Desde hace seis años, un equipo de profesionales impulsa en Boyacá, zona rica en recursos naturales en el centro-este del país, una nueva manera de producir acorde a lo que ahora nos exige el Covid-19
Por Linda Milena Torres S.*
La idea que nos reúne es aportar nuestros conocimientos y experiencia para desarrollar a cabalidad los compromisos técnicos. Valoramos a nuestros clientes y enfocamos nuestros esfuerzos en minimizar los riesgos asociados al cumplimiento ambiental y sectorial, así como de fortalecer la sustentabilidad de sus proyectos.
Caba destacar que Boyacá, de donde somos originarios, es uno de los treinta y dos departamentos de Colombia. Ubicado en el centro-este del país, su capital es Tunja. La región -llamada por el libertador Simón Bolívar “Cuna y taller de la Libertad”- tuvo un papel decisivo en la independencia de Colombia ya que aquí se libraron batallas decisivas. Región conocida por su oferta turística colonial y artesanal, es rica además en recursos hidráulicos gracias a las importantes cuencas hidrográficas que nutren ríos caudalosos como el Magdalena y el Meta. Su industria minera principalmente de carbón y esmeraldas, su producción de caña panelera, de papa, café, cacao, maíz y yuca entre otros cultivos tradicionales y transitorios dinamizan la economía de esta importante región.
Cortesía: D&MCortesía: D&M
Por más de seis años, hemos venido consolidando este sueño representado en la gesta de un emprendimiento que surgió del deseo de traspasar fronteras del ser empleado al ser empleador. Ciertamente, el camino no ha sido fácil y más en un país con desigualdad, clientelismo, corrupción, falta de incentivos tributarios, así como de programas y acompañamiento para la promoción de este tipo de emprendimientos.
No obstante, algo de lo que hemos aprendido durante todo este tiempo de crianza empresarial es que más allá de los difíciles panoramas y circunstancias al que día a día nos enfrentamos los microempresarios, está la perseverancia, la disciplina y la fe, valores que en nuestra compañía se han convertido en pilares y ejes transversales de nuestro quehacer diario.
Podemos decirles a quienes deseen saber de nuestra empresa, que desde nuestra experiencia somos felices al haber emprendido el camino hacia la consolidación de un escenario en el cual, durante su trayecto hemos tenido resultados grandiosos, otros no tanto, porque también hemos tropezado. Pero nos hemos mantenido y seguimos aprendiendo y disfrutando de cada uno de los pasos dados.
Ahora bien, en tiempos de pandemia, a muchas microempresas que alguna vez empezaron como nosotros el Covid-19 las ha puesto a tambalear y muchas han dado por terminado un proceso que no es para nada sencillo. Sin embargo, sabemos que incluso a pesar de la adversidad que dicho panorama ha traído, las necesidades de la sociedad continúan y como los grandes emprendedores lo afirman, “de las crisis surgen las grandes ideas”. También somos conocedores de los grandes desafíos que, como seres humanos, profesionales y empresarios tenemos frente a un mundo cambiante; un mundo donde la sobreexplotación de los recursos naturales es lo que ha primado junto al crecimiento de la población mundial, lo que ha puesto sobre la mesa una evidente crisis ambiental.
En la actualidad nuestra empresa se encarga de gestionar, asesorar, realizar el acompañamiento y ejecución de proyectos institucionales, de consultoría y de investigación en áreas de tipo ambiental, de ingeniería, saneamiento básico, ordenamiento, planificación territorial y educación socioambiental.
De igual forma, estamos en un proceso de transformación en el cual seguimos apostando al desarrollo de nuevas formas de negocio sustentable, del reajuste a la nueva normalidad, con la adopción de nuevas y prósperas estrategias asociadas a la virtualidad y enfocándonos siempre en aportar a la consolidación de una sociedad más incluyente y menos evasiva de una realidad medioambiental que agoniza. Nuestro compromiso es y seguirá viendo abonar a la salud del planeta y, por lo tanto, a la calidad de vida de sus habitantes.
