Paula tiene 4 años, vive en la Ciudad de México y aunque sueña con ser cantante y bailarina, también es una artista del dibujo. Cada vez que visita a sus abuelos, les llena las paredes con sus creaciones. Tal vez de grande ella sea las tres cosas: cantante, bailarina y pintora.
Les compartimos esta muestra y agradecemos a Paula por colaborar con los Diarios de Covid-19.
Marzo es el mes más emblemático para la lucha feminista por la conmemoración, el 8, del Día Internacional de la Mujer, una jornada de protesta y reflexión sobre los avances en la búsqueda de justicia, igualdad y el derecho a vivir sin miedo. En esta galería, la fotógrafa comparte su visión sobre la marcha del 8M en la Ciudad de México.
Por Melina Flores
Quedarnos en casa ha sido la principal recomendación durante este tiempo de alerta sanitaria, pero no se habla de la otra pandemia, la de la violencia de género. Y es que el «Quédate en casa» ha sido la recomendación dada para no contraer el Covid-19, y esta medida se propone también para combatir los abusos contras las mujeres y niñas.
Este mal es un virus social al cual estamos expuestas todas las mujeres: sobrevivir en medio de la violencia exacerbada de las calles a fin de poder llegar salvas a casa, y de los micromachismos que permean en la sociedad.
¿Cuántas veces no hemos escuchado argumentos como «No salgas tan noche», «¿por qué fuiste sola?, «tú provocaste que te pasara eso» o bien: «¿Por qué hasta ahora denuncias si te ocurrió hace años?». Es decir, se lee entre líneas que «la culpa es nuestra» con estas y otras frases que lo único que hacen es tratar de revictimizarnos. Incluso, se deduce que no debemos salir de casa a riesgo de ser violentadas.
Ya no sabemos qué es más peligroso, si el riesgo de contagiarnos a causa de un virus que puede ser mortal, o que nos asesinen gratuitamente a manos de una mente perversa.
Nos cuidamos de lo que nos pueda suceder en la calle, porque eso es lo que nos han hecho creer a lo largo de la historia, ya que es «afuera» donde se viven y padecen los peores actos aberrantes que una mujer pueda llegar a experimentar.
¡Mentira! Porque el aumento en las cifras de violencia doméstica, violencia laboral, violencia social, nos demuestra y confirma que no estamos a salvo en ningún lugar. Los agresores no dan tregua y se disfrazan como parte de nuestra propia familia, un amigo, un conocido; aquellos en quienes hemos depositado nuestra confianza, pueden convertirse en nuestro peor enemigo.
Eres ciudadana de segunda clase, sin privilegios y sin honor, porque yo doy la plata estás forzada a rendirme honores y seguir mi humor. Búscate un trabajo, estudia algo, la mitad del sueldo y doble labor, si te quejas allá está la puerta, no estás autorizada para dar opinión. De tu amor de niña sacaré ventaja, de tu amor de adulta me reiré… Con tu amor de madre dormiré una siesta y a tu amor de esposa le mentiré. Nosotros inventamos, nosotros compramos, ganamos batallas y también marchamos. Tú lloras de nada y te quejas de todo para cuando a veces nos emborrachamos.
Los Prisioneros retrataron con letra y música nuestro pasado y presente con el tema «Corazones rojos». Hoy seguimos en pie de lucha.
Históricamente, se nos ha obligado a guardar silencio, sobre todo si trata de algo que va en contra nuestra, así como a ser un instrumento al servicio de los demás. Son muchos años desde que nuestras ancestras vivieron bajo la sombra de alguien más, sometidas a presenciar o a ser sujeto pasivo de los actos más despreciable que un ser humano puede ejercer contra otro. Vivir en sumisión y violencia, disfrazada de «actos de amor» por el simple hecho de permanecer dentro del núcleo familiar, esos famosos lazos de sangre y pactos filiales.
Es a causa de esta permisividad obligada con la que lidiamos, que tememos decir «No», pero estas dos letras sobre nuestra principal salida para dejar de experimentar bajezas que nos lastimen. Callarnos para no generar «alboroto» o provocar un «conflicto de intereses», porque incluso ese silencio obligado al que nos someten lo enfrentamos también en nuestras áreas de desarrollo personal, social, intelectual y laboral.
Hoy, cuando hemos decidido rebelarnos, nos tachan de locas, de exageradas o de radicales, pero es esta supuesta locura una muestra palpable de nuestra rabia que exige justicia, igualdad, reciprocidad y empatía para que finalmente podamos vivir en paz, libres y aferradas inclusive a la sororidad de otras mujeres que comparten la misma lucha en defensa de la igualdad de derechos.
¡Ya nos cansamos de decir «Sí» a todo!
Estamos en el camino, y a pesar de que la pandemia se convirtió para muchas de nosotras en otro ciclo de violencia machista exacerbada, seguiremos exigiendo justicia, alzando la voz para romper todo, «Romper el Pacto», ese pacto patriarcal que lastima y daña y que, en el peor de los casos, «nos está matando».
A partir de una iniciativa de emprendimiento hecha desde Venezuela, la autora muestra las características de la Economía Colaborativa, un modelo que vuelve necesario agrupar a personas con intereses comunes para optimizar el uso de sus activos, aportando algo a su comunidad y al colectivo.
2022 es un año realmente prometedor. Venimos de dos años de profunda incertidumbre, miedo y grandes aprendizajes. Queda claro que el mundo cambió para siempre con la pandemia (ahora endemia), y que lo aprendido queda ya como huella indeleble para enfrentar nuestra nueva realidad, donde, además, se pone a prueba nuestra capacidad de supervivencia, sobre todo en países como Venezuela donde la economía no termina de reactivarse.
Una manera de hacerlo surge de iniciativas propositivas que plantean la implementación de nuevas prácticas ligadas a la innovación y la tecnología; entre ellas nace la llamada Economía Colaborativa, que se presenta como una alternativa viable que mitiga el impacto de la pandemia y moviliza diversos sectores de esta rama tan sensible.
La Economía Colaborativa es un modelo que opera bajo un esquema innovador y descentralizado, proporcionando una alternativa viable para promover el crecimiento económico: particularmente en Venezuela, existe un proyecto vanguardia, con fuerte presencia en redes y plataforma web desde hace año y medio, amparado en este esquema de economía colaborativa, orientado al sector ganadero, que promueve e impulsa con grandes esfuerzos la ganadería autosustentable rindiendo óptimos resultados. Se trata de Clabe Ganadera, siglas que responden a las iniciales del nombre de las hijas del creador de la organización, pero que hacen un juego de palabras perfecto cuando de “clave” organizacional en materia ganadera se refiere.
Pensamiento Propositivo entrevistó a Nicolás Pacheco, fundador y presidente de Clabe Ganadera para certificar, entre otros valores y propósitos de dicha iniciativa, la premisa “ganar-ganar” de los involucrados, toda vez que la ecuación aspira a generar un triple impacto: económico, social y ambiental.
En lo económico, señala Pacheco, ganan todos los involucrados un beneficio cuantificado según la producción. A su vez, en lo social, además de los empleos directos e indirectos y toda la cadena de valor que se genera con base en la producción, se han llevado adelante algunos programas concretos a unidades educativas en las zonas rurales donde se opera, con proyección de crecimiento a futuro. Con respecto a lo ambiental, Clabe Ganadera trabaja con sistemas de manejo adecuado que procura que las carnes producidas sean de cero carbono; además de que trabaja con sistemas de pastoreo que promueven la conservación del suelo, evitando la quema y permitiendo la regeneración de la biosenosis del suelo.
La propuesta de valor de Clabe Ganadera dinamiza el sector productivo de muchas maneras, produciendo un elemento básico e importante como es el de los alimentos. Además, aporta dinamismo a toda la cadena de valor del circuito cárnico, es decir, obreros, veterinarios, ingenieros, contadores, economistas, abogados, marketing, ingenieros en sistema, jornaleros, caporales, inversores, consumidores, transportistas, tiendas agropecuarias, entre otros; consolidando ese efecto positivo en la economía real de la producción.
Economía Colaborativa como modelo propositivo
Sin duda, los modelos de economía colaborativa se inscriben perfectamente en las propuestas que dan solución a las dificultades de las áreas donde opera. Cabe destacar que los modelos de economía colaborativa son descentralizados, es decir, no dependen de un ente externo que controle, vigile o disponga. Los modelos colaborativos nacen de la libertad de los ciudadanos y se diseñan para crear soluciones a problemas comunes que tienen las partes o las personas que forman parte de una comunidad; son modelo P2P o de persona a persona. La esencia de la economía colaborativa es compartir activos subutilizados para optimizar su uso.
En ese sentido, el modelo de Clabe Ganadera busca crear una comunidad entre personas de la ciudad y personas del campo que tengan fincas subutilizadas, a fin de optimizar su uso y generar el triple impacto antes mencionado.
Como vemos, se hace necesario seguir ejemplos como Clabe Ganadera: agrupar a personas con intereses comunes para optimizar el uso de sus activos, aportando algo a su comunidad y al colectivo. Su frecuencia y dinamismo dependen mucho de la iniciativa de todos y de cada uno de nosotros. Seamos propositivos y convirtámoslo en un accionar.
*Politóloga y comunicadora venezolana. Madre de Sara, Samuel y Abraham. Agradecemos al diario venezolano El Universal por permitir la reproducción de esta columna.
En esta entrega, la autora nos habla sobre el duelo por la muerte de una pareja, la persona con la que se tuvo todo un proyecto de vida. «Cuando una pareja muere hay que aprender a reacomodarse, adaptarse a una forma diferente de resolver las cosas, aprender a vivir sin esa persona que estuvo a nuestro lado durante tanto tiempo», es una de sus recomendaciones.
Por Claudia Guillén*
Ilustración: Adriana Bancalari | Resistencia, Argentina
Cuando la realidad conocida se rompe, lo seguro y lo ordenado se vuelve caótico. Jorge Bucay
La pérdida de un ser querido es dolorosa; cuando se produce la pérdida de la pareja ocurre un vacío difícil de llenar. Es la persona que elegimos para que nos acompañara el resto de nuestra vida; tal vez es la persona con la que pasas la mayor parte del día, por lo que se puede tener una rutina compartida: comer juntos, irse a dormir, ir de compras, salir a pasear, escucharse, hacer cosas por amor el uno por el otro, arreglar algún detalle en la casa, hacerse cargo de la reparación del carro, preparar la comida, apoyarse en la solución de los problemas, entre muchas otras tareas conjuntas.
Cuando una pareja muere, también muere el futuro imaginado juntos, parte de nuestro proyecto de vida, la identidad de ser esposo/a, un gran amigo, el compañero sexual; se pierde la vida actual juntos, la sensación de que hay alguien en casa, la compañía, la seguridad, la persona con la que se compartía la crianza de los hijos, hasta la situación económica se ve afectada. Cuando muere una pareja, muchos roles quedan vacantes; es por ello que es normal la sensación de “me he quedado solo/a”.
Sé paciente y compasivo contigo; es normal que intentes evitar el sufrimiento. Sin embargo, es importante que te permitas sentir el dolor, expresar lo que sientes; esta es una forma de empezar a sanar el dolor, de acomodar tus ideas y sentimientos, de liberar la carga que llevas, vive tu duelo. Cuida de tu salud física y emocional: duerme y aliméntate adecuadamente; aséate, realiza alguna actividad física, acude al médico, así como con un especialista en duelo.
Cuando una pareja muere hay que aprender a reacomodarse, adaptarse a una forma diferente de resolver las cosas, aprender a vivir sin esa persona que estuvo a nuestro lado durante tanto tiempo; no intentes resolver todo inmediatamente, empieza por algo pequeño. Gradualmente, vas a ir incorporando nuevos retos y metas a la nueva forma de vivir. Será doloroso, en ocasiones podrás sentir que no puedes avanzar, que el mundo se te viene encima; debes saber que el dolor no durará por siempre, que la vida puede reconstruirse, ten esperanza en la recuperación. ¡Es posible! Tomará tiempo y aunque duela, hay un corazón que late en tu pecho y que puede agradecer que él/ella haya estado en tu vida.
*Claudia Guillén Dávila. Máster en Tanatología, Duelo y Sentido de Vida. Página de Facebook: Claudia Guillén – Tanatóloga clauzdavila@gmail.com
La variante Ómicron ha puesto de manifiesto la necesidad de mantener prudencia al hacer predicciones sobre la evolución del SARS-CoV-2. De alguna manera, debemos asumir que el virus es prácticamente impredecible. Esta es una de las conclusiones del presente texto, la segunda entrega que describe la dispersión de las variantes del SARS-CoV-2 y las características de la subvariante Ómicron BA.2. Además, se mencionan algunas perspectivas sobre la evolución del virus y el curso de la enfermedad a más de dos años de iniciada la pandemia.
Por Noé Escobar*
Foto: Especial Diarios de Covid-19
La variabilidad genética del virus, al ser una condición natural, ha tenido implicaciones constantes en el curso de la pandemia. Por primera vez en la historia, tenemos la oportunidad de observar la evolución de un agente infeccioso casi en tiempo real, debido al estudio amplio y profundo del virus a nivel genético y a que los datos generados a nivel global son de carácter público y se encuentran al alcance de la comunidad científica a través de una plataforma universal. Sin embargo, la mediatización constante y desmedida de este tema ha generado que, por momentos, la información alrededor de las variantes parezca abrumadora. A esto debemos sumar que las características que se les atribuyen al momento de ser identificadas en muchas ocasiones han sido más especulativas que sustentadas en evidencia, lo que aumenta la incertidumbre –y eventualmente, el desinterés– en la población. Vale la pena puntualizar, entonces, que de acuerdo con la forma en que se originan las variantes (explicada en la primera parte de la reseña), en realidad no es posible saber cuántas han existido, ya que conocemos únicamente aquellas pocas que han tenido éxito en propagarse en la población en una proporción detectable por los sistemas de vigilancia genómica del virus. Además, el determinar sus características biológicas y epidemiológicas requiere cierto tiempo de investigación, así que es necesario guardar mesura y objetividad, no solo al comunicar los datos preliminares sobre el descubrimiento de nuevas variantes, sino también al interpretar sus posibles impactos.
Si echamos un vistazo a la historia de la dispersión de las variantes, podemos observar dos fenómenos claros: la selección de aquellas que presentan ventajas en su transmisión y el desplazamiento de las precedentes. El primer cambio genético relacionado con lo anterior fue una mutación llamada D614G, localizada en el gen que produce la proteína S e identificada pocos meses después de iniciada la pandemia. Luego, la selección y acumulación de otras mutaciones derivó en la clasificación de las variantes de preocupación (VOC, por las siglas en inglés de variant of concern) Alfa, Beta y Gamma a finales de ese mismo año y principios de 2021. Estas y otras variantes comparten algunos cambios en sitios de la proteína S relacionados con la unión al receptor celular, pero de forma interesante, estos han sido identificados en sitios y momentos que no siempre guardan relación, por lo que no necesariamente han tenido el mismo origen. Este fenómeno evolutivo se conoce como convergencia y explica en parte por qué durante la pandemia, el cerrar fronteras y el cancelar vuelos de países con presencia de variantes de preocupación no han sido medidas útiles para frenar el ingreso y propagación de las VOC: la selección natural y la convergencia de las mutaciones simplemente pueden ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento. Además, como sucedió con Ómicron, el sitio de la primera identificación de una variante puede que no sea el mismo donde se originó.
Respecto de las ventajas en la capacidad de transmitirse, se estima que Alfa se diseminó al menos 50% más rápido que aquellos linajes que circularon antes que ella. Ya en la primavera de 2021, se identificó en India la variante Delta, que además portaba otras mutaciones relacionadas con una entrada más eficiente a las células, como P681R. Tan solo al establecerse en Reino Unido, se estimó una transmisión 60% mayor que la de Alfa. Entre julio y agosto, Delta y sus linajes –sí, también hay diferentes Delta– prácticamente la habían desplazado en la mayoría de países en donde tenía presencia. Lo mismo hizo con Beta en Sudáfrica y con Gamma en Brasil y México. Así, Delta dominó los gráficos de proporción de variantes hasta finales de noviembre y mediados de diciembre. Durante el surgimiento de las primeras VOC, la vacunación aún no jugaba un papel importante para inducir cambios en el virus, ya que la aplicación masiva de vacunas comenzó al mismo tiempo. Sin embargo, Ómicron surgió causando infecciones y reinfecciones de forma explosiva en Sudáfrica y, a tres semanas de haberse identificado, ya se encontraba presente en 87 países. El análisis de los datos epidemiológicos de los primeros casos, mostró que la evolución de esta variante también estaba dirigida a evadir parcialmente la respuesta inmune en personas con inmunidad previa por infección o por vacunación. Esto, aunado a una capacidad de transmisión más alta que la de Delta, explicó el aumento rápido en el número de casos. Por otra parte, como se mencionó en la primera parte de esta reseña, la transmisión del virus también depende de condiciones ambientales: a finales de año aumenta la movilidad de las personas y la frecuencia de reuniones sociales aunadas a la temporada invernal, en la que existe poca o nula ventilación de los espacios por la sensación térmica. Todo esto derivó en los aumentos más importantes de casos, que se presentaron durante los inviernos de 2020 y 2021.
Características de Ómicron BA.2
Las subvariantes BA.1, BA.2 y BA.3 de Ómicron son, a nivel genético, tan diferentes entre sí como lo son Delta de Alfa, Beta o Gamma, de tal forma que BA.2 por sí misma bien podría ser una VOC diferente. De hecho, el grupo Ómicron podría incluso llegar a considerarse un segundo serotipo, diferente al que constituyen los linajes previos del SARS-CoV-2 (desde la cepa original identificada en Wuhan hasta la variante Delta). Un serotipo es una variante con diferencias importantes no solo a nivel genético, sino también al nivel de la secuencia, estructura e incluso función de los componentes del virus, que son sus proteínas. La acumulación de diferencias en las proteínas puede inducir cambios en su replicación, en la neutralización por los anticuerpos inducidos por una infección previa o por la vacunación, en el reconocimiento por las pruebas de diagnóstico o en la clasificación taxonómica del virus. En toda la historia evolutiva del SARS-CoV-2 –la parte que conocemos–, esta posibilidad no había sido tan factible hasta ahora, ya que los coronavirus (con algunas excepciones como el coronavirus felino o el causante de la bronquitis infecciosa aviar), generalmente no llegan a variar de forma tan drástica como para formar serotipos. Sin embargo, ninguno había tenido tantas oportunidades (casos y hospederos susceptibles) para cambiar genéticamente como el SARS-CoV-2.
La característica más evidente de BA.2 es su mayor transmisibilidad con respecto a BA.1. Respecto de su potencial para causar daño (virulencia), pocos días después de su identificación, un estudio japonés propuso que BA.2 era más patogénica en un modelo animal, provocando alarma e interés. Sin embargo, unos días después, el análisis de los datos epidemiológicos de Sudáfrica mostró que el comportamiento clínico de BA.1 y BA.2 era similar, lo que se corroboró posteriormente con los datos obtenidos en Reino Unido, en los que no se encontró una diferencia significativa en el riesgo de hospitalización entre ellas. Aun así, debemos recordar que una variante más transmisible provoca un mayor número de casos y por simple proporción, deriva también en un aumento en el número de hospitalizaciones y de muertes, por lo que implícitamente conlleva un mayor riesgo calculado. La buena noticia es que, de acuerdo con el seguimiento de la efectividad de las vacunas en Reino Unido, continúa siendo similar para BA.1 como para BA.2. No obstante, el seguir fomentando la vacunación, incrementar la cobertura y garantizar la aplicación de las dosis de refuerzo continúa siendo muy importante, ya que diferentesestudios recientes han mostrado que la infección por Ómicron en individuos no vacunados induce niveles más bajos de anticuerpos en comparación con los vacunados, lo que podría aumentar la probabilidad de reinfección en dicha población. Otra buena noticia es que BA.2 es susceptible al Remdesivir y a los nuevos antivirales Molnupiravir y Paxlovid (combinación de Nirmatrelvir y Ritonavir), desarrollados para el tratamiento de la Covid-19. En este momento, aún no es claro si el impacto que BA.2 tendrá en el desarrollo de la pandemia durante los próximos meses será el mismo en todos los lugares, ya que, si bien es cierto que en países como Dinamarca, India y Reino Unido prácticamente ha desplazado a BA.1, en Estados Unidos o México no ha avanzado a la misma velocidad. Además, en China y Hong Kong, la transición de BA. 1 a BA.2 ha coincidido con un aumento importante en el número de casos, pero en Sudáfrica este mismo fenómeno no significó un crecimiento significativo de la infección.
El SARS-CoV-2 y la Covid-19 dos años después
La variante Ómicron ha puesto de manifiesto la necesidad de mantener prudencia al hacer predicciones sobre la evolución del SARS-CoV-2. De alguna manera, debemos asumir que el virus es prácticamente impredecible. A pesar del gran avance en las campañas de inmunización y del elevado número de casos de infección, aún hay un número considerable de individuos susceptibles (sin contar a otras especies) en los que se pueden originar nuevas variantes. También es difícil saber en dónde se originarán y, probablemente, Ómicron no será la última o la más transmisible que conozcamos. También es necesario hacernos a la idea de que el SARS-CoV-2 difícilmente puede ser erradicado –al menos en el corto y el mediano plazo–, debido a su elevada capacidad de transmitirse y a la consecuente variabilidad. El escenario que parece más probable es que se vuelva endémico, como lo son otros virus respiratorios. ¿Qué implica esto? Básicamente, una propagación constante, pero relativamente más baja que en una epidemia y desde luego, que en una pandemia.
Sin embargo, el hecho de que el virus se vuelva endémico no significa que su virulencia disminuya. Desde el punto de vista poblacional, la enfermedad Covid-19 en marzo de 2022 no es la misma que a mediados de 2020, pero a nivel individual el virus conserva prácticamente las mismas características que lo hacen infectivo e incluso podría, en algún momento, superarlas. Es por esta razón que no debemos confundirnos y trivializar la enfermedad: la población ya cuenta con un nivel importante de inmunidad gracias al avance en las campañas de vacunación, por los casos de infección a lo largo de dos años y por la combinación de ambos, lo que nos vuelve cada vez menos susceptibles al desarrollo de cuadros graves, pero eso no quiere decir que la Covid-19 sea de forma general, algo como un resfriado común.
Además, no es una regla que los virus que nos causan daño evolucionen necesariamente hacia el desarrollo de una enfermedad más leve. En los próximos meses y años, una vez superada la fase pandémica, el virus lamentablemente seguirá representando un riesgo de enfermedad grave y muerte para los individuos susceptibles, que son aquellos que no tengan inmunización previa o que, incluso teniéndola, presenten comorbilidades y enfermedades crónico degenerativas. Sin embargo, se espera que estos eventos ocurran a un ritmo y frecuencia que hagan menos complicado su manejo y prevención. Así ha sucedido, por ejemplo, con el virus que causó la pandemia de influenza en 2009. A la fecha, dicha enfermedad continúa causando miles de casos y muertes en todo el mundo, pero afortunadamente no ha habido aumentos súbitos que requieran una declaratoria de epidemia o detener las actividades sociales y económicas, debido, en gran medida, a que desde entonces contamos con vacunas y con un antiviral efectivo.
A pesar de que en este momento nuestro país presenta disminuciones récord de casos y muertes por Covid-19, en Hong Kong sucede exactamente lo contrario, debido en gran medida a la baja cobertura de vacunación en grupos vulnerables. Por otro lado, en China y en diferentes países europeos, la tendencia de nuevos casos continúa al alza por una razón distinta: la relajación de las medidas colectivas de prevención. Los escenarios mencionados son indicativos de que el problema de salud pública que estamos viviendo aún no ha terminado y que no es claro en qué momento podría darse la declaratoria del final de la pandemia. Antes, durante y después de que esto suceda, las diferentes regiones tendrán que modificar y redirigir las restricciones sociales y las estrategias de prevención en función de varios indicadores como el número de casos, la capacidad de respuesta de los servicios de salud, la variabilidad genética y antigénica del virus, la disponibilidad de vacunas, la efectividad con la que estas continúen ayudando a disminuir la gravedad de la enfermedad y el avance en la proporción de individuos vacunados, entre otros. Entonces, a diferencia de la rapidez con que el virus comenzó a dispersarse por el mundo, todo parece indicar que el fin de la pandemia será gradual, tomará tiempo y ocurrirá en distintos momentos según la región, debido a que el comportamiento epidemiológico en cada país es diferente por razones principalmente biológicas, pero también logísticas e incluso políticas. Una vez superado el estado de pandemia y conforme pasen los primeros años, sabremos si el SARS-CoV-2 tendrá un comportamiento estacional, si su circulación será continua durante todo el año y si esto será diferente entre los hemisferios.
El fin de la pandemia dependerá en gran medida de las implicaciones de la variabilidad del virus y de la proporción y duración de la inmunidad poblacional, lo que determina nuestra susceptibilidad. Para desacelerar el impacto de lo primero, la población en general podemos seguir actuando responsablemente para disminuir los casos y continuar con las medidas de prevención eficaces. En lo segundo, los gobiernos deben continuar evaluando el riesgo, llevar a cabo una gestión adecuada de la respuesta, fortalecer los sistemas de salud y lograr una cobertura suficiente y equitativa de pruebas de diagnóstico y de esquemas completos de vacunación y refuerzos, así como continuar con la vigilancia genómica del virus para la detección temprana de variantes. Efectivamente, siempre se ha tratado de un esfuerzo en equipo: no saldremos de esto si no es todos juntos.
*Noé Escobar es Químico Bacteriólogo Parasitólogo, además de Maestro y Doctor en Ciencias en Biomedicina y Biotecnología Molecular por el IPN. Es investigador en la Secretaría de Salud y se dedica al estudio genético de diferentes virus de importancia epidemiológica. Twitter: @NoEsc14
En un pronunciamiento urgente sobre la situación sanitaria a raíz de la invasión rusa a Ucrania, la Organización Mundial de la Salud alertó que la mayoría de los hospitales en el país podrían agotar sus reservas de oxígeno en las próximas horas, lo que pone en riesgo a miles de vidas. Ante este escenario, el organismo pidió habilitar un corredor seguro a través de Polonia.
La Redacción
Personal del hospital en Novovolynsk, en el oeste de Ucrania, traslada a pacientes a un refugio subterráneo para mantenerlos a salvo después de las sirenas de ataque aéreo /OMS Facebook.
La Organización Mundial de la Salud advirtió que la situación del suministro de oxígeno se acerca a un punto muy peligroso en Ucrania y que los servicios hospitalarios se han visto amenazados por la escasez de electricidad y energía y la falta de trayectos seguros para el traslado de pacientes.
A través de un comunicado que firmaron Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS y Hans Henri P. Kluge, director regional para Europa, la organización informó que los camiones no pueden transportar suministros de oxígeno desde las plantas hasta los hospitales de todo el país, incluida la capital Kiev y que los fabricantes de generadores de oxígeno médico en varias áreas también enfrentan escasez de zeolita, un producto químico necesario para producir oxígeno médico seguro.
«La OMS pide que los suministros médicos esenciales lleguen de forma segura a quienes los necesitan, y está trabajando con sus asociados para establecer un tránsito seguro para los envíos a través de Polonia», indica el documento.
«A pesar de los desafíos que plantea la situación actual, la OMS está trabajando para garantizar el suministro de dispositivos médicos relacionados con el oxígeno y suministros para el tratamiento de traumatismos. Para lograr esto, la OMS está buscando activamente soluciones para aumentar los suministros que probablemente incluirían la importación de oxígeno (líquido y cilindros) de las redes regionales. Estos suministros necesitarían un tránsito seguro, incluso mediante un corredor logístico a través de Polonia. Es imperativo garantizar que los suministros médicos que salvan vidas, incluido el oxígeno, lleguen a quienes los necesitan», destacó.
El comunicado señala que, en los últimos años y como parte de su proyecto de reforma sanitaria, Ucrania amplió su capacidad de oxigenoterapia para pacientes gravemente enfermos durante la pandemia de Covid-19. De los más de 600 establecimientos de salud en todo el país evaluados durante la pandemia, casi la mitad recibieron apoyo directo con suministros, conocimientos técnicos e inversiones en infraestructura. «Este progreso ahora corre el riesgo de descarrilarse durante la crisis actual», advirtió la OMS.
Por ello, insistió en que las acciones de ayuda deben incluir el suministro seguro y confiable de suministros médicos esenciales, entre ellos los suministros de oxígeno medicinal, elementales para 1,700 pacientes con covid y quienes enfrentan otras enfermedades críticas.
«AMOR DE ALTURA» Por Aracely Martínez
Como ya es costumbre, el 14 de febrero varias parejas se dan el sí en las Magibodas que se realizan en el mirador de la Torre Latinoamericana, en la Ciudad de México. Este año, la temática fue de Harry Potter.
La fotoperiodista suma estas imágenes a su colección «Desde mi mirada».
Nayla Dakota tiene cuatro años y nos compartió este dibujo sobre un episodio de su vida en pandemia. Lo difundimos para la apreciación de las y los lectores y especialmente, de la familia y querencias de Nayla.
Gracias por tu alegría y por compartirnos tu obra.
Les presentamos a la poeta Elba Rosa Pérez Ballate, quien se describió a sí misma como «una mujer cubana, de izquierda, identificada con mi tierra y mi gobierno». Les mostramos algunas de sus piezas para las que también nos envió ilustraciones.
Ilustración: Especial
I
Piel de soles en picada Caricia que el infinito Guarda en el mar como el grito De una tarde enamorada Echó a volar la mirada Dejó estelas tras de sí De un suspiro y descubrí Que bajo la piel tenía Junto al sol del medio día Las alas de un colibrí
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II
Siéntate al borde De mis labios Tengo un beso dormido En la garganta Sobreviviendo Asilos y silencios. Ven déjate caer Justo en el ecuador De todos mis abismos Donde no soy ni sur Ni norte, ni ironías, Humedece Tu huella de regreso Vuélvete hasta la punta De mi seno Suicídate de mí, Soy eso
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III
Trae nostalgia la mañana Con su café de domingo Llueves mi taza y distingo Lo lejos que estás y gana Una veta en la ventana De sol que asoma cobarde Entre el aroma que arde Sobre tu ausencia tatuada Que me ha robado la tarde
Ilustración: Especial
****** IV
La ciudad nunca duerme Tiene que consolar En solitaria noche El llanto de la tarde, Tiene que descifrar Los acertijos fríos De la Luna, Cantar otros ladridos De perro pendenciero. La ciudad nunca duerme, La desvela la luz De tan oscuro, El olor a pasiones Corriendo las esquinas La ciudad nunca duerme, Pero cuando despierta Dios suspira
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V
Hoy te me hiciste la vida Mientras te hacía el amor Hoy me borraste el pudor En tormenta bendecida Hoy me tocó la atrevida Humedad de tu erotismo Hoy te llovió hasta el abismo Y todavía preguntas Si después de llover juntas Las almas sienten lo mismo
En esta edición, la autora habla sobre la combinación de la magia y la bendición de una edad avanzada, con el poder de sus pensamientos «ya educados» con el paso del tiempo.
Por Marayira Chirinos*
Foto: Francisco Castillejos
Hoy día, independientemente de nuestra edad cronológica, estamos en capacidad de discernir entre lo que nos conduce al bienestar o el malestar emocional. La importancia que le damos al HOY y la certeza de que «mañana no sabemos», nos ha hecho acelerar esa madurez de las emociones que nos impulsa a ser más propositivos.
Sin duda, el factor pandemia ha incidido en gran medida a que en estos tiempos ya logremos entender que los pensamientos pueden ir moldeándose y madurando en el tiempo, hasta el punto de reconocer cuando nos hacen daño y, sin mucho reparo, dejarlos atrás.
Ahora bien, existen experiencias que solo los años nos dan, y enseñanzas que solo esas experiencias traen consigo. Por esa razón hoy, desde el pensamiento propositivo, logramos articular algunas fórmulas sobre la base experimental y siempre documentada y certificada por especialistas, que señalan que el paso de los años lleva consigo una variedad de cambios que generan ganancias y pérdidas de diversa índole; por lo que el envejecer no puede ser visto solamente como una etapa de decadencia, sino, por el contrario, como uno de los momentos más sólidos de nuestra vida, donde el capital emocional ya está consolidado y con las puertas abiertas para demostrar que la vida es hoy, y que cada minuto cuenta.
Esa madurez emocional que logramos alcanzar a una avanzada edad está distanciada por una línea muy delgada de la vulnerabilidad propia de la edad. Sin embargo, es un campo interesante que nos permite disertar sobre el envejecimiento y sus múltiples terrenos que van desde las clásicas teorías gerontológicas hasta la psicobiología y la neurociencia.
Para ahondar sobre los matices de un envejecimiento saludable del cuerpo y del pensamiento, nos apoyamos en la psicogerontóloga venezolana Victoria Tirro que entendió hace años que para abordar esta etapa tan llena de sabiduría es importante aplicar la psicología positiva y conocer herramientas que hagan de este momento una combinación de experiencia, disminución de factores desgastantes y armonía entre la persona de edad avanzada y su entorno.
Envejecer tiene, sin duda, una magia muy especial. Esos ojos que comienzan a perder su brillo tienen tras de sí un complejo aparato cerebral que percibe estímulos y reacciona diferente a como lo hacía años atrás, porque su valoración frente a la vida ha cambiado. Es por esa razón que debemos «aprovechar» las ventajas de la experiencia acumulada durante la juventud prolongada, para estimular ese cerebro poderoso que tiene la capacidad de disminuir las dolencias propias de la edad donde los pensamientos «envejecidos o maduros» juegan un rol determinante.
Un adulto con pensamientos de este tipo no da cabida a ningún agente perturbador; por el contrario, se convierte en fuente VIVA de positivismo y propositivismo dentro de sus limitaciones, con amplísimas cualidades estimulantes para quienes, con toda la fuerza física y años por delante, solemos darnos trancazos emocionales y ahogarnos en pequeñas contrariedades.
Las personas maduras física y emocionalmente son capaces de controlar, gobernar y manejar sus emociones y las que les contagian. Eligen lo que quieren conservar y lo que no, sin el más mínimo sentimiento de culpa, lo que les ayuda a ser muy eficientes en la construcción de sus pensamientos y en el mantenimiento del verdadero equilibrio de sus relaciones con el entorno.
Ocurre con frecuencia que a una edad avanzada las personas se dediquen a escribir más, eso ocurre porque la madurez emocional alcanzada brinda la conciencia especial de los pensamientos y los sentimientos propios y ajenos. Se desarrolla mejor la empatía y se quiere dejar constancia escrita de ese sentir.
Envejecer es un premio, no un castigo y como tal debemos asumirlo, además de que, en el mejor de los casos, tendremos la fortuna de transitar ese camino del envejecimiento, por eso debemos hacerlo saludable mental y físicamente. Desarrollemos la empatía, hagamos el ejercicio mental de cómo nos gustaría pensar y sentir cuando nos llegue ese momento.
*Politóloga, comunicadora y locutora venezolana. Mamá de Sara, Abraham y Samuel. Twitter: @marayirachirinos y @pensamientopropositivo