Luna llena de marzo

Chimeneas de la cocina de la Real Abadía de Fontevraud, fundada en el año 1101 por Robert d’Arbrissel, en Val de Loire, Francia. Cortesía de https://www.viajablog.com/abadia-fontevraud-loira/

Por Ayub Estephan*

                                                                                              a Irene Selser

Dans un rêve touchant
d’archaïsme ideal,
son profil monacal.
  C’est un moin efface
d’un antique tableau;
son habit suranné
sent l’humide tombeau.
    Dans ses yeux de nuit noire,
brûle un feu inextinguible;
dans sa tête d’ivoire
brille un nimbe paisible.
    Il s’en va sous la voûte
criblée d’or de l’allée,
et se perd sur la route
de l’abbaye ruinée.
    Et je reste rêveur,
dans le soir ideal,
contemplant la pâleur
de sa face abbatiale.

En un sueño conmovedor de arcaísmo ideal, a menudo contemplo su perfil monacal. Está algo borrado de una pintura antigua; su hábito anticuado huele a tumba húmeda. En sus ojos de noche oscura, arde un fuego inextinguible; en su cabeza de marfil, brilla un halo apacible. Él pasa por debajo del arco cubierto de oro en el pasillo, y se pierde en el camino de la abadía en ruinas. Y yo sigo siendo un soñador, en la noche ideal, contemplando la palidez de su rostro abacial. Amado Nervo, “Le moine” (El monje), para Albert Leduc, Místicas (1898).

El 28 de marzo tuvimos el plenilunio de este mes a las 18:48 (UT), 12:48 (HL) hora local de la Ciudad de México, estando la Luna a 08°18’27’’ en el signo de Libra y el Sol enfrente, en Aries. También en Aries tenemos a Quirón y a Venus durante este plenilunio en conjunción al Sol y en oposición a la Luna. El 20 de marzo a las 05:37 hrs. del Este (ET) comenzó la primavera con el equinoccio al ingresar el Sol en Aries, su lugar de exaltación, iniciando un nuevo ciclo, un renacimiento de carácter ritual al encenderse el Fuego Nuevo anual que regenera la vida.

El grado 08° de Aries representa “un espléndido fuego en el hogar de una casa desierta”, simbolizando “la necesidad de tomar conciencia de que, incluso a lo largo de las horas más vacías, hay un poder espiritual, siempre listo para recibir cálidamente a la conciencia voluntariosa que vuelve al centro.” Al respecto, comenta Dane Rudhyar que “mientras el fuego del Alma no haya muerto totalmente dentro de la psique humana -un raro y trágico suceso- siempre hay esperanza de recuperarse y volver a comenzar. Muchos discípulos se ven obligados a abandonar su búsqueda espiritual, incluso después de haber tenido la percepción del ser esencial. Pero ‘el hogar’ que una vez les recibió -el amor del gurú- aún está dispuesto a acoger el regreso de sus ‘hijos pródigos’”. En cierto sentido aquí se vincula la visión, catalizada por el contacto con un inspirador, con la posible reacción de temor o el shock que se produce a partir de dicho contacto. Dentro del gran sueño abandonado, permanece latente la cálida «presencia» intangible: la esperanza renacida de un volver a comenzar.

La Regla monástica de San Isidoro de Sevilla, escrita a fines del siglo VII, asienta que “cuando los monjes pasan de esta vida a la otra, antes de ser sepultados ha de ofrecerse al Señor el sacrificio por el perdón de los pecados. Los cadáveres de los monjes han de ser sepultados juntos en un mismo cementerio, para que a quienes la caridad mantuvo unidos en vida, los recoja unidos al morir en un mismo lugar”. Igualmente, en las Cartujas, presidiendo el cementerio, se levantaba la acostumbrada fuente claustral, esculpida con escenas religiosas y símbolos bíblicos. De acuerdo con las indicaciones de San Bruno de Colonia, fundador de la Orden Contemplativa de los Cartujos, los cuerpos de los muertos debían sepultarse en la tierra y sin ataúd en este lugar concebido exprofeso en el centro del claustro, en un patio rectangular rodeado por las doce celdas que habitaban los monjes. Las cartujas tan solo podían albergar a 12 monjes y a su prior, representando a los doce apóstoles y a Jesús, su Maestro. Con el tiempo, este número se duplicó. A los priores difuntos se les asignaba un lugar en el cementerio y se señalaba el lugar con una cruz de piedra, y para los demás hermanos, solo una cruz sencilla de madera; pero todos anónimos, sin placas ni epitafios. De este modo, al salir o entrar a sus celdas, “los cartujos, en su fugaz deambular por las iglesias del claustro camino de la iglesia, tenían siempre presente en sus meditaciones el concepto de la brevedad de la vida terrena, que concluye con la muerte” (Isidro Bango, El monasterio medieval). Toda mortificación implica un desprendimiento de sí, un cambio de piel, la mayoría de las veces, doloroso. Para los monjes hay dos muertes, la primera cuando ingresan al yermo dejando atrás sus afectos y abandonan su nombre de pila, muriendo al mundo y a sus vanidades; y el ulterior y último cuando se abre generosa la tierra para recibir sus cuerpos yertos, a la espera de la resurrección de la carne. En ambas se despojan de su ego, para renovarse en el Espíritu.

Incluso nos surge la necesidad imperiosa de realizar cualquier actividad propiciatoria, como recrear un espacio para realizar ofrendas, encender una fogata, meditar en el centro del hogar, revisar emociones y pensamientos, y colaborar de este modo con la energía plutoniana para dejar atrás al hombre viejo

De acuerdo con todas las Escrituras, la muerte es solo un tránsito. Esta muerte, simbólica o física, es el preludio obligado para renacer en diversos planos. Declara San Pablo en Efesios 4:22 con palabras sabias: “Despójense de la conducta pasada, del hombre viejo que se corrompe con sus malos deseos; renuévense en su espíritu y en su mente; y revístanse del hombre nuevo, creado a imagen de Dios con justicia y santidad auténticas”. La presencia de Plutón en este plenilunio contiene una doble potencialización pues se encuentra en estado feral, que es cuando actúa en su pureza original con más fuerza, pues no sostiene relación alguna con otro planeta, ni asteroide, ni luminaria. La asociación que hace la mitología antigua de Plutón (Hades) como rey del mundo subterráneo y de los muertos, destaca su poder transformador. Por ello, al actuar con la fuerza de su pureza, los cambios sobrevienen más fácilmente. Es en este tiempo cuando el poder plutoniano conlleva un profundo cambio, quizás intuido ya, y que abarca diferentes niveles. Después de los contactos últimos de Plutón con Saturno y Júpiter en el signo de Capricornio que cristalizaron con la aparición del Covid-19, o anteriormente, cuando se juntaron en Libra-Escorpio coincidiendo con el flagelo del SIDA, tenemos la prueba de que este planeta es capaz de expresarse más ampliamente cuando está en soledad, aislado y concentrado en sí mismo, modificando lo que debe modificarse, y para siempre. Es entonces que un planeta actúa todo su potencial. Por ello, los cambios que proceden ahora son instantáneos pues pueden suceder de un momento a otro.

Incluso nos surge la necesidad imperiosa de realizar cualquier actividad propiciatoria, como recrear un espacio para realizar ofrendas, encender una fogata, meditar en el centro del hogar, revisar emociones y pensamientos, y colaborar de este modo con la energía plutoniana para dejar atrás al hombre viejo y avanzar confiados hacia las nuevas vertientes. Sea mediante un acto contemplativo, en contacto con los objetos desde una conciencia neutral, o a través de la valoración, que capta o estima el valor de personas, situaciones u objetos, la presencia plutoniana ha de llevarnos a la transformación de nuestros juicios, tanto con respecto a nosotros mismos como en relación a las actitudes que nos presenta el mundo exterior. Sabias son las palabras del maestro Bruno, cuando escribe a su amigo Raúl: “Vivo en tierras de Calabria, en un yermo bastante alejado por todas partes de toda humana habitación. Cuánta utilidad y gozo divino traen consigo la soledad y el silencio del desierto a quien los ama, solo lo saben quienes lo han experimentado. Aquí se practica un ocio laborioso, y se reposa en una sosegada actividad. No te detengan, pues, las falaces riquezas, que no pueden suprimir la necesidad, ni tu dignidad de preboste, que no puede ser ejercida sin peligro del alma. Eres administrador, no dueño de lo ajeno. Convertir en uso propio lo ajeno, permíteme que te lo diga, sería tan odioso como injusto. Y si apeteces el brillo y la gloria, y el tener mucha servidumbre, ¿no te sucederá que, al no bastarte lo que en justicia posees, necesites de cualquier modo arrebatarlo a unos para repartirlo a otros? Eso no es ser bienhechor o dadivoso. No hay liberalidad donde no hay justicia.”   

La luna en Libra, que es un signo de aire relacionado con el pensamiento, nos invita a interiorizarnos para restaurar la paz mental luego de más de un año de incertidumbre y miedo. El signo de Libra es representado por una balanza, significando la justicia. En la antigua Grecia, Diké era la diosa de la equidad, que castigaba la impiedad y recompensaba la virtud. Y su hija, Hesiquia, representaba la tranquilidad de espíritu. Una sin el concurso de la otra imposibilita el cumplimiento de tal función. Fue común entre los primeros cristianos bautizar con el nombre de Hesiquia o de Hesiquio a los conversos y a los recién nacidos. Se menciona en el Martirólogo Romano a San Hesiquio de Antioquía, mártir del s. III y a San Hesiquio de Palestina, monje del s. IV, que fuera discípulo y amigo de San Hilarión. La palabra hesiquia fue adoptada por los primeros Maestros de Espiritualidad Cristiana para designar la búsqueda de Dios en el silencio, sea en la hondura de una cueva o en la soledad del desierto. Vivir la hesiquia implica ser obedientes, y realizar un acto de humildad y de abandono a la gracia de “quien Todo lo puede”. Para encontrar a Dios es conveniente reconocer que nuestro intento no puede ser si Él no desea mostrarse. El surgimiento del sol en Aries representa un primer rayo de luz que la divinidad alumbra en el corazón de quienes buscan verdaderamente. Simbólicamente, este contacto Luna-Sol entrevé el regreso momentáneo a las propias raíces para reactivar y actualizar nuestros valores.

La Luna en Libra, que es un signo de aire relacionado con el pensamiento, nos invita a interiorizarnos para restaurar la paz mental luego de más de un año de incertidumbre y miedo

Entonces volvió al lugar de su amada soledad, y solo, bajo las miradas del celestial espectador, habitó consigo… Porque cuantas veces, bajo la violencia de una preocupación excesiva, salimos fuera de nosotros mismos, somos nosotros y, sin embargo, no estamos en nosotros, porque, divagando por las cosas en torno, no reparamos en nosotros mismos...” (San Gregorio Magno, Vida de San Benito de Nursia). El gesto de entrar en sí, tan racional, agradó ya a los estoicos y ha vuelto a estar repetidamente en boga siempre que al hombre le ha dominado alguna extraversión, llámese paganismo o renacimiento, hedonismo o técnica. Siempre vale traer de nuevo el sabio consejo de San Agustín (De la verdadera religión): “No vayas fuera, vuelve en ti. En el interior está la verdad, y si encuentras el alma mudable, trasciéndete a ti”. Quien tras un esforzado descenso ha llegado al fondo de su corazón, no solo se libera de toda atadura, sino que ha alcanzado la fuente de la verdadera y auténtica paz. Generalmente, la Luna en Libra tiene una inclinación natural al compromiso, la armonía y el equilibrio. Pero una persona con el Sol en Aries en oposición con la Luna en Libra realmente necesita aprender que está bien hacerse valer y defender aquello que quiere y en lo que cree, aunque eso signifique crear complicaciones y ofender a los demás. Como puede verse, ambas posiciones poseen sus propias razones igualmente valiosas, pero hay que tener presente que en ambos caso debe prevalecer la conciencia de que no estamos aquí para ejercer el dominio sobre otros, sino sobre nosotros mismos, y con gran humildad, sacrificando a veces valores superfluos, y así llegar a expresarnos en la misma proporción en que nos alumbramos hacia adentro, para que la realidad externa se vea transformada, y nos surjan visiones nunca antes contempladas que nos permitan la realización de nuestras capacidades de acuerdo con el plan trazado por nuestro destino.

También en este plenilunio se forma un Gran Trígono de aire, figura de la geometría sagrada que en esta ocasión involucra a Marte conjunto al Nodo Norte de la Luna, en Géminis, a la Luna en Libra y a Saturno en Acuario. Todo Gran Trígono facilita los encuentros entre personas, desarrolla una gran soltura ante los obstáculos, refuerza nuestra capacidad de resistencia, afianza el poder de la mente sobre la materia, manifiesta un estilo personal definido y creativo, posibilita conexiones íntimas, nos lleva a la reflexión abstracta, confirma las aspiraciones más sublimes y nos concede el tiempo para lograr aterrizar nuestros proyectos, confrontando nuestras ideas con la realidad. Esta figura geométrica generalmente sincroniza con sucesos afortunados y satisfactorios e implica algún tipo de privilegio, protección o ayudas inesperadas. Marte en conjunción con el Nodo Norte evolutivo rebasa nuestras expectativas, entrando en competencia con los nuevos cánones vigentes en todo tipo de tratos y comunicaciones, así como en la comercialización empresarial y a niveles incluso transnacionales. Muchos contratos se firmarán en este período, comprometiendo negociaciones a largo plazo y de gran trascendencia en las que habrá de seguir las directivas de cualquier compromiso escrito. Muchos tendrán que asumir cambios de vivienda, empleo o situación sentimental durante esta quincena. Esos pequeños obstáculos que veníamos acarreando y que no encontrábamos la manera óptima de abordar, ahora serán allanados y subsanados sin dificultad. El poder de la Luna en Libra, siendo parte de este Gran Trígono de aire, facilita los acuerdos, se reafirman las ideas y se resuelve cualquier asunto dudoso que nos ocupa. En general esta figura se relaciona con cambios liberadores, regeneración, renovación completa o curación milagrosa. En otro sentido, las personas logran satisfacer sus deseos y librarse de sus obligaciones con bastante facilidad. También suele traer ciertos privilegios a nivel social. Se reciben más honores, se cuenta con los amigos, nos proporciona apoyos y brinda ayudas que permiten circular por la vida sin yugos y más libres.

En el mapa astral para los países que se ubican en el huso horario -6:00 GMT, incluido México, la conjunción Sol-Venus-Quirón en Aries y en la Novena Casa ocupa un lugar preeminente, pues además luminaria-planeta y asteroide están en conjunción al Medio Cielo (MC) de dicho mapa y en oposición a la Luna y al Immum Coeli (IC) o Fondo del Cielo. El Medio Cielo es el punto más alto al que se puede acceder, por lo que aquí el Sol, en el cenit, anuncia una oleada de calor para todo el país, y para el centro-sur de Canadá y de los Estados Unidos de América. En esta posición el Sol irradia con toda su potencia, por lo que no habrá que exponerse demasiado a su influjo para evitar lesiones en la piel o deshidratarse. En un nivel más simbólico, este Sol representa el “ego” ilimitado que se expresa tajante sometiendo a su arbitrio cualquier polémica o discusión, e impone sus reglas sin dar la ocasión de rebatirlo. Igual es un Sol seco y candente, por lo que en esta temporada primaveral pudiera haber más incendios forestales y sequía. Sería deseable sensibilizar más a la población y atender la fisonomía del ecosistema y de sus habitantes.

Paralelamente, en esta Novena Casa se activó la conjunción Mercurio-Neptuno, pero en el signo de Piscis. Aquí Mercurio está en su casa de exilio, lo que le da cierta ventaja dado que aquí está en contacto con situaciones privadas que no pueden ni deben compartirse con cualquiera. Por su parte, Neptuno aquí emplazado relaja la disciplina, revisa las leyes y espiritualiza la religión a través de una óptica que permita una perspectiva actualizada y acorde con el momento. La concentración de Venus, el Sol, Mercurio y Neptuno en esta casa representa todo lo concerniente a estudios superiores, contactos con distintas culturas y traslados y mudanzas (previstas o no) que se efectúan en esta temporada. El astrólogo árabe Ali Aben Rangel en su Libro Complido nos dice que esta casa “significa profecías y profetas, y frailes y ermitaños, y las casas de oración y filosofía, y pronosticar las cosas antes que ocurran, significa astrología y astronomía y adivinanza, y los libros y renuncios de las cosas pasadas, así como romances, y los sueños y soltarlos, y algún saber que dicen que sabe algún hombre, si es verdad o mentira. Y significa alquimia. Y significa los presos, los cautivos y los desechados. Y significa los trasechadores (que ponen asechanzas, que engañan). Significa guardar los secretos y encubrirlos y servir a los reyes. Significa los hermanos de la mujer del hombre. Y es significador de la parte media de la vidaLos señores de la triplicidad  de esta casa (cada casa astral se divide en tres decanatos) significan: el primero las carreras y lo que acaece al hombre en ellas de bien o de mal; el segundo significa de qué manera estará en la ley y en la obediencia de Dios y en la castidad y si se encubre en sus hechos o no. Y significa las casas de las oraciones, si serán pobladas o no; el tercero significa las ciencias y los sueños, y si son verdaderos o no, y las estrellas, si acertará en sus juicios o no. Y cuando te demandaren por alguna cuestión, y quisieras saber la cogitación del demandador, y hallares el significado de la cogitación en esta casa, y hubiere en ella signo de fuego (en este caso es doble, por el signo Aries y por la Novena Casa, domicilio de Sagitario, además de la presencia del Sol), di que la demanda es por cosas de ley o por cosas de orar. Y si estuviera, según esto, el Sol en el medio cielo, será (un tiempo) de verdaderas visiones y profecías.”

Sin embargo, el contacto con Quirón parece retardar el poder expresivo y creativo del Sol, pues el aspecto entre ambos requiere de un pacto previo, de cierto nivel de compromiso que ayude a conseguir que el brillo del sol no sea opacado por los complejos psicológicos quironianos, que inicialmente velan las cualidades del astro rey. En este caso, la luz del Sol se ve ensombrecida por los confines inamovibles de la realidad y la injusticia fundamental de la vida. El reconocimiento de los defectos de uno mismo y sus imperfecciones, así como los karmas familiares y ancestrales acumulados, especialmente los que son heredados de la línea paterna, el saberse vulnerables, y los sentimientos de victimización que detenta Quirón pueden menguar la confianza y credibilidad personal. Al respecto, la astróloga Liz Greene nos dice que “el Sol debe ser capaz de brillar dentro de esa estructura pesada, que estropeó la carne mortal. Necesita seguir brillando a pesar de que lanza su luz dentro una especie de prisión. Si podemos lograr esto, entonces transformamos la prisión, aunque siempre parecerá una prisión desde la perspectiva del espíritu. Pero si nos rendimos, entonces la depresión, la rabia, la negatividad, la lástima de sí mismo y la desesperación pueden ser el resultado.” (Significado astrológico del Sol).

Igualmente, la implicación de Venus con el Sol y Quirón posee un significado ciertamente ambiguo, pues por un lado se reciben dones materiales y espirituales, pero que incitan a la envidia ajena. En el fondo, la envidia es el resentimiento de ser superados por otros, o como dice Santo Tomás de Aquino, la “envidia es la tristeza del bien ajeno, en cuanto se juzga que aminora la propia gloria”. De hecho, en la mitología griega es el Sol (Helios) quien descubre a Vulcano (Hefesto) las relaciones ilícitas de Venus, su esposa, con Marte, así que la relación entre ellos nunca es muy cordial. La consagración del Sol cerca del cenit, en su signo de exaltación que es Aries y en la Novena Casa, de Sagitario, no está libre de los celos, de los rencores ni de las heridas psicológicas de quienes no han sabido otorgar mayor sentido a sus vidas. El Sol en esta posición puede hincharse muy fácilmente de honores y excederse en la manera de administrar su autoridad. Por eso mismo, el hecho de tener a Venus y a Quirón en aspecto, lo mismo que a la Luna, obliga a que el Sol busque su equilibrio a través del reconocimiento de sí mismo, con justicia. “Miren que llega el día, ardiente como un horno, cuando arrogantes y malvados serán la paja. Pero a los que respetan mi nombre los alumbrará el sol de la justicia que sana con sus alas.” Malaquías 3:19, 20).

Por otra parte, tenemos que también se forma una Media Cometa debido al trígono (120°) que hace Saturno a la Luna, y también con el Sol, Venus y Quirón mediante un sextil (60°). Saturno busca conseguir aquí un ajuste social ecuánime que beneficie a todos. Está en el signo de Acuario, que anticipa el futuro, mueve los hilos del destino y promueve el progreso. De acuerdo con su gestión kármica desde la cúspide de la Octava Casa en la zona horaria -6:00 GMT, moviliza a las personas conforme a un esquema quizás caprichoso para muchos, pero conveniente al destino. Debido a su posición en esta figura cósmica opera a manera de una catapulta, lanzando a los de abajo hacia arriba y a la inversa, a los de arriba los precipita abajo creando un nuevo orden y asignando nuevos patrones de acción. El punto de apoyo lo define Saturno operando como la “piedra angular” citada en el Salmo 118:20, 21: “La piedra que rechazaron los albañiles es ahora la piedra angularEs el Señor quien lo ha hecho y nos parece un milagro”.

Saturno es quien establece la mayoría de los contactos entre luminarias y planetas en este plenilunio. Su posición para México, en la cúspide de la Octava Casa, la casa natural de Escorpio, se relaciona con temas vinculados con las herencias, los bienes de la pareja, el poder de la transformación o los cambios que se nos presentan de repente. Todo ello hace que lo que acontezca en esta casa sea temido por la mayoría, porque la mente nunca está suficientemente lista para ellos. Saturno está también en oposición a Urano, mientras que este hace un semisextil al Sol, Venus y Quirón cerrando la figura con el sextil que sostienen estos últimos con Saturno. Mientras Saturno busca establecer un orden o retomar algún programa social, Urano impugna y fomenta la rebeldía contra toda imposición, a veces incluso sin tomarse el tiempo de meditar si dicha regulación o institución es adecuada al momento presente o no. La pugna entre ambos y su alianza con el Sol, Venus y Quirón compone un Espigón Celeste, modesta figura que aporta una excelente fluidez energética de alto rendimiento. De cualquier modo, nos anuncia acontecimientos apresurados, posiblemente sujetos a inconvenientes, obligaciones o a las tensiones del momento. Por otra parte, implica cierto grado de violencia que puede ser física, verbal o ambas. Bajo su auspicio, esta figura también puede hablarnos de accidentes en los que se pierda el uso temporal o incluso definitivo de algún miembro corporal o sensorial, como ocurre con quienes se han contaminado de Covid-19.

Este plenilunio nos invita a conectar con ese ser que nos habla con palabras nuevas a cada uno en el interior, tener más conciencia social, promover la solidaridad y la fraternidad universal, para empezar a reconstruir la vida desde sus cimientos.

Por su parte, Urano en quincuncio con la Luna se dedica en este plenilunio a cuestionar las bases de la sociedad, indagando en las raíces mismas buscando reformas, mientras que el semisextil que sostiene con el Sol, Venus y Quirón lo lleva a emprender una crítica ruidosa acerca de distintos personajes y acontecimientos, especialmente de aquellos que se constituyen en élite. A esta figura geométrica se la conoce como Aguijón Celeste y se forma por un quincuncio, un semisextil y una oposición facilitando en el nivel mental la apreciación y toma de conciencia de lo otro, aunque no su aceptación tácita. “Caímos todos a tierra y yo escuché una voz que me decía en hebreo: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? De qué te sirve tirar coces contra el aguijón.” Hechos 26:14.

Después de un año, cuando empezamos a escribir esta bitácora astrológica a manera de almanaque lunar, haciendo el registro astrológico del virus del Covid-19, el sentimiento general hoy es el de su incorporación y asimilación al paisaje y al entorno. Un proceso de incorporación del “flagelo del Covid-19”, como se le ha llamado, que ha sido lento pero constante y que ha costado millones de vidas humanas, y aunque ha disminuido el número de contagios, sigue cosechando cadáveres. Cada uno, en el mundo, ha hecho oración debido al Covid-19 y ha enterrado o cremado a sus difuntos conforme a los ritos de las diversas tradiciones religiosas y espirituales. Cada quien se ha despedido de sus muertos de acuerdo con sus creencias, se han ofrendado velas e inciensos, se han recitado rezos y se han entonado mantras. De un modo o del otro, nos hemos vuelto a Dios: algunos lamentándose, otros imprecando, y los más pidiendo la resignación. Se han perdido vidas, se han rematado bienes, se han cerrado comercios, hay gente desempleada, muchos viviendo la inclemente miseria. Ha aumentado la inseguridad pública y los precios oscilan, pero a la alza y se disparan sin control ni atención de las autoridades. La rapiña de los prestamistas ingenia nuevos modos de estafa, las líneas aéreas cobran el combustible que usan para sus aeronaves a precio de oro líquido, etcétera. Y estos son algunos de los retos que hay que enfrentar si queremos librar este bache. Pero primero hay que conectar con ese ser que nos habla con palabras nuevas a cada uno en el interior, tener más conciencia social, promover la solidaridad y la fraternidad universal, para empezar a reconstruir la vida desde sus cimientos.

*Astrólogo mexicano. Consultas de Astrología, Tarot y baraja española.

http://facebook.com/ayubestephan y/o ayube59@hotmail.com

Ni el sol ni la muerte pueden mirarse de frente /I

El virus de la soledad y la resiliencia

«La estaba pasando tan mal por el covid que me puse a hacer memes de Bernie Sanders»

Por Alicia Quiñones*

Últimamente he recordado cuánto me dejó el teatro, el arte teatral. Quizás es una remembranza de una época en mi vida en la que, dada mi juventud, hacía lo que deseaba. Recordaba esa escena de Esperando a Godot, de Samuel Beckett, en que la esperanza invade a Vladimir y Estragón después de escuchar un ruido que emergía de los arbustos.

Ese momento, el de la esperanza, mientras la vida transcurre y se va es la esencia o la visión del autor irlandés en esa obra. También recordé, del mismo Beckett, La última cinta de Krapp, y de El hombre que escuchaba. ¿En qué momento perdí este camino? Y entonces di play a esa canción de U2 que todas las mañanas escuchaba como un mantra. Ahora, visto en perspectiva, me encontraba echada en una cama mirando al techo. Todo tenía el mismo fin: la esperanza. El recuerdo de los anhelos y el momento en que se pierden.

Me había convertido en esa obra teatral o en ese deseo durante la pandemia. También recordé una obra titulada Ni el sol ni la muerte pueden mirarse de frente, de Wadji Mouawad, un poema dramático basado en los mitos de Tebas. Recuerdo la puesta en escena como si la hubiera visto ayer en una gran producción de la Compañía Nacional de Teatro en 2009. Durante mi enfermedad por el Covid-19 pensaba en ella. Pensaba en que su nombre real debería ser “El sol y la muerte pueden mirarse de frente una sola vez”. Sentía que miraba la muerte de frente.

Todo comenzó un domingo. 10:00 p.m. Me sentía cansada. Respiraba y en mi pecho había un silbido. Alergia, pensé. Pero ya casi acaba enero. 24 de enero de 2020. No, esto no es alergia. Creo que tengo covid, pensé.

Dormí mal y, a la mañana siguiente, el plan era como el de cualquier lunes: despertar 6.30 y a las 7:00 en punto comenzar mi entrenamiento deportivo, juntas en el trabajo, muchos planes, cosas por hacer.

El domingo visité a mi abuela. No la había visto en meses, pero debía recoger un documento. Para verla caminé 5 kilómetros y solo en un tramo de 10 minutos tomé un taxi “por seguridad y para no correr riesgo con el virus”. Hice lo mismo de regreso. Estuve en su casa, comí con mis tíos, pasé a su recámara, me senté a menos de un metro de ella y jamás me quité el cubrebocas. Pero el virus ya estaba en mi cuerpo.

Los días pasaban y no tenía fuerzas para abrir una pastilla, no podía comer nada difícil de masticar y me movía lento. Durante tres días, los peores, cuando mi cuerpo comenzó a tener tanta inflamación y dolor comencé a asumir la muerte

El lunes me levanté y me preparé un café, como siempre. Volví a la cama por primera vez en mucho tiempo. Pensé que estaba cansada, que no podría hacer el ejercicio, cancelé una junta y hablé con mi directora, le expliqué que cada vez me sentía peor, que creía tener covid, que me sentía mal.

No podía hablar demasiado. Fui a hacerme una prueba. Solo éramos tres personas esperando las pruebas. Decidí hacerme la de antígenos y otra de anticuerpos. Uno de los jóvenes que estaba ahí relataba que tuvo contacto con un caso covid. Pensé, él sí tiene covid, yo no, esto es una mala broma, otra más de mis paranoias.

Tomé la muestra y, diez minutos después, me llamaron. “Salieron los primeros anticuerpos”, me dijo la enfermera. No sabía qué significaba. Me fui, y tres metros después me dije, pero qué es esto, y volví para preguntar qué significaba: “Anticuerpos IgM, asilamiento diez días”. ¿Tengo o no tengo covid? ¿Con qué se comen esos anticuerpos? —insistí.

—Sí, debe aislarse diez días, usted tiene el virus activo.

Mi corazón latió al mil por hora. ¿Qué hago? Empezaba a respirar cada vez peor. Mi abuela, mis tíos, mi compañera de piso. A ella le avisé de los resultados de inmediato y fue por una prueba. Negativa.

No estaba preparada para un verdadero aislamiento. Contacté a un doctor que me habían recomendado. Pasé por comida para unos días y avisé a las personas más cercanas y aquí comenzó todo.

No alarmé a nadie y esperaba mi cita médica para actuar conforme a sus indicaciones. ¿Debo avisar a mi abuela si la vi el día anterior? Tiene 90 años. ¿Cómo debo actuar?

Finalmente, el médico me dio cita. Solo estaba un poco más cansada. Llegué a la cita, revisó mis pulmones y mis vías respiratorias. “Apenas está empezando la infección. Llegaste a tiempo”. Fui fumadora por casi dos décadas, aunque soy fuerte y deportista. Afortunadamente, dejé el cigarro al inicio de la pandemia.

Salí del consultorio el martes por la noche con una enorme lista de medicamentos. El doctor me recomendó un tratamiento para mi abuela y mis tíos (uno de ellos diabético) y me indicó los pasos a seguir. Eran las 10:00 p.m. y comenzó mi búsqueda de su tratamiento. Logré conseguir el inmunoestimulador para ellos a las 12 de la noche; empezaba a ya no tener fuerzas y estaba doblada en un taxi de cansancio, pagando unos medicamentos y recibiéndolos desde el distribuidor.

Era como una misión imposible en una ciudad apagada por la pandemia. En el camino lloraba pero sabía que iba a salir de esta. “Eres sana y joven”, “Te necesitamos viva”, “Rezaré por ti”, “No te ves enferma…”. Escuché estas palabras de aliento y cada vez que las escuchaba era peor.

En la mañana del miércoles aun tuve que ir por todos los medicamentos restantes, logré hacerlo y volví a acostarme. La oxigenación iba y venía.

Aumentaba el dolor de cabeza, la inflamación del cuerpo, el dolor en las articulaciones. Noté que si me movía la oxigenación bajaba, así que decidí no moverme de mi casa, solo me levantaba a la cocina para comer algo e ir al baño desinfectándolo todo cada vez que lo hacía por lo que ir al baño o comer suponía toda una ingeniería. Olvidar el tenedor era el peor castigo porque no podía volver por él. Lloraba cuando esto pasaba.

Cada día mi nivel de movilidad era menor pero mantenía el ánimo, el sentido del humor y hasta hice un meme de Bernie que envié a mis colegas, pero hubo personas que ni se reían, ¿tan mal pensaban que yo estaba? ¿Cómo era posible que yo hiciera un meme? La estaba pasando tan mal que decidí reírme de Bernie Sanders. Cada día hablar era complicado; cada día mi fuerza era menos, mi cuerpo estaba hinchado. Había perdido gradualmente el olfato y el gusto, no me di cuenta hasta que lo recuperé.

Miraba el oxímetro, 91-93 y lloraba. Estaba aterrada. No me movía ni un milímetro con tal de no afectar mi oxigenación. 91-93 y comencé a rezar. Pensé que esto se pondría peor y comencé la búsqueda de un tanque de oxígeno sin decirle a nadie.

No era capaz de mirar las noticias ni de recibir ningún tipo de sufrimiento adicional ni estrés. Los días pasaban y no tenía fuerzas para abrir una pastilla, no podía comer nada difícil de masticar y me movía lento. Durante tres días, los peores, cuando mi cuerpo comenzó a tener tanta inflamación y dolor comencé a asumir la muerte.

Nadie entiende el padecimiento del covid hasta que lo vive: no puedes hablar, no puedes moverte, no puedes pensar con claridad.

Recorrí mi vida, empecé a planear lo que iba a pasar con mis cosas, con mis documentos, mi dinero, mi madre. Contrario a esto me despertaba en las madrugadas y decía “Voy a luchar, esto pasará”. Con el covid cada día es incierto y contestar un mensaje de WhatsApp puede resultar una tarea titánica. Sostener un teléfono era difícil.

Sabía que me iba con la satisfacción de haber sido rebelde y de haber amado al hombre de mi vida, pero ahora estoy aquí escribiendo estas líneas, alegremente. Aprendes a que cada día es distinto, cada dolor es distinto, cada día algo nuevo vendrá en tu cuerpo.

*Periodista y editora, fundadora de Diarios de Covid-19. Coordinadora para las Américas de PEN Internacional. Twitter: @aliciaquinones Facebook: Alicia Quiñones

En la disputa por las vacunas, avanza el «My country, first»

Por Adriana Esthela Flores*

Vacunación en la Ciudad de México Foto: Aracely Martínez

Aquel llamado que hizo el director general de la OMS el 27 de enero de 2021 se escuchaba, más bien, como una súplica ante la carrera que se avecinaba entre países de todo el mundo para ganar la mayor cantidad de dosis de vacunas al precio que sea, incluido el sacrifico del pacto de solidaridad internacional convocado -se supone- por la pandemia.

En su discurso “Debate sobre el informe relativo a las consideraciones éticas, jurídicas y prácticas de las vacunas contra la Covid-19”, ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Tedros Adhanom Ghebreyesus alertó sobre la desigualdad en la distribución de las vacunas y denunció que países y empresas firman acuerdos bilaterales al margen del mecanismo internacional para la distribución de vacunas (COVAX), para intentar ponerse al principio de la fila. En aquella fecha, solo 10 países del grupo de los más ricos (sí, solo diez) concentraban el 75 por ciento de las vacunas contra el Covid-19.

“Un planteamiento egoísta pone en peligro a las personas más pobres y vulnerables del mundo”, denunciaba el director de la OMS, quien planteó al mundo cinco medidas críticas para lograr vacunar a todas las personas adultas mayores y personal sanitario en los primeros cien días del año, que incluían compartir las dosis sobrantes y ser transparentes en cuanto a volúmenes, precios y fechas de entrega. “Cada segundo cuenta”, resaltó. Pero en el terreno los llamados no han sido escuchados.

El más reciente informe del equipo “Launch and Scale Speedometer”, desarrollado por el Centro Duke de Innovación para la Salud Global (financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates), alertó sobre la alta desigualdad en la distribución de las vacunas: los países de ingresos altos tienen 4 mil 600 millones de dosis confirmadas, los de ingresos medianos altos, mil 500 millones; los ingresos medianos bajos, 614 millones de dosis y los de ingresos bajos, 670 millones. (Informe, acá: https://launchandscalefaster.org/COVID-19)

De acuerdo con el mapa de distribución, la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Brasil y Japón están a la cabeza de la adquisición de dosis, dejando porcentajes de compra similares para el mecanismo Covax. La organización comprende la actitud de ciertos gobiernos de tener trato directo con fabricantes para lograr ventaja en la competencia por las vacunas, pero advierte sobre el impacto en la salud global considerando lo inédito de la pandemia, considerada la peor crisis civilizatoria del último siglo.

“Si bien esto tiene sentido desde la perspectiva de un país individual, conduce a profundas desigualdades en términos de asignación global. Si bien algunos países de ingresos medios y bajos están representados aquí con acuerdos directos, ninguno de ellos tiene suficiente para vacunar a toda su población. Al mismo tiempo, Canadá ha comprado lo suficiente para vacunar cinco veces a su población”, advierte el reporte.

Los reclamos de varios gobiernos comenzaron desde hace varias semanas. El 23 de febrero, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reprochó la falta de acción de Naciones Unidas para frenar el acaparamiento de dosis: “¿Dónde está la fraternidad universal?… La ONU tiene que intervenir porque parece un florero, está de adorno”. (De acuerdo con el Launch and Scale Speedometer, México ha adquirido 175 millones 800 mil dosis).

El 11 de marzo, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, reiteró el llamado a la solidaridad: “Unos pocos países acaudalados están administrando la mayoría de las dosis. Las vacunas contra el Covid-19 deben considerarse un bien público mundial. Ningún país puede superar esta crisis actuando en solitario”.

Dos días después, los gobernantes de Austria, Bulgaria, Letonia, Eslovenia y República Checa enviaron una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la que denunciaron la inequidad en la repartición de las dosis y exigieron una cumbre para redefinir las reglas de distribución. “Este sistema va a acabar provocando que algunos países hayan logrado la inmunidad por contacto mientras que otros se habrán quedado muy atrás en este sentido”, indica la misiva citada por la agencia DPA. Tras el reclamo, el bloque europeo aceptó flexibilizar sus lineamientos para la distribución, pero falta atender la petición de la cumbre.

En medio de esta situación aún hay resquicios para la esperanza. El Banco Mundial anunció un paquete de financiamiento de 12 mil millones de dólares para que los países en desarrollo puedan comprar vacunas. Además, una organización fundadora de Covax ya inició negociaciones con países ricos para que, cuando hayan vacunado a cierto porcentaje de la población, puedan destinar un porcentaje de dosis a los menos favorecidos que, aun teniendo las vacunas enfrentan nuevos desafíos, como la falta de la cadena de frío y proveedores en áreas rurales y logística de seguimiento.

La disputa por las vacunas avanza a contrarreloj, mientras el mundo ha atestiguado más de 120 millones de casos y la muerte de más de 2 millones 650 mil personas.

Para concluir retomo el dato que proporcionó el director de la OMS en aquel discurso de enero, que advertía que según estudios de la Cámara de Comercio Internacional, el llamado “nacionalismo vacunal” podría suponer pérdidas de hasta 9.2 billones de dólares estadounidenses en todo el mundo, es decir: que la premisa del “Yo, primero” derivará, entonces, en un “Todos nos jodimos”.

Las cifras muestran un panorama del comportamiento moral de ciertos gobiernos que después, cuando las condiciones lo ameritan (y dependiendo de sus intereses geopolíticos) se atreven a dar cátedra sobre democracia, justicia y respeto a las libertades.

*Periodista, poeta y aprendiz de piano. Directora de Diarios de Covid-19

Facebook: Diarios de Covid 19 / diariosdecovid@gmail.

«No es en las tetas, es en el cerebro»

En el mes de la mujer va este escrito a quien aprecia la belleza física y da valor sublime a la felicidad, esa que no está en las tetas, sino en el cerebro.

De la colección de barbijos de David Silva / Modelo # 299 Día de la Mujer / Womans day T/B CV19

Por Marayira Chirinos*

El título de este artículo, que corresponde al de uno de los libros más vendidos de Simón Colmenarez, dista mucho de una mirada feminista o machista del concepto de mujer en su mes de celebración. Por el contrario, por la animadversión que tengo hacia los “ismos” (feminismo y machismo) que tanto daño han hecho al tejido social, persigo en este entrega escribir para ellas y para ellos, para todo aquel que aprecia la belleza física, pero también el valor sublime, perenne e incontrovertible de la felicidad, esa que no está en las tetas, sino en el cerebro, pero en el cerebro de ambos, del hombre y la mujer.

Tampoco pretendo irrespetar la práctica de las cirugías plásticas, especialmente la mamoplastíia, muy por el contrario, conozco el efecto emocional positivo que, bien trabajado, puede generar en la autoestima de la mujer, lo que reafirma, una vez más, que es en el cerebro donde radica todo, y es ese órgano el que debemos cuidar, entender y hasta consentir con pensamientos propositivos.

Estamos transitando el mes de la mujer, pero este escrito no es solo para nosotras, es para todo aquel que reconozca que debemos frenar la competencia que nos ha separado a ambos géneros y nos ha llevado a ratos a destruirnos mutuamente.

A lo largo de estas entregas hemos hablado de valores que cada vez cobran más vigencia y fuerza. La tolerancia es uno de ellos, y para lograrlo hay que pasar necesariamente por el respeto, la consideración y la empatía. Si nos ponemos en el lugar del otro podemos entender sus preocupaciones y sus miedos. Fórmula perfectamente aplicable también para la mujer con respecto al hombre,  ¿o acaso aún hay quienes piensan que en ellos no albergan muchas veces miedos?

Insertar la neurociencia en este tema no resulta rebuscado, por el contrario. Simón Colmenarez sobre esto señala que: “Al tratar, por ejemplo, la explotación de la mujer por el hombre se concibe al hombre como victimario, se crean leyes y normas que obliguen al hombre jurídicamente (que es correcto para solucionar las consecuencias), pero nunca nos detuvimos a analizar las causas, y crear recursos para neutralizarlas. Por ejemplo, el dominio de ella por medio de sus emociones para que no fuese presa de aflicciones, inseguridades, miedos o frustraciones; al final es lo que hace que sea sometida, alimentando su percepción de fragilidad. (…) La causa no tratada es una problemática de controlar tanto al hombre como a la mujer, someterlos por vía de temperamento, educación inculcada por tutores y educación formal; moldeando el carácter requerido para tal fin. Sumado a ello, cambiarles la percepción de la realidad que los rodea por vía de las modernas herramientas neurocientíficas para el control de seres humanos.” 

Empoderarnos, descubrir el mundo real e iniciar el primer día del resto de tu vida, caminando hacia la autorrealización, la plenitud y el éxito personal no son exclusividad de la mujer, también de ellos, pero en perfecta y poderosa complementariedad, como nuestro cerebro mismo, es mucho más grande lo que podemos lograr.

Aún hay mucho por hacer para lograr esa maravillosa sinergia, pero es un hecho que se está trabajando para lograr alianzas propositivas entre hombre y mujer para alcanzar objetivos cada vez más visibles en el ámbito social, empresarial y familiar; y aunque la protagonista este mes sea la mujer, y ellos no tengan ningún mes que celebrar, los invito a ambos a descubrir su potencial y evitar bajo cualquier pretexto pasar por encima del otro.

El libro que hoy refiero y además recomiendo está dirigido al “paciente X”, ese que no tiene identidad ni quien lo represente, y que muchas veces ni siquiera sabe él mismo quién es; humanos que habitan en un mundo inhóspito al cual adoran, a pesar que les despoja de salud, tiempo y humanidad puede ser usted, amiga o amigo lector. Estás a tiempo de grandes cambios y de entender que en definitiva no todo está en las tetas sino en el cerebro.

*La autora es periodista, politóloga y conductora de televisión en Venezuela. Madre de Sarah, Samuel y Abraham.

Tiempo suspensivo (II)

En esta segunda entrega de fragmentos del libro Tiempo suspensivo (Ediciones Proceso, 2021), la periodista chilena Yasna Mussa comparte el relato de varias jornadas que transcurrieron entre mediados de marzo e inicios de abril de 2020, pocos días después de que la OMS confirmara que el Covid-19 era una pandemia. Con autorización de la editorial reproducimos el texto.

Foto: Especial Tiempo suspensivo

Yasna Mussa

Santiago de Chile

Marzo

Domingo 15

Hoy comenzamos la cuarentena en casa, donde habitamos tres: P, mi novio; mi perro Morfeo y yo. Con P decidimos quedarnos en casa, pero por el momento la decisión es también parte del privilegio. No todos están autorizados a realizar teletrabajo y muchos empleadores creen que es una medida exagerada. El gobierno está actuando mal y tarde y, en dos semanas, ya hay 70 casos confirmados.

Hace apenas 5 meses este país estaba en llamas por la indolencia de quienes nos gobiernan y porque el sistema ya no da para más. La Suiza de Latinoamérica era en realidad una estafa que se pagaba a más de 12 cuotas y con altos intereses. No me atrevo a dejar el destino de mi salud en sus manos, así que preferí encerrarme voluntariamente. 

Ayer hicimos algunas compras por Internet y hoy fuimos al súper por un par de cosas más. Nos preparamos como si fuéramos de viaje. O a un camping. Había más gente de lo habitual pero aún está todo tranquilo, aunque al parecer el pánico es escrupuloso: arrasaron con el papel higiénico, con el cloro y los útiles de aseo. Una señora llevaba la mitad del carro del supermercado con papel higiénico y se ganó miradas de desprecio de todos a su alrededor, incluyendo a la cajera que la atendió de mala gana. No puedo mentir: yo también la juzgué. 

Lunes 16

Hoy desperté temprano y preocupada. Decidí armar una agenda para no volverme loca y así organizar mis días. Tener actividades diarias saludables. Aunque soy freelance y acostumbro a trabajar en casa, hay algo en esta psicosis colectiva que hace más agobiante el encierro. Así que por la mañana instalé mi mat e hice media hora de yoga. Luego decidí ducharme y vestirme como si tuviera que salir a algún compromiso. Me pinté los labios de color rojo olvidando que al rato tendría que esconderlos bajo la mascarilla. 

He leído tips sobre cómo sobrellevar estos días de cuarentena y todos coinciden en no caer en la tentación del pijama eterno. Así que una vez vestida saqué al perro a su vuelta matutina por el barrio, el único paseo que nos permitimos mantener, aunque acortando el trayecto y eligiendo las calles menos transitadas. El número de contagiados aumentó a 155 y desde el miércoles 18 se cerrarán todas las fronteras. Con P nos tomamos una botella de vino y luego nos sentimos culpables por pensar sólo en lo inmediato. Nadie sabe cuánto podrá durar todo esto. 

Martes 17

Hoy desperté temprano y mi mañana transcurrió como de costumbre: preparé café, leí los periódicos, regué algunas plantas. Extrañamente estas dos últimas noches he dormido bien. Muy bien. Una sorpresa en medio de mi crisis aguda de insomnio. Como si al saber que hay una amenaza real y mundial se ordenaran mis prioridades y se calmara mi ansiedad en otros aspectos. O quizá sentir que esto que nos afecta a todos es compartido y no estoy sola. Quién sabe, pero como nunca he logrado cierto ritmo y orden: cumplí con mi clase online de yoga y logré hacer la mayoría de mis tareas. Por la tarde me entero de que el número de contagiados aumentó a 201. El ministro de salud, al que nadie le cree, dice que el peak será cerca del 28 de abril. Recién he vuelto de pasear al perro. Poca gente en las calles, pero mucho más de lo que hubiese imaginado. Siento que la mayoría aún está incrédula y quizá por primera vez los medios tienen algo de razón.

Sábado 21

Esta mañana cuando desperté, pensé que todo esto de la pandemia había sido un sueño. Segundo día consecutivo que me pasa lo mismo. Luego me levanté y decidí quedarme en pijama todo el día. Me senté en el balcón a leer y noté que había más pajaritos que de costumbre. El silencio de la calle es notorio por estos días y los pájaros cantaban en coro como nunca los escuché. Acaba de comenzar el otoño y hay una luz muy bonita. El ministro de Salud anunció que hay una primera fallecida por el Covid-19, una anciana de 82 años. Me asusta lo que puede pasar con todo esto. 

Domingo 22

Hoy amanecí con mucho ánimo. Con ganas de cocinar y preparar todas esas recetas que nunca hice por falta de tiempo, así que preparé arroz tapado, un plato peruano que P. se devoró. El resto del día me la pasé hurgueteando en recuerdos. Parece que el tiempo se detuvo y el encierro te enfrenta con un presente repetitivo que sólo tiene sentido cuando te sostienes en los recuerdos. En los viajes que hice, la gente que conocí, todas esas personas que echo de menos. Cada actividad social que tuve hace menos de dos meses me parece lejana, como si nos separaran años de distancia. 

Después de comer saqué unas cajas que quedaron cerradas desde la mudanza y comencé a revisar libretas antiguas: ahí mezclados encontré textos que me gustaría pasar en limpio y fotos que no recordaba que tenía. Unas polaroids que parecen sacadas de otra época. Las hice con una cámara moderna que imita los antiguos artefactos y la compré en Bangkok, made in China. Sentí una especie de nostalgia que de seguro es efecto colateral de este virus maldito que comenzó allá, en Oriente, y que ahora, a este lado del mundo, me tiene encerrada probando recetas nuevas y con sobredosis de encuentros por Zoom. 

Abril

Viernes 3 

Hoy es el cumpleaños de mi padre. Cumple 64 años y este año se convirtió en abuelo. Esperamos tanto la llegada de mi sobrino que ahora parece un castigo que este motivo de fuerza mayor nos impida verlo crecer durante sus primeros meses. Pero hablaba de mi padre porque es una persona inquieta, que adora salir y juntarse con sus amigos en el café al que asiste casi de manera cotidiana. No logro imaginarlo encerrado. Nunca. Mucho menos el día en que cumple años. Creo que a la gente mayor le ha costado entender eso de no salir, de no ver a nadie, de usar mascarilla. Como si se sintieran inmunes o que, al ir de retirada, la vida no está para desperdiciarla encerrados y solos.

Bueno, la gente mayor en general, porque a mi abuela Clara no le ha costado ni un poquito. Ella tiene tanto rechazo por los hospitales, los médicos y los exámenes, que es la única de la familia que está llevando la cuarentena con la disciplina de una bailarina. Quedó bastante traumatizada luego de acompañar a mi abuelo durante su lucha contra el cáncer. Fueron apenas tres meses, pero lo suficientemente intensos como para convencerla de que lo mejor que puede hacer es evitar poner un pie en algún centro de salud. Por eso, aunque vive sola desde hace varios años, se las arregla para que le lleven las compras sin necesidad de salir. Su único acercamiento para con el mundo exterior es WhatsApp. Y a medias. Cada vez que me escribe un mensajito me pide disculpas porque no sabe cómo poner las tildes. 

Con todas estas noticias de tanques de oxígeno, abuelos muriendo y despedidas inconclusas me acordé de mi abuelo y tuve ganas de llamar a mi abuela. Pensé que sería una conversación casual, como de costumbre. Pero al parecer, el encierro y la tevé la trasladaron a los mismos recuerdos que bombardean mi cabeza por estos días. A ese año en que mi abuelo enfermó gravemente y tuvieron que instalarse en la capital para acceder al tratamiento que necesitaba, pero que al final no lo salvó. Durante esos tres meses vivieron en un departamento arrendado, con muebles antiguos y ajenos, donde yo también pasé una temporada con ellos. Era, como decimos en Chile, la regalona. La primera hija, nieta y sobrina. La única niña en un mundo de adultos, así que nadie dudó de que también debía acompañar a mi abuelo en su estadía hospitalaria. 

Desde hace 4 años vivo en Santiago, muy cerca de aquel departamento de mis recuerdos de infancia. Pero por más que camino por allí no logro identificar el edificio. Todos se parecen y me confunden, y no quería preguntarle directamente a mi abuela porque sé que hasta hoy le provoca dolor su partida. Por eso me sorprendió cuando luego de hablar de una receta me preguntó de manera muy casual dónde queda mi nuevo hogar. 

‒Muy cerca del departamento donde vivimos con tu papi‒  me dijo cuando escuchó mi dirección. Y luego soltó el número de aquel edificio.

Al cortar el teléfono, entré a la comisaría virtual, saqué un permiso para paseo de mascotas, tomé a Morfeo y me puse la mascarilla. Dimos su vuelta cotidiana por el barrio y allí estaba: el edificio que veo casi a diario y que hasta hoy no sabía que estaba tan cerca de casa. Allí, se congela el tiempo con sus recuerdos, con la voz de mi abuelo, con ese tanque de oxígeno y su respiración entrecortada. La calle estaba vacía y los árboles amarillos de otoño. Me toqué la cara dos veces y pensé en el virus, en este encierro, en que soy vecina del aquel recuerdo de infancia. 

Al volver a casa me senté en el sofá y pensé que este es el único puzzle que he logrado armar durante esta cuarentena.

(*) Este texto forma parte del libro Tiempo suspensivo. Diarios de la pandemia alrededor del mundo, elaborado por Revista Late y publicado por Ediciones Proceso en enero de 2021.

«Estamos en lucha»

En el 8M, mujeres nuevamente alzaron la voz

Por Aracely Martínez / Reportera gráfica / Ciudad de México

FB @CelyaraNezmartiTizor IG @celyarafoto TW @aracelmargmail1

El pasado lunes 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer, miles de mujeres tomaron nuevamente las calles de la Ciudad de México para exigir a las autoridades de todos los niveles cambiar su política hacia ellas: «Somos humanas y exigimos nuestros derechos: el patriarcado y el machismo debe caer», retumbaron sus gritos en las avenidas y calles capitalinas. 

México es una de los países en Latinoamérica con altos indices de violencia de género, reflejados en el nivel máximo de crueldad contra ellas (los feminicidios), así como las miles de mujeres desaparecidas en todo el país que no tienen respuesta o investigaciones para dar con su paradero o informes a sus familias. La indolencia, inacción, dolo y discriminación de que somos víctimas a diario en todos los sectores en que nos desempeñamos, la remuneración desigual y el reconocimiento condicionado en muchas ocasiones.

El 8 de marzo de cada año es una conmemoración en reconocimiento a todas las mujeres del mundo y una reafirmación de la exigencia de respeto, humanidad y visibilidad en la sociedad machista que no quiere reconocer nuestro papel, importancia y valor. «Sin nosotras todo se pararía», alertamos.    

MÉXICO FEMINICIDA

¡VIVAS NOS QUEREMOS! ¡ NI UNA MENOS! ¡BASTA DE FEMINICIDIOS¡

¡JUSTICIA! ¡JUSTICIA! ¡JUSTICIA!

RELATOS VIRALES

Historia de una pandemia

Nunca usó cubre bocas

«Claro de luna» – Foto: Susana Bercovich

Por Esther Baradón Capón*

Aunque nunca fuimos amigas, Ángeles y yo sostuvimos una buena relación de vecinas. Siempre nos saludamos con gentileza y yo sabía que podía contar con ella en cualquier circunstancia. Vivió en el departamento junto al mío por más de veintisiete años. Vi crecer a sus hijos y a sus nietos.

No me enteré de su muerte hasta dos meses después, cuando conversando con un vecino, de esos que siempre saben todo lo que pasa en el edificio, deslizó el tema sin especificar el motivo del fallecimiento, y como seguía hablando sin hacer ninguna pausa ya no me dio tiempo de preguntarle.

Sobra decir que quedé en shock y llegando a casa lo primero que hice fue darle la noticia a Ray. Por obvias razones, los dos dimos por sentado que había fallecido por Covid-19. Comentamos que no nos extrañaba, ya que siempre se rehusó a usar cubre bocas. Ray me contó que en una ocasión la vio subir a un colectivo sin protección y recordamos la vez que, al pasar frente a su local donde ella vendía refacciones para autos, siempre la vimos sin cubre bocas y evidentemente nos parecía que ese era el motivo del contagio.

Ni qué decir del fiestón que organizaba cada Navidad cuando llegaban sus familiares y había risas, gritos, baile y la música a todo volumen hasta altas horas de la madrugada. ¿Cómo no se iba a contagiar?

Un día escuché a la señora que le ayudaba en las labores domésticas, entrar al departamento de Ángeles. Me coloqué mi cubre bocas y salí a tocarle. No sabía cómo abordar el tema y tartamudeando le dije: “Oiga Lilia, me enteré que… que algo le pasó a Ángeles”.

Me respondió: “Pero señora Esther, a poco no sabía, si esto pasó desde el 6 de diciembre, le dio un paro cardíaco”.

Fue entonces cuando me entré que ella sufría de una enfermedad crónica del corazón. Que el día que falleció regresó de Cuernavaca en donde estuvo visitando a sus suegros y que dos horas después se quedó dormida en la silla del comedor y ya no despertó.

Ray y yo, que habíamos hecho todo tipo de conjeturas sobre las causas de su muerte,  que el transporte colectivo, la fiesta de Navidad y la refaccionaria en medio del semáforo rojo en mi colonia nos sorprendió que no haya muerto por covid, si nunca usó cubre bocas…

*Aficionada a la escritura, amante de las artes, la música, la fotografía y el teatro.

TW: @BaradonEsther  / FB: Esther Baradon

En el Día Internacional de la Poesía

“Hablamos de la Fonoteca Global en Español y la Grecia clásica”

Roberto Rodes es el director de la Fonoteca Global de Poesía, un fondo documental de las voces de los poetas en español y otras lenguas. Foto: Fonoteca Global de Poesía

Por Roberto Rodes*

Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Poesía, el próximo 21 de marzo, deseo compartir con ustedes mi alegría por ver crecer un proyecto largamente deseado.

Desde hacía tiempo me rondaba la idea de crear un Fondo Documental de Voces donde estuvieran los mejores poetas en Lengua Española de todo el mundo.

La tarea siempre la presentía ardua, necesaria de un esfuerzo colosal para poder llevarla a cabo. Surgían dudas, cómo no, ante tan enorme proyecto. Mientras tanto la idea seguía ahí, en mi cabeza.

Llegó el confinamiento, las noticias duras de los momentos amargos. Todos empezamos a estar cada vez más bajos de ánimo.

Pensé que quizás era el momento apropiado para iniciar un proyecto que generase ilusiones y decidí pulsar la opinión de buenos amigos a los que hablé con entusiasmo del proyecto. Todos ellos grandes poetas: Carlos Vitale y Antonio Tello en Argentina, Alfredo Pérez Alencart de Perú y Salamanca, Luz Mary Giraldo en Colombia, Macarena Barahona y Alexander Anchía en Costa Rica, Giovanna Benedetti de Panamá y otros más. A todos les entusiasmó colaborar en la Fonoteca y, a su vez, contagiaron la ilusión a muchos más poetas.

Gracias al entusiasmo de los poetas hemos podido iniciar la creación de la Fonoteca Global de Poesía a la que estáis todos invitados poetas y lectores o espectadores.

Quiero detenerme en la importancia que le doy al término Entusiasmo. Sin duda, es el motor que hace que fonotecapoesia.com sea el lugar de reunión para todos los amantes de Poesía.

Entusiasmo, del griego enthousiasmós, que viene a significar etimológicamente algo así como rapto divino o posesión divina.

El sustantivo griego está formado sobre la preposición en y el sustantivo theós ‘dios’. 

Cuando somos llevados por el entusiasmo es un dios el que entra en nosotros, como les ocurría —creían los griegos— a los poetas, los profetas y los enamorados.

Cuídense amigos y confíen en los griegos.

* Director de la Fonoteca Global de Poesía, fondo documental de las voces de los poetas en español y otras lenguas.

https://fonotecapoesia.com/global/

La vía chilena a los cambios: discusión constitucional

El estallido chileno conquistó el derecho a sepultar la Constitución de Augusto Pinochet por medio de duras y largas luchas iniciadas en octubre de 2019. Estamos convocados para elegir en pocos días más a quienes deben discutir, redactar y proponernos una nueva Constitución, en medio de una crisis económica agudizada por la pandemia que ha profundizado las carencias y necesidades de las grandes mayorías.

La Constitución de 1980, surgida de la dictadura pinochetista, ha amparado la desigualdad en el acceso a la salud, un inequitativo sistema de pensiones y altísimos costos de acceso a la educación. Foto: Especial / Youtube BBC

Por José Miguel Arteaga*

Si bien el proceso va marchando con un calendario, reglas y formas en cierto modo consensuadas entre las diversas fuerzas políticas, la sociedad en conjunto y las instituciones políticas en particular están sometidas a fuertes tensiones en medio de este proceso.

Las grandes mayorías que conquistaron este derecho saben que sin su presión constante y decidida no lograrán sus objetivos, pero también tienen claro que está presente el riesgo de que la lucha se salga del cauce institucional y que ello podría significar graves daños y retrocesos para sus intereses.

Consta que sectores de extrema derecha en momentos álgidos de la disputa desatada desde el estallido presionaron secretamente al gobierno para una intervención más decidida y radical de las FA.AA. También ahora, en medio del conflicto con el pueblo mapuche, estos sectores piden públicamente estado de sitio para la Araucanía.

Partimos de una base indiscutible: Chile es una sociedad de clases fuertemente estratificada, con los índices de desigualdad más altos del mundo. Un escenario complejo y difícil en que la polarización y la lucha aguda son inevitables. Cambios profundos hay que hacer. Son necesarios y urgentes. Los chilenos hemos elegido hacerlos dentro de los marcos institucionales y aunque por ahora no los ha habido con la profundidad requerida, se está respetando esta tácita convención. Sin embargo, existe la posibilidad de que las fuerzas conservadoras cierren el paso a los cambios abriendo con ello interrogantes siniestras.

Chile tiene determinantes duros no fáciles de remover. Las estructuras sociales de alta concentración de capital son fuertemente gravitantes en temas críticos, económicos, políticos, culturales e ideológicos. Existen fuertes dependencias de mercados, consorcios y Estados extranjeros. El modelo Chicago es extractivista y ambientalmente insustentable. Prevalece una grave incapacidad de asimilación y desarrollo tecnológico. La concentración de capitales, recursos y poder económico es determinante en mercados clave. Hay recursos naturales y servicios esenciales en manos privadas y de consorcios extranjeros. Hay gravísimos conflictos étnicos que afectan el reconocimiento de los pueblos originarios que se arrastran por años sin resolver. Hay deformidades, restricciones y sesgos graves en el entramado de las relaciones internacionales en que Chile se mueve. Gravita sin discusión un inveterado modelo de formación y alineamiento ideo-político de las FF.AA. con evidente sesgo de clase.

Satisfacer las demandas ciudadanas con las restricciones existentes será un enorme desafío. Chile tendrá que desplegar imaginación y energía mucho más que antes y podrá hacerlo si la democracia que nos demos interprete día a día los intereses de las grandes mayorías

No se parte ni mucho menos de una hoja en blanco. Hay múltiples condicionamientos desde distintos lados. Hay que considerarlos porque todos los actores sociales y políticos intentan jugar moviendo aquellas piezas en que se abran posibilidades de intervenir a favor de sus intereses directos e indirectos a corto, mediano y largo plazo. En algunos casos sin excluir métodos extremos.

¿Qué es lo deseable? ¿Qué es posible? ¿Cómo avanzar? En principio se podría pensar que la presencia, la potencia y las aspiraciones del nuevo y masivo gran actor popular consciente de sus intereses y dispuesto a luchar por ellos, harían posible avanzar rápido y bastante lejos en dirección a los cambios necesarios. Sin embargo, hay que matizar este juicio con realismo. Ese actor social no es homogéneo ni manejable. Es una gran fuerza no manipulable ni por partidos o grupos políticos e ideológicos y en menor medida que antes por los medios de comunicación más poderosos y tradicionales, en especial por la TV.

En su comportamiento hay un conjunto de incógnitas de difícil predicción, no obstante que el contenido de sus aspiraciones está bastante claro. La crisis económica que ha provocado la pandemia ha agudizado sus carencias y necesidades, de modo que se podría esperar una radicalización mayor en sus demandas.

Es un conjunto de aspiraciones, reivindicaciones y contenidos casi no objetado por el conjunto de las fuerzas políticas, aunque con diversos grados de firmeza en la aceptación de su racionalidad y justificación. Tanto es así que salta la pregunta: ¿Cómo podría la economía de este país soportar un nivel de aspiraciones tan extendido, profundo, claro y casi sin objeciones en el escenario visible de la política y en el crítico horizonte económico que se abre a futuro?

La derecha desde luego, aunque no se atreva a objetar en público ese programa, está jugando sus fichas para postergarlo, distorsionarlo o diluirlo, buscando todas las vías posibles para incumplirlo ya que los recursos para su ejecución no pueden salir sino de su patrimonio actual o futuro, o sea de sus bolsillos. Se presentará la discusión de si el país como tal es viable con ese programa en ejecución.

¿Asfixia de la democracia? Saldrán a la palestra los técnicos y tecnócratas, los economistas y planificadores, los sabelotodo, los geómetras y calculistas de los posible y lo necesario, computador en mano. Una ardua disputa técnico-política que aún, al menos públicamente, no ha comenzado, pero que, sin duda entre entendidos, en las oficinas y en la cocina, ya se desarrolla con intensidad. La derecha ya frena dentro de lo posible cualquier medida de beneficio social, aunque ello le cueste menor apoyo en las elecciones a futuro.

Una tesis que se discute a sottovoce: ¿Qué modelo de desarrollo es el mejor para dar satisfacción a las mayorías postergadas que están protestando? Los neoliberales confesos dirán que es el mismo modelo Chicago, pero con algunos ajustes, mejorando la distribución de cargas y beneficios.

Esta discusión es sustantiva, esencial. No se ha presentado con claridad una alternativa a este modelo, pero tampoco se ha podido demostrar que se desvió de su propósito nuclear por motivos políticos u otros.

La presión social irá consiguiendo satisfacer sus demandas más apremiantes y la administración de la economía y las finanzas, más allá de que se inscriban o no en determinadas ortodoxias, tendrá que ir tomando las medidas para obtener los recursos.

Una variable importante será la tasa de crecimiento del producto, pero también serán claves tanto las vías, formas y cantidades de extracción o generación de riqueza como la forma de distribución, reparto y tributos. Como la economía del país no es un nicho cerrado, también serán claves las relaciones de producción, intercambio y comercio internacionales.

Hay una clara debilidad de las fuerzas progresistas en este campo. En esta orfandad lamentable, la gran mayoría de las opiniones en el área han comprado, por completo o en gran parte, el modelo Chicago. Será muy difícil correr el cerco porque de hecho con sus creencias y sus políticas han venido constituyendo y administrando las políticas económicas de las últimas décadas inspiradas en el modelo Chicago. Representan consciente o inconscientemente una guardia que protege los intereses de las élites empresariales dominantes, responsables directas de la situación general que vivimos. ¿Cómo contrapesar su influencia? Tarea compleja porque llevan muy adentro todo ese contrabando y, además, porque, por el otro lado, en la otra vereda, más hacia la izquierda, más cerca de la causa popular, hay poco y nada. Es un drama de alta complejidad, de difícil solución, que hay que pensar y buscar resolver porque es asunto decisivo.

Mover estos anclajes teóricos será de gran importancia, pero su dificultad no impedirá que la agenda social se vaya materializando. La movilización popular forzará este camino, aunque no hay que minimizar el poder distorsionador y falsificador del poder dominante. Su capacidad de camuflaje y de autojustificación es muy elevado. Querrá encerrar la discusión en este ámbito donde es fuerte y donde sin duda puede encontrar aliados más allá de sus propias filas.

Será un campo de batalla inevitable y es bueno que lo sea. Un desafío no menor para una izquierda que ha ido perdiendo terreno en este campo en las últimas décadas. Ya casi no le queda espacio de identidad en Chile y América Latina; de verdad en todas partes. El caso concreto nuestro y la urgencia de enfrentarlo será una prueba que podría contribuir a aclarar cuestiones clave en este espinudo problema.

Tampoco habrá que esperar las soluciones teóricas o la consistencia ortodoxa para avanzar. Es lo más probable que la realidad se encargue de pasar por encima de este chantaje doctrinario y enseñe caminos a la misma teoría. Ayudará sin duda a desentumecer los cansados y deprimidos espíritus de los economistas de este lado. Enhorabuena. Pronto se darán cuenta de lo indispensable que se hace mover puntales clave del paradigma dominante, fuertemente sujetos y sutilmente encubiertos. Habrá que empezar a sacarse buenas notas ante las grandes mayorías postergadas y no ante los grupos de poder, internos y transnacionales y los organismos internacionales como el FMI, el BM o el Tesoro norteamericano.

Satisfacer las demandas ciudadanas con las restricciones existentes será un enorme desafío. Chile tendrá que desplegar imaginación y energía mucho más que antes y podrá hacerlo si la democracia que nos demos interprete día a día los intereses de las grandes mayorías. Sin duda costará llegar al punto en que este camino se aclare, se abra y consolide, pero nada podrá impedir que esta realidad se constituya y establezca como una nueva etapa en nuestra historia. Es un prometedor futuro que costará trabajo, pero los niveles de movilización y lo aguerrido de sus protagonistas hacen pensar que las cosas irán por ese camino.

Demos término a estas notas con un antiguo adagio que pone en relieve las tareas constitucionales que estamos enfrentando. Un viejo chino decía que cuando los reinos deben sucumbir tienen muchas leyes. No queremos con esto desmerecer la nueva Constitución. Es una enorme conquista haber abierto esta puerta, pero más que la nueva letra y los códigos, vale el pueblo consciente y movilizado, es decir, el autor y protagonista real de la historia. No nos enredemos demasiado en las formas y los papeles. Vamos a lo más sustantivo, vamos al hueso.

*Filósofo y economista chileno, @josemiguelart17

COMETE UNA ESTRELLA

Carta de amor para Belén y toda su generación

Por María Xavier Gutiérez L.*

Hoy de noche no sabía dónde ir, entonces encontré un refugio acostada en la grama, viendo las estrellas moverse… aunque dice Copérnico que soy yo la que gira. De repente allá van, alguien se va, alguien llega, alguien nunca regresará. Allá van arriba, montadas en el avión.

Son millones los ojitos brillantes que me ven, pero yo solo veo algunas, tan silenciosas ellas, tan distantes que parecen, pero en molote, siempre están en molote. ¿Cómo es eso?, me pregunto yo. Me quiero comer una para que nunca más me den mariposas en el estómago. Así le dije a mi hija Belén, en realidad se llama María Belén, pero a ella le gusta más usar su segundo nombre. Cuando cumplió quince años le recomendé que se coma una estrella si algún día algo le da miedo, como irse del país, iniciar un proyecto, terminar un ciclo, una relación, enfermarse, etcétera. Comerse una estrella es bueno para cualquier cosa que nos de mariposas en la panza. Debería de haber envases con estrellas al lado de las vitaminas en la alacena de la cocina, y comernos sus polvos mezclados con leche o con agua para los veganos.

A veces pienso que yo también soy una estrella, pero caí en la Tierra. Es que cuando era bien pequeña yo sentía que me absorbía el espacio sideral y que este era absolutamente gigante y que yo era ínfimamente pequeña. Sentía que era parte de sus elementos -quizá fui una fugaz-, aunque a decir verdad me daba miedo el proceso de absorción porque no quería “desaparecer”.

Esa idea de que un día el universo se va a encoger hasta dejar de existir me deja la más grande de las preguntas: ¿Qué va a pasar con Dios? Supongo que Dios necesita un campo energético para existir, es la fuerza del balance -el balance es justicia-; entonces, ¿también desaparecerá Dios? ¿Y con ello todo lo que conocemos como vida, sin posibilidad de volver a existir? Bueno, como los lapsos del universo se cuentan en miles de millones de años, supongo que ha de pasar buen rato para que suceda otro Big-Bang. Voilá, entonces la respuesta es que Dios entrará en fase de hibernación por ese tiempo hasta que corrija los errores de esta fase y decida que la vida regresa pero en versión mejorada, quizá solo vegetales y bacterias. En ese caso prefiero ser una alga marina.

Para mientras todo eso sucede sigo echada en la grama imaginando que me estoy comiendo una estrella caliente. Últimamente me apetece comerlas. También imagino que comparto una de sus aristas con otras mujeres, es que las mujeres a veces necesitamos estrellas en la nutrición, no solo para agarrar valentía sino porque todas somos estrellas que caímos a la Tierra, comer estrellas nos fortalece los huesos y las agallas.

Belén ya sabe cómo lazar una estrella y absorberla, yo le enseñé, aunque creo que mi hija es mas aterrizada que yo, es un poco más terrícola, y eso es bueno, quizá sufra de menos mariposas en la panza que yo. A veces le digo que cuando yo vuelva a ser grande quiero ser como ella porque la admiro mucho. Me habla de cosas de la vida cotidiana, por ejemplo me ha enseñado cómo se usa la copa menstrual, los shampoo en barra, emprendió un negocio y sabe defender a sus amigas, es de las que se pone la capa y vuela a auxiliarlas. Entre sus libros de lectura hay del espacio, de autoestima y de género, y yo me digo ¡vaya! yo supe de autoestima cerca de mis 40.

Me cuenta que entre sus amigas discuten con entusiasmo lo que aspiran a estudiar y que no se les pasa por la cabeza aún la maternidad, para bien o para mal, eso no es una prioridad. En 2020, antes que el Covid-19 nos encerrara en casa, en su escuela ellas celebraron el Día Internacional de la Mujer, se reunieron en el patio central y gritaron en alto los nombres de las mujeres asesinadas por femicidio en Nicaragua… Estrellas nombrando a otras estrellas.

Belén me da mucha esperanza en el futuro de las mujeres y por consiguiente del planeta. Si su generación obtiene más espacios de incidencia ciudadana podrán corregir el rumbo de todo, la idea del balance y de la justicia puede estar en sus manos.

No se dejen, muchachas, de nadie. Nosotras las escoltamos, somos las estrellas brujas, las sabias, tenemos las antorchas y la fe en ustedes. Cada generación ha arado un pedazo del camino en la historia, ustedes son poderosas porque antes hubo otras. Además cuentan hoy con gran libertad de pensamiento y de acceso al mundo que antes no había, cuando las niñas eran criadas solo para ser esposas.  

Belén, a veces te va a dar miedo levantar la mano para cuestionar, a veces los criterios machistas te van a decir que no elijas matemáticas, a veces te va a costar ser escuchada entre las voces masculinas que gritan y resuenan. Entonces mira al cielo como yo lo hice esta noche, laza la estrella más puntuda y absorbe su materia. A fin de cuentas vos y tus amigas también son estrellas.

Te amo,

Mamá

*Comunicadora social nicaragüense, escritora del blog Mujer Urbana https://mujerurbana.blog/, artista en exploración y maestra de yoga. Afirma que “cuando escribo entro en la ‘zona’, ese infinito espacio interior donde todo sucede”. 

www.mujerurbanablog.wordpress.com / Cosas que pasan cuando estás vivo (Liniers)