Cortesía: D&MCortesía: D&MCortesía: D&M
*Bióloga colombiana (Boyacá, 1985), especialista en Gestión y Ordenación del Desarrollo Territorial; magister en Ciencias Biológicas; candidata a Magister en Gestión Ambiental y Ordenamiento Territorial; cofundadora de la Empresa D&M Ingeniería y Medio Ambiente SAS y directora general de proyectos de la misma.
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Primera obra teatral virtual durante la peste en Nueva York
La reconocida artista teatral estadounidense Alicia Kaplan habla en entrevista con Diarios de Covid-19 de lo que ha significado para ella adentrarse en el teatro vía Zoom
Por Edelmiro Franco V.*
Lorca lives!” / “¡Lorca Vive!” fue el primer festival de teatro bilingüe virtual que se montó en plena cuarentena en Nueva York, la ciudad estadounidense más azotada por la peste del 2020, pero con un ejército de artistas de todos los continentes que resisten a la voracidad del Covid-19.
Este festival bilingüe fue una producción de la compañía Danisarte, bajo la dirección general de la venezolana-estadounidense Alicia Kaplan y contó con el apoyo del New York City Department of Cultural Affairs, el concejo de la ciudad de Nueva York y administrado por el Lowe Manhattan Cultural Council.
El festival virtual se presentó en junio pasado como un homenaje al poeta y dramaturgo español Federico García Lorca, quien fue detenido y fusilado en agosto 1936 en la ciudad de Granada, cuando regresaba de un viaje a Buenos Aires, donde presentó su obra teatral “Bodas de sangre” (1932), una reflexión de Lorca sobre la vida y la muerte, y cómo la única forma de vencerla es el amor.
Durante el festival, Kaplan entrevisto por video conferencia a los actores y personalidades del mundo del arte en Nueva York y el cierre fue la presentación de un espectáculo de 33 minutos en el que se integró el talento de la soprano Amaya Arberas (España) y los guitarristas clásicos David Galvez (Perú) y Tali Roth (Israel).
Además, estuvieron en escena la actriz colombo-venezolana Dani Franco, los actores Juan Guzmán (México) y Jonathan Reed Wexler (Estados Unidos), la bailaora, cantante y actriz Inma Heredia (España), el violinista Randal Torres y el guitarrista Ramiro Torres, ambos de Ecuador.
Kaplan, quien es una estudiosa de la vida y la obra del poeta español, el año pasado hizo un recital en memoria de Lorca y ante el éxito programó un segundo espectáculo para el natalicio 122 del dramaturgo español, pero el Covid-19 la obligó a pensar cómo hacer realidad este concierto de música, poesía y teatro en medio de la pandemia, garantizando los protocolos y la seguridad de productores y actores.
Cuando los teatros de la Gran Manzana cerraron sus puertas y todos los artistas entraron en cuarentena, Kaplan empezó a familiarizarse con la plataforma Zoom y comprendió que ésta sería su mejor herramienta para hacer realidad el sueño del “¡Festival Lorca Vive!” Se sumergió en el mundo de las redes sociales.
Contactó a cada uno de los integrantes de la compañía, seleccionó a los artistas para el proyecto e inició el trabajo de dirigir una puesta en escena a control remoto. La preproducción la hizo a través de los mensajes de texto, con conversaciones telefónicas y video conferencias.
Cada uno de los artistas (jóvenes y veteranos) ensayaron los textos, crearon los espacios escénicos en sus apartamentos y Kaplan a la distancia, dirigió cada ensayo en particular e hizo las correcciones de rigor a los actores y cuando todas las escenas estaban listas, Kaplan y su equipo técnico, ensamblaron esta obra de 33 minutos de música, poesía y teatro para decirle al mundo “¡Lorca Vive!”
Danisarte fue la primera compañía, por lo menos en Nueva York, que hizo esta clase de festival teatral virtual.
Alicia Kaplan. Foto: Danisarte
A continuación, compartimos con las lectoras y lectores de Diarios de Covid-19 el diálogo con Alicia Kaplan a través de Facebook.
¿Cómo fue la experiencia de hacer el primer festival virtual de teatro a nivel internacional?
Una vez que aprendí a usar el Zoom, me encantó poder reunirme virtualmente con mis artistas del proyecto, intercambiar ideas y conversaciones. Creo que tuve el gusto de entrevistar a nueve artistas y al director ejecutivo del Teatro de la Nacional, donde nos íbamos a presentar con el festival teatro. Ahora puedo añadir a mi biografía, presentadora-Host virtual. Blush
No es lo mismo ensayar por las redes sociales una pieza dramática, una escena o una poesía. No todos los artistas están familiarizados con las redes sociales y no todos tienen el equipo para auto grabarse. Lamentablemente tuve que eliminar algunas piezas que requerían muchos ensayos en el formato de danza teatro.
¿Cuál fue la respuesta de la audiencia?
La respuesta fue fenomenal. Me pidieron que el video lo hiciera público para ver las entrevistas y la puesta en escena de “¡Lorca Vive!” Hemos dejado los enlaces abiertos al público para que el mundo lo disfrute.
Danisarte fue la primera compañía, por lo menos en Nueva York que hizo esta clase de festival teatral virtual. Otras organizaciones, incluyendo, sin mencionar nombres, algunas de grandes recursos económicos han puesto en línea producciones pasadas, pero no de contenido nuevo trabajado y presentado en cuarentena.
¿Cómo se siente después de esta experiencia?
Muy contenta con mis artistas por su compromiso profesional y por el gran esfuerzo que hicieron para lograr este festival que, por primera vez, se hizo y presentó de forma virtual. Soy artista teatral, primeramente, tanto bailarina, actriz y directora. He hecho también cine, televisión, y radio como actriz.
Con el favor de Dios, podemos abrir en el futuro cercano nuestros teatros. Pero mientras tanto, estoy dispuesta a seguir actuando, dirigiendo y enseñando mediante este nuevo formato.
Foto: Danisarte
*Comunicador y periodista con 38 años de experiencia en la generación de contenidos nacional e internacional. Trabajó en Notimex, la agencia de noticias del Estado mexicano entre 1989-2018. Corresponsal en Perú, Panamá, El Salvador, Venezuela y Colombia.
En estas dos semanas, tan dinámicas y cambiantes, todo esta en revisión de acuerdo con el pulso que también nos dictan los astros
Por Ayub Estephan*
FOTO: Busto del emperador Cuauhtémoc en el Zócalo de la Ciudad de México del artista “Let me kill yourself in myself”. Cortesía de Flickr
“… Cuauhtémoc no ha muerto. Lo siento en la tierra, germinar por la noche bajo el combate infinito de las estrellas y brotar pujante en el amanecer iracundo, duro, del nopal y del maguey: en el agua, que pinta las flores; en el aire, que acaricia mis cabellos lacios como los suyos y llena mis pulmones; en el colibrí, que zumba el iris minúsculo de sus piedras preciosas. Cuauhtémoc no ha muerto. Sé que está en mí, que vivirá siempre; en mí y en mis hijos, y en todos los que vengan después a nacer en la tierra de México, formados con los huesos de nuestros muertos, nutridos como el sol con la sangre de nuestros corazones.” (Cuauhtémoc, fragmento, Salvador Novo, 1962)
El 18 de agosto, a las 21:42 hora local de la Ciudad de México tendrá efecto el novilunio de este mes a 26°35’11’’ del signo fijo de fuego que es Leo. Este grado 26° es representado por “un espeso bosque detrás de un campo, donde se haya alguien arando la tierra con un buey”, resaltando así el valor del trabajo de las personas que se ven enaltecidas por su dedicación y laboriosidad. Igualmente, este grado 26° del signo de Leo es representado por un bello y colorido “arcoíris”, símbolo del pacto divino realizado por Dios con el Hombre después del Gran Diluvio Universal, mencionado en las cosmogonías antiguas: “Hago alianza con ustedes: el diluvio no volverá a destruir la vida ni habrá otro diluvio que destruya la tierra. Y Dios añadió: –Esta es la señal de la alianza que hago con ustedes y con todos los seres vivientes que viven con ustedes, para todas las edades: pondré mi arco en el cielo, como señal de alianza con la tierra. Cuando yo envíe nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco, y recordaré mi alianza con ustedes y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir los vivientes. Saldrá el arco en las nubes, y al verlo recordaré mi alianza perpetua: Alianza de Dios con todos los seres vivos, con todo lo que vive en la tierra. Dios dijo a Noé: –Esta es la señal de la alianza que hago con todo lo que vive en la tierra”. (Génesis 9, 11-17, Biblia de Nuestro Pueblo). Así, Dios establece una alianza con Noé, la primera mencionada explícitamente en la Biblia. Simbólicamente, las alianzas marcan la sucesión de las épocas del mundo. Esta alianza con Noé no requiere nada por parte del hombre, se extiende a toda la creación y su signo es un fenómeno natural: el arcoíris. Es de interés hermenéutico saber que la repetición de una misma frase en la Biblia siempre resalta la importancia de la acción que busca señalar.
Dada la situación particular de las luminarias, el Sol y la Luna en Leo durante este novilunio y en conjunción en un orbe de 2° grados a Mercurio, también en el signo de Leo, pero a 28°07’19’’, nos surge nuevamente la espera de una “señal” que refrende el “pacto” que determinará el principio de este nuevo ciclo histórico. El Sol se encuentra en su domicilio, y la Luna recibe las radiaciones que emanan de él invitando a una recreación de la propia emotividad y saca a la luz nuevos deberes y obligaciones. Mercurio aquí “religa” las emociones y los pensamientos buscando integrar las pequeñas cosas de la vida hacia una continua expansión que beneficie las cosas más elevadas. Luego de la crisis que nos ha dejado el Covid-19, destaca la capacidad de los individuos de centrar su atención sobre las orientaciones permanentes a través de las cuales obtienen su propia seguridad. Estos destellos luminosos que nos llegan desde el empíreo, traen para nosotros ideas brillantes e intuiciones certeras que nos iluminan acerca de la dirección que debemos tomar en estos momentos cargados de incertidumbre. Es el tiempo adecuado para decir lo que sentimos e intentar poner en práctica estas ideas para salir victoriosos en toda empresa que nos ocupe.
La Luna en Leo es una Luna que se coloca al centro sus emociones y las actúa, teatralizando en un rito la representación de sí misma. La Luna en Leo, tanto como el Sol y Mercurio gestualizan, son actores magistrales, a la vez que espectadores de sus propios eventos. En el uso del cubrebocas y sus fantásticos diseños, vemos la vena creadora, la sensibilidad humana, el don para el ingenio y la artesanía, poniendo colores donde hacen falta, y hasta bordados y tejidos. El ingenio que procura esta triada en Leo es espléndido e inagotable, pues también nos remite a esa enorme capacidad que tenemos para sobrevivir a las tragedias.
En otro orden, continúa la conjunción de Plutón, Júpiter y Saturno, los tres planetas retrógrados en Capricornio. Especialmente, durante este novilunio tenemos el aspecto de quincuncio (150°) que hace Saturno al Sol, la Luna y a Mercurio. Como ya se ha mencionado, este aspecto confiere alguna certidumbre que generalmente se apoya en premisas falsas que no pueden durar permanentemente, aunque nos ayudan a sostenernos psicológicamente en la idea de que todo marcha correctamente. De aquí la situación de que la gente retome sus actividades cotidianas de nuevo, confiando en que el largo y ancho de la pandemia ya pasó. Mercurio y Saturno tienen mucho en común: Mercurio domina el verbo y el pensamiento, mientras que Saturno es el amo del número y la medida, y sus contactos tensos no son del todo desfavorables, ya que facilitan las cualidades prácticas de la vida. No obstante, el quincuncio entre ambos planetas inclina a cierta rudeza en los modales y a nombrar las cosas abruptamente, aun cuando la disposición mental sea bien intencionada. También será importante con este aspecto leer la letra pequeña de los contratos que se vayan a firmar, el ticket del supermercado donde hicimos las compras y otras pequeñeces, pues es común que se nos escape algún detalle importante.
Vale resaltar aquí la importancia del número tres durante este novilunio, pues hay tres planetas en conjunción reunidos en el signo de Capricornio, más tres (dos luminarias y un planeta) reunidos en conjunción también en el signo de Leo, ambas triadas unidas por el hilo tenue del aspecto de quincuncio que desde el signo de Leo sostienen con Saturno. También Marte emplazado en Aries, su domicilio natural, enlaza a estas dos triadas planetarias, haciendo un aspecto de trígono (120°) a las luminarias y a Mercurio, por un lado, mientras por el otro se encuentra en aspecto de cuadratura (90°) a Plutón y a Júpiter, enlazando indirectamente con Saturno. Marte en su domicilio representará un papel fundamental durante este novilunio, ya que es el planeta que moviliza las energías concentradas en ambas triadas planetarias y las impulsa para conseguir todo tipo de aplicaciones prácticas en el territorio humano.
Según Pitágoras, el número tres existe en todas las formas de razonar y es considerado un número divino por excelencia. Así, tres son las fuerzas de la materia: acción, reacción e inercia; tres son también nuestras operaciones mentales: idea, juicio y raciocinio; y tres son los raciocinios: deductivo, intuitivo e inductivo. Todo lo que va surgiendo, procede de algo. En el Antiguo Testamento, tres fueron los hijos de Adán y Eva: Caín, Abel y Set; también fueron tres los hijos que engendró Noé: Sem, Cam y Jafet. En el Nuevo Testamento, tres fueron los Reyes que visitaron a Jesús recién nacido y le ofrecieron tres obsequios: el oro, el incienso y la mirra. Jonás estuvo tres días en el vientre de una ballena, y Cristo permaneció igual lapso de tiempo en el sepulcro. De acuerdo con el cristianismo, la Divinidad se conforma de Tres Personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; y tres son también las virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad. En la cosmovisión hindú, tres son las deidades que conforman la “trimurti”: Brahma (creador), Vishnú (conservador) y Shiva (destructor y renovador de las formas); en Egipto tenemos la triada formada por Osiris, Isis y Horus; en Fenicia están Baal, Astarté y Melkart; y entre los griegos destacan Zeus, Poseidón y Hades. Todo tiene tres cosas: principio, medio y fin, así como un pasado, un presente y un futuro. Mientras que el uno y el dos representan la polaridad, el tres es el resultado de la fusión de ambos. El tres como número sagrado juega un papel primordial en los rituales mágicos, por eso al escriba y guardián de la Tabla de Esmeralda (22 Arcanos) donde están grabadas las leyes sagradas (arquetipos), se le llamó Hermes Trismegisto (tres veces maestro). De estos, el tercero se asigna a la Emperatriz, la Madre Naturaleza que irradia en su fertilidad y opulencia. Por su parte, en su Filosofía oculta, Cornelio Agrippa comenta que “en la Astrología, hay tres cuaternaciones de signos zodiacales: los fijos, los móviles y los comunes; asimismo, de las casas: las cardinales, las sucedentes y las cadentes; también hay tres fases y tres decanatos en cada signo zodiacal.” Igualmente, en términos de la kabalah hebrea, el Sepher Yetzirah dice: “Y creó (Dios) su universo con tres libros (Sepharim) con texto (Sepher) con número (Sephar) y con comunicación (Sippur)”. Igualmente, tres son los colores que ondean en la bandera mexicana: el verde, el blanco y el rojo; así como tres son los símbolos al centro del lábaro patrio: el águila, la serpiente y el nopal. Por todo lo anterior, entendemos que el número tres vibra con el poder divino, resaltando su plenitud. El tres se considera un número sagrado pues contiene en sí el impulso secreto de la vida. En este caso, el número tres se refiere a todo lo procreado. Así, con el número tres como salvoconducto, poco a poco iremos abriendo otros espacios y podremos reintegrarnos a más actividades públicas.
De acuerdo con el mapa levantado para México, la triplicidad Sol-Luna-Mercurio de este novilunio estará situada en la Sexta Casa del “mandala astral”, donde Mercurio se exalta, discute, analiza, relaciona y deduce. Por ello, será un tiempo para los mexicanos de evaluar la situación de sus hijos en el confinamiento del hogar, y discutir acerca de los estudios en línea. Serán también temas obligados de conversación los cambios psicológicos y emocionales que se han generado en quienes son hijos únicos debido al aislamiento; igualmente sobre aquellos que están en plena adolescencia, privados de convivir con las figuras que ayudan a construir su identidad como son sus maestros y compañeros, y lo mismo aplica sobre quienes están en pleno desarrollo de su cuerpo y demás capacidades, que requieren socializar y de espacios públicos para ejercitarse. Por ello, seguramente tendremos controvertidas polémicas. ¿Cómo compensar este desmembramiento de un estilo en la forma de enseñar y de aprender a vivir la vida?
El psicólogo e investigador Howard Gardner teorizaba ya en el primer lustro de este mileno sobre una transformación inminente en la manera de educar a las nuevas generaciones: “Intrínseca e inevitablemente, la educación es una cuestión de valores y objetivos humanos. No es posible ni siquiera empezar a desarrollar un sistema educativo si no se tienen presentes las aptitudes y los conocimientos que se valoran y la clase de personas que se pretende formar cuando el proceso educativo formal llegue a su fin. Las condiciones del mundo han cambiado de una forma sustancial. Puede que a causa de estos cambios ciertas metas, aptitudes y prácticas ya no estén indicadas o incluso que sean contraproducentes. Así pues, puede que estas condiciones nuevas también exijan nuevas aspiraciones educativas. Estamos viviendo una época de grandes cambios, unos cambios de tal envergadura que parecen capaces de eclipsar cualquier otro cambio vivido en épocas anteriores”. (Las cinco mentes, Introducción, Ed. Paidós, 2005)”. Pero, ¿acaso tendremos que dividir al país en una nueva polaridad, pensando algunos que un cambio en el sistema educativo podría beneficiarnos a todos, mientras que la otra mitad quisiera regresar a los criterios pedagógicos clásicos? Tenemos presente que varios colegios privados se están yendo a la quiebra en este proceso y otros se sostienen milagrosamente. Pero, por otro lado, hemos visto que en comunidades autóctonas se han ido reintegrando los jóvenes que antes tenían que trasladarse a las ciudades para estudiar, y ahora toman sus clases y hacen sus exámenes a través de plataformas digitales como Zoom y otras, y conviven con los suyos lo que ha fortalecido sus lazos familiares y afirmado su identidad. Entonces, ¿qué procede?
Sobre esto y más nos esperan potenciales aportaciones y seguramente habrá suficientes motivos para participar en diversas mesas redondas que sustenten modelos más adecuados, pues del modelo educativo que elijamos ahora dependerá el rumbo del país, ya que entre los estudiantes de hoy se encuentra el germen de los dirigentes del mañana. Así, este momento astrológico podría registrar un giro importante en la formación de quienes nos sucederán en nuestros deberes. También podría someterse al juicio público un nuevo orden en el tema de la alimentación y la crianza, así como de atención a las personas que prestan sus servicios por un salario exiguo y que no tienen garantizado el acceso a los servicios de salud o a un retiro digno. Otro tema que seguramente también podría ser retomado será el de las mascotas y sus derechos a una vida de calidad, pues con la pandemia muchos de estos animalitos han sido destinados a la orfandad. Igualmente, y desde otras disciplinas, podrían implantarse más recursos didácticos que nos ilustren a todos: más lecturas de las obras de nuestros excelentes cuentistas, más puestas en escena de teatro infantil orientadas a desarrollar un sentido más comunitario, la exhibición de obras estéticas comprometidas en un desarrollo integral, más cursos que impliquen el desarrollo de la creatividad personal, etcétera. Y mucho de ello, gracias a la creatividad y generosidad populares. Sería imposible imaginarnos sin la expresión estética, artesanal y cultural que nos distingue.
Por su parte, El Sol y la Luna componen una “Media Cometa” o “Escuadra” situada en las casas astrales cadentes, situadas al final de cada cuadrante en el mapa astral, al conectar durante este novilunio con los Nodos de la Luna, sosteniendo un sextil con el Nodo Norte en Géminis y en la Tercera Casa, y un trígono con el Nodo Sur en Sagitario y en la Novena Casa, estando ambos Nodos en su natural oposición, en el llamado “eje del pensamiento”. Los griegos llamaban a las casas cadentes “apoklima”, que literalmente significa «descenso» o «disminución»; dicha palabra, también tiene una connotación de degeneración y decadencia. La figura en sí posibilita el diálogo abierto, un intercambio de opiniones, la sensibilidad para acordar y tomar decisiones, basadas por un lado en las experiencias del pasado ancestral de nuestro país, y por el otro, en las recientes tendencias que nos vienen de afuera, y cuyo puente es esta ocasión serían el Sol y la Luna, pues además está Mercurio actuando indirectamente en esta composición geométrica y su presencia facilitaría el encuentro y el diálogo para tener una mejor comprensión de la pluralidad, la complejidad y la diversidad que nutren la cultura mexicana. Sin embargo, dicha figura y su situación es capaz de generar mucha polémica y oposición a los cambios, lo cual se confirma por la ubicación de esta figura para México en las citadas casas cadentes. Respecto al Covid-19, esta “Escuadra” nos lleva a un descenso en el número de contagios, pero también nos señala que hemos actuado con conductas extremas. Hay quienes no siguen las reglas y ni se cuidan ni nos cuidan, y también personas sumamente comprometidas y con el mayor respeto por la vida. Hay quienes buscan participar en la vida pública aportando sus experiencias, mientras que otros se refugian en la indolencia y el ostracismo. Fluimos entre percepciones que nos separan y nos unen, que nos degradan y nos enaltecen, que nos impulsan y nos debilitan. Entre estas polaridades coexistimos, y en este entramado nos desenvolvemos diariamente. México es un país poblado de paradojas.
El Nodo Norte de la Luna en Géminis nos invita a avanzar desde adentro, desde el conocimiento de nosotros y nuestro entorno excavando en las raíces ancestrales, creyendo con los antepasados en la magia de la naturaleza, admirados de la sabiduría de los celosos guardianes de la tradición antigua. Por su parte, el Nodo Sur en Sagitario nos intimida respecto de las novedades en un mundo siempre cambiante que apuesta por la ciencia y la tecnología. De acuerdo con la fundación de Tenochtitlan, México pertenece al signo de Libra, representado por una balanza, símbolo de justicia. Esto siempre nos ha permitido a los mexicanos confluir en un consenso político. Ahora, alrededor de este novilunio y hasta antes del novilunio de septiembre, el mes de la patria, los diversos portavoces de las distintas pluralidades podrían sentarse finalmente a la mesa, dispuestos a dialogar. Una enorme mesa de negociaciones que aclare al país sus dudas e indeterminaciones, especialmente en lo que atañe a la controvertida “Cuarta Transformación” propuesta por el Lic. Andrés Manuel López Obrador, presidente de la Nación. Después de este novilunio, y a pesar de las acaloradas discusiones que se puedan suscitar, se tomarán decisiones claras y precisas que serán ejecutadas formal y puntualmente, para bien o para mal. También, bajo este auspicio astrológico, la gente se movilizará más. La gente del extranjero nos visitará, y también muchos mexicanos saldrán de viaje. Tanto los traslados hacia el interior como al exterior del país aumentarán durante este periodo.
Igualmente, las inversiones mexicanas repuntarán y las empresas extranjeras buscarán ampliar sus negocios en nuestro país. La moneda tenderá a estar equilibrada, aunque pueden suscitarse gastos no contemplados en el presupuesto oficial debido a posibles accidentes, pues son muchos los astros y planetas emplazados en signos de fuego para este novilunio: Marte y Quirón, en Aries; Sol, Luna, Mercurio y el asteroide