanes, Bunbury y, muy probablemente, el tradicional repertorio chelero restante que ya no alcanzamos a escuchar porque nos tocó ingresar al recinto, alejándonos así de la claridad auditiva que nos impidió seguir coreando.

El final de la conversación de los dos chicos mencionados, que aunque no les seguimos el hilo por todo lo anterior, demostró que creían en lo rezado puesto «que no se nos olvide que mucho de la Rusia moderna se le debe a Trotsky, y aquí se le recibió cuando en su tierra fue perseguido y traicionado, wey», concluyó aquel individuo con un atuendo al estilo de Ramones.

Superado el desfile pre-vacunación, ya dentro de la vocacional, nos encontramos únicamente con 3 percances mínimos para que nuestra jornada pudiese terminar tal como empezó, ya que toda la labor de las personas que se encontraban desarrollando la tarea fue de sumo compromiso y pulcritud.

El primer percance fue que Diego no había llenado el formato que se necesita para que la aplicación se llevara a cabo, así que tuvimos que acercarnos a una carpa en la cancha de fútbol americano donde se asignó una mesa con bolígrafos y personal para que todo olvidadizo pudiera llenar su formato. El segundo percance lo enfrentamos ya en el momento justo de la aplicación, cuando el beneficiario tuvo que decidir por cuál brazo inyectar. En su extremidad izquierda, que en éste caso era el más recomendable -de acuerdo a los consejos de la enfermera, porque la aplicación debía ser en el brazo que menos se utiliza- a la altura del hombro, Diego tenía un tatuaje recién hecho, y ante las indicaciones de no ungir pomada o ungüento sobre el área donde sucede la intervención de la aguja, optó por el brazo derecho.

Como dijimos, todos los pasos a seguir para que nos encontráramos con un algodón presionando sobre el área de suministro, fueron eficaces, eficientes y efectivos: la atención y la agilidad para atender fue de admirarse. Por último, en la cancha más cercana al estacionamiento, previo a terminar la travesía, el área de observación conglomeró al menos a sesenta personas aproximadamente, mediante la indicación de que era necesario reposar nuestras posaderas en una silla por quince minutos, para así descubrir y procurar los malestares que podrían suscitarse por el efecto de la vacuna. Durante nuestra estadía hubo dos desplomados en las filas de frente y detrás de la nuestra, agregando a ello un joven muy preocupado al costado de nuestro asiento, porque el brazo utilizado para la vacuna ya se le sentía pesado, o según él, dormido, pero por ambos lados la naturalidad de su movimiento no sucedía: «siento como que me hormiguea machín», nos comunicó.

Nosotros nos retiramos sin percances y con meras especulaciones por lo acontecido, sugestionados sobre qué malestares pudieran presentarse más tarde, mientras veíamos que los afectados eran atendidos.

Rumbo a nuestra retirada, nos encontramos con una caseta habilitada para hacerse la prueba de azúcar gratis quien así lo quisiera, muy cercana a donde también se habilitó una bolsa gruesa y de color negro para un uso exclusivo de depósito de los algodones que limpiaron el puntillo o hilo de sangre que se nos presentó después de la inoculación. «Por fin, Sputnik llegó a Iztapalapa», comentó Diego al compás de nuestros pies cuando cruzamos la reja de la entrada del estacionamiento hacia la calle, mientras la banda de rock ya interpretaba «Light my fire» de The doors, y muchas personas más llegaban como aspirantes, para otra tanda de aplicaciones de la vacuna.

*Estudiante de Periodismo en UACM, Ciudad de México.

El valor de la tolerancia

Está claro que, en muchos aspectos de nuestra vida, debemos ser respetuosos de las ideas, actitudes o acciones que desarrollan otras personas, diferencias que hasta podemos usarlas a nuestro favor para la sana convivencia familiar o comunitaria, mejorar las relaciones entre sectores variopintos de nuestra sociedad y hasta para la buena gobernanza de un país.

Por Marayira Chirinos*

“No hay fortaleza mayor que la paciencia.” Con esta frase abro mi segundo artículo en un año sobre este valor que considero de los más importantes que debemos cultivar y que hace parte de las premisas que sostienen el Pensamiento Propositivo: la tolerancia. Y esta semana es propicia para reforzar las orientaciones que sobre este tema debemos trasladar a los lectores, toda vez que se conmemoró el Día Mundial de la Tolerancia.
“No hay fortaleza mayor que la paciencia.” Con esta frase abro mi segundo artículo en un año sobre este valor que considero de los más importantes que debemos cultivar y que hace parte de las premisas que sostienen el Pensamiento Propositivo: la tolerancia. Y esta semana es propicia para reforzar las orientaciones que sobre este tema debemos trasladar a los lectores, toda vez que se conmemoró el Día Mundial de la Tolerancia.

Comencemos por definirla, y lo hacemos desde su etimología. La palabra proviene del latín tolerantĭa, que significa «cualidad de quien puede aceptar», y se refiere al respeto hacia las ideas, preferencias, formas de pensamiento o comportamientos de las demás personas. Por esa razón, a nivel individual la tolerancia es la actitud que tiene un individuo de aceptar aquello que es diferente a sus valores.

Ha sido un error histórico que raya en la contradicción vendernos la idea de que todos somos iguales. Por fortuna no lo somos, aunque tengamos los mismos derechos, y esas diferencias pueden ayudarnos a complementar aspectos necesarios para la consecución de soluciones a múltiples problemas.

Está claro que, en muchos aspectos de nuestra vida, debemos ser respetuosos de esas ideas, actitudes o acciones que desarrollan otras personas, diferencias que hasta podemos usar a nuestro favor para la sana convivencia familiar o comunitaria, mejorar relaciones entre sectores variopintos de nuestra sociedad, y hasta para la buena gobernanza de un país.

La confusión se hace habitual entre tolerar y aguantar. En la tolerancia nos resulta cómodo asumir las diferencias de la otra persona porque sabemos que eso nos traerá un beneficio; aguantar no implica comodidad de acción alguna por tratarse de aspectos que violan derechos de algún tipo, y rompen además con toda regla del sentido común

La tolerancia no puede ser vista como indiferencia, ni como “aguante”, y mucho menos como conformismo; la tolerancia se trata de encontrar y reconocer en el otro la forma de complementar nuestro esfuerzo que conduzca a soluciones prácticas, eficientes y eficaces a los problemas que todos padecemos.

La confusión se hace habitual entre tolerar y aguantar. En la tolerancia nos resulta cómodo asumir las diferencias de la otra persona porque sabemos que eso nos traerá un beneficio; aguantar no implica comodidad de acción alguna por tratarse de aspectos que violan derechos de algún tipo, y rompen además con toda regla del sentido común.

Hay casos emblemáticos que denotan altos niveles de intolerancia y que culminan en hechos repudiables. Esos episodios nos hacen entender lo sano que es ser tolerantes desde el respeto mutuo, incluyendo en el juego elementos clave como el diálogo para lograr entendimiento y negociación de soluciones. Esto puede incluso llevar a una reconciliación, que supone reconocernos y trabajar en los puntos de encuentro que hacen más llevadera la relación, sea del ámbito que fuere y, lo más importante, trabajar en las soluciones, ser propositivos.

El psicólogo argentino Jorge Bucay en El Camino de la Felicidad señala sobre el tema que «para alcanzar una práctica cabal del amor y la aceptación es indispensable el desarrollo de la paciencia y la tolerancia».

La tolerancia es un elemento esencial para la coexistencia entre seres disímiles, y en casos relacionados con la política, la ausencia de esta deriva en polarización, lo que contribuye al clima de dificultades y exasperación, porque además salpica lo económico. Por ello, siendo tolerantes sumamos madurez política a través de herramientas cruciales como el diálogo, pero no el de la imposición, sino el diálogo de la razón.

Cierro con la reflexión a la que llegué en mi primera entrega sobre este tema. Queda claro que siempre debemos impulsar la tolerancia, pero debemos reforzarla junto a su principal aliado, el respeto en tiempos de elecciones como el que vivimos hoy. El estar o no de acuerdo con asistir a una contienda electoral es una decisión respetable en la que debemos activar al máximo la tolerancia. Nadie es dueño de la verdad absoluta, cada una de las partes tiene argumentos que sustentan su decisión, y la política no es la confrontación entre bandos enemigos que deben aniquilarse, sino un juego de tolerancia, donde los adversarios complementen sus alternativas y propuestas en beneficio del colectivo. Todo anterior y reinante es antipolítica alejada de cualquier pensamiento propositivo.

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*Periodista, comunicadora y politóloga venezolana. Madre de Sara, Abraham y Samuel. Cuentas: @marayirachirinos y @pensamientopropositivo.
Agradecemos al diario El Universal la autorización para reproducir esta columna, publicada originalmente el 21 de noviembre del corriente en su portal web: https://www.eluniversal.com/

Arte en pandemia «Orange Bay»

A través de las diferentes ediciones de los Diarios de Covid-19, nos hemos encontrado con piezas de fotografía, acuarelas y pinturas que diferentes hombres, mujeres, jóvenes y niños de distintas ciudades y países han desarrollado en pandemia. En esta ocasión, mostramos esta obra de Kaleb Alejandro Alanis Araujo, de 14 años de edad, originario de Nuevo León.

Desde los 10 años, Kaleb empezó a dibujar y tomó un curso de dibujo, que perfeccionó con su práctica durante la pandemia. Como un trabajo de la materia de Artes pintó este cuadro, en el que descubrió su habilidad en la pintura y su don autodidacta para desarrollarla.

La pandemia le ha servido para practicar y desplegar su talento y también ha desarrollado la fotografía. Todo desde la intimidad de su casa. Les dejamos el segundo dibujo de este artista en desarrollo.

Dibujo: Kaleb Araujo

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Trascender

El duelo desautorizado: la pérdida de una mascota

El duelo por la pérdida de una mascota se vive igual que cuando se sufre la pérdida de un ser querido cercano humano. La diferencia es que las personas tienden a vivirlo en soledad, al no ser “validado”, “reconocido” o “autorizado” por la sociedad.

Por Blanca Fernández*

Imagen de Foundry Co en Pixabay

Cuando el Chucho murió, mi perro de cinco años, sentí que mi mundo se derrumbaba, una parte de mí también moría con él.

Muchas personas cercanas fueron empáticas y me acompañaron en esos momentos de dolor, otros solo tuvieron el no grato detalle de decirme esa frase que cala hondo cuando estás viviendo la pérdida de tu amigo, al que para ti fue un integrante más de la familia, “Era solo un perro, compra o adopta otro”.

“Era solo un perro”, que me brindó su compañía y que, sin palabras, me reconfortaba con su presencia.

“Era solo un perro”, que llenó de aventuras mi vida en ese momento gris.

“Era solo un perro”, que la única herencia que nos dejó fue un par de suéteres, sus juguetes, las croquetas que no terminó, algunos pelitos que después de días de su muerte seguimos recogiendo, fotografías y sus restos que enterramos en el patio de la casa.

“Era solo un perro”, que después de diez años de su fallecimiento, aún seguimos recordando con amor.

¿Y por qué juzgar el dolor por la pérdida de una mascota?

El duelo por la pérdida de una mascota se vive igual que cuando se sufre la pérdida de un ser querido cercano humano, la diferencia es que las personas tienden a vivirlo en soledad, al no ser “validado”, “reconocido” o “autorizado” por la sociedad.

El amor no es exclusivo de los humanos, el amor es universal y ese amor que entregamos a los seres que consideramos propios, nos duele y nos entristece la vida, sin importar la especie.

*Tanatóloga y comunicóloga.
https://www.facebook.com/Tanatóloga Blanca Fernández/
Mail: blancafdzg@gmail.com

Enigmas y más enigmas

Quienes hemos seguido de cerca el desarrollo de esta pandemia y hasta nos hemos contagiado alguna vez y sobrevivido a ella, sabemos que no se trata de cualquier virus, pero sí de uno muy fuerte, cuyas secuelas pueden llegar a ser de largo aliento. Tal vez por eso es que hay expertos que, sin miedo, enfrentan hipótesis distintas a las de Estados Unidos. Es el caso de Simón Colmenarez, especialista en Neurociencia y Reingeniería Humana así como de guerras no convencionales, quien plantea varios cuestionamientos en torno al origen del Covid-19.

Por Marcela Heredia*

Imagen de Fernando Zhiminaicela en Pixabay

Cuando los científicos vieron por primera vez en un microscopio al SARS-CoV-2, ante sus ojos apareció la imagen de una corona. Desde entonces, todo el mundo habla del nuevo coronavirus que genera la Covid-19, enfermedad que fue notificada por vez primera en Wuhan, China, el último día del año 2019.

El origen del surgimiento del SARS-CoV-2, sin embargo, sigue siendo un enigma, aunque para la mayoría de los medios es asunto cerrado y replican lo que sus intereses defienden: que surgió en China, el mayor competidor comercial de Estados Unidos. Casualmente, los más poderosos líderes políticos también han sido bastante precavidos en ir más allá, a pesar de que China, al denunciar una campaña difamatoria en su contra ha invitado dos veces a los expertos de la OMS a realizar en el país el rastreo de los orígenes del virus. En agosto de este año, China acusó a los servicios de inteligencia estadounidenses de fabricar un informe carente de evidencias fehacientes. “Su propósito no es otro, sino utilizar esta cuestión para echar la culpa a China, eludir sus propias responsabilidades y diseminar un virus político”, remarcaba la declaración oficial.

Pero ¿cómo para qué cambiar de idea si el mundo entero repite lo mismo? Quienes hemos seguido de cerca el desarrollo de esta pandemia y hasta nos hemos contagiado alguna vez y sobrevivido a ella, sabemos que no se trata de cualquier virus, pero sí de uno muy fuerte, cuyas secuelas pueden llegar a ser de largo aliento. Tal vez por eso es que hay expertos más aventados que, sin miedo, enfrentan hipótesis distintas a las de Estados Unidos. Es el caso de Simón Colmenarez, especialista venezolano en Neurociencia y Reingeniería Humana, autor de ocho libros -entre ellos dos best sellers-, profesor de Postgrado en Inteligencia Militar y asesor en Conflictos No Convencionales y Guerras de quinta generación. A Simón Colmenarez, como a muchos, les sigue dando de qué pensar el nivel de contagio, enfermedad y muertes que se registraron entres soldados estadounidenses y sus familiares durante los juegos militares de octubre de 2019 celebrados en Wuhan, China (CISM Military World Games). Él se sigue preguntando qué pasó con la investigación requerida por el Congreso a la Secretaria de Defensa Nacional sobre la infección de los soldados estadounidenses co base en la Ley de Autorización de Defensa Nacional de 2022, cláusula 1052. También le pone en alerta la celebración en octubre de 2019 del “Evento 201”, organizado por el Centro Johns Hopkins para la Seguridad Sanitaria, en asociación con el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates. Este ejercicio buscó simular lo que se avecinaría si llegara al mundo una pandemia de grandes dimensiones. ¿Tenían los organizadores de “Evento 201” algún conocimiento secreto sobre el virus, como se ha sugerido? Ellos aseguran que no, “porque el mundo había visto un número creciente de eventos epidémicos». Pero la simulación se basó justamente en un coronavirus, causante de una enfermedad respiratoria que mataría a 65 millones de personas. Y ciertamente, existen otros coronavirus como el SARS que causó brotes en 2002 y 2004 o el MERS, pero ninguno llegó a ser pandemia.



Otro enigma sin resolverse es, según Colmenarez, la razón por la que el gobierno de Estados Unidos, entonces presidido por Donald Trump, no respondió las dudas de la comunidad internacional sobre el laboratorio biológico de Fort Detrick y las más de 200 bases de experimentos biológicos estadounidenses realizados fuera de su territorio. No nos olvidemos, dice, de los incidentes de laboratorio a través de los años, que involucran ántrax, influenza aviar altamente patogénica y hasta la viruela.


El origen, desde mi punto de vista es de laboratorio, dice Colmenarez y agrega que no son hechos nuevos. Cada vez que surge una crisis en Estados Unidos -como lo fue la inmobiliaria en 2008, que lanzó a miles de miles que perdieron sus viviendas a dormir en las calles-, Estados Unidos algo inventa para desviar la atención mundial. Fue el caso de cómo mágicamente surgió una gripe derivada de un cochino. “Es importante destacar que para, esa fecha, países sudamericanos como Bolivia y otros habían pagado sus deudas y no querían saber nada del Banco Mundial, pero cuando empezaron a circular fotos de personas con mascarillas se generó mucho miedo y estos países inmediatamente pidieron créditos al Banco Mundial para comprar Tamiflu, identificado como la solución al problema. Así que se volvieron a endeudar y compraron Tamiflu al laboratorio Gillead. Luego, en 2009 se detectó que era una especie de gripe, pero los países ya estaban endeudados. Fue un buen ensayo, para Estados Unidos y sus laboratorios, claro. La historia ha evidenciado cómo ensayan también usando, como carne de cañón, a latinos y afroamericanos enviándolos a las guerras, sostiene.

A este experto no le extraña que una vacuna contra la Covid-19 haya surgido tan rápido en medio de la boyante pandemia. Tampoco le sorprende que, a finales de 2019, los cañones se volvieran hacia China señalándola como punto de despegue del coronavirus. A su juicio, Estados Unidos ha lanzado una guerra no convencional contra China, tras los litigios por su Mar Meridional, la unión de China con Rusia (con una nueva etapa de la Ruta de la Seda modificada), y con el país asiático en alianza con la petrolera Venezuela, apunta Colmenarez, esperanzado de que los enigmas algún día se resuelvan.

*Periodista argentina, conductora de noticias en el canal internacional Telesur (Caracas, Venezuela) y mamá de Raiquén.

Hasta siempre, Almudena infinita

Nos hacemos la misma pregunta: ¿Cómo se despide a quienes hacen literatura? ¿Cuál es la palabra exacta para decirles adiós para siempre, esa cuestión de la despedida definitiva a quienes volvieron de las palabras, arte? Murió Almudena Grandes y es necesario despedirla o desearle, tal vez, un buen viaje a un mundo donde siga mirando con sus ojos tan profundos como generosos.

Por Adriana Esthela Flores*

Foto: FB AlmudenaGrandes

Almudena Grandes, una de las más importantes escritoras de España, murió la tarde del sábado 27 de noviembre de 2021, víctima de un cáncer que le diagnosticaron hace dos años.
La escritora, nacida el 7 de mayo de 1960 en Madrid, cobró fama internacional con su obra Las edades de Lulú. Entre sus obras más aclamadas, están Te llamaré Viernes, Malena es un nombre de tangoAtlas de geografía humanaLos aires difíciles y El corazón helado, entre otros. Una próxima obra relacionada con la pandemia será publicada el próximo año, siendo el séptimo volumen de Episodios de una guerra interminable.
Recibió galardones como el Premio de la Fundación Lara, el Premio de los Libreros de Madrid, el Rapallo Carige y el Prix Méditerranée, Premio de la Crítica de Madrid, el Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska, el Sor Juana Inés de la Cruz y el Nacional de Narrativa.
Ante la noticia de su muerte, miles de seguidoras y seguidoras así como familiares y amistades la recordaron dedicándole poemas, canciones y mensajes de despedida. Fue esposa del poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, con quien tuvo tres hijos: Elisa, Mauro e Irene.
Acá, mientras tanto, nos hacemos la misma pregunta: ¿Cómo se despide a quienes volvieron de las palabras, arte?
Buen viaje, Almudena.


Ausencia es una forma del invierno
Por Luis García Montero

Como el cuerpo de un hombre derrotado en la nieve,
con ese mismo invierno que hiela las canciones
cuando la tarde cae en la radio de un coche,
como los telegramas, como la voz herida
que cruza los teléfonos nocturnos
igual que un faro cruza
por la melancolía de las barcas en tierra,
como las dudas y las certidumbres,
como mi silueta en la ventana,
así duele una noche,
con ese mismo invierno de cuando tú me faltas,
con esa misma nieve que me ha dejado en blanco,
pues todo se me olvida
si tengo que aprender a recordarte.

«Hasta siempre Almudena»


(Sin título)
Gioconda Belli

España ha perdido hoy un país llamado Almudena. Es difícil procesar esa desaparición prematura porque a los 61 años, Almudena era el mascarón de proa de un barco que surcaba las letras españolas dejando un surco de agua y recuerdos cruciales. Además, era tan fuerte, tan árbol, tan sencilla y cercana, tan amiga de sus amigos, tan amor de Luis, tan risa de Chus, de Benjamín, de Daniel Rodríguez Moya. Dos o tres veces la tuvimos en Nicaragua y los pasó contenta conociendo el país. Yo no creí que se iría tan pronto aunque las noticias de su salud eran malas, no sé por qué no podía imaginar que la muerte fuera tan impaciente. Es un día muy triste hoy. Leo las palabras que se escriben sobre ella, todo el amor que está ocupando las redes para despedirla y sigo leyendo porque me parece mentira, porque quisiera que fuera mentira.

FB: GiocondaBelli

(Sin título)
Joaquín Sabina, 2017. Interviú.

Si la memoria histórica te raya la falla del dos mil, si la canalla empaña el mes de abril, si cada julio pierdes la batalla del grana y el añil, ni llores por Boabdil, ni tires la toalla.

Si los aires difíciles te dejan mojado el canesú, si purgas los pecados de Lulú, si los castillos de cartón te alejan del coro de Moscú, liba en aquel vermú la miel de las abejas.

Si te urge repasar la geografía humana de Babel, si sigues en edad de serle infiel a las penas con pan de cada día, si ni Caín ni Abel, rebózate en la hiel cañí de los tranvías.

Si viajas por el viejo testamento de Miaja y de Negrín, si Alberti, Federico, Bergamín, si meas a los pies del monumento de Cela y de Celine, afina el cornetín del quinto regimiento.

Si estrenas fatiguitas en cadena de carne de cañón, si te irritan los solos de borbón, si vives enganchado a tu Malena, mellado bandoneón, hurga en el corazón helado de Almudena.

*Periodista y poeta, directora de Diarios de Covid-19

e-mail: diariosdecovid@gmail.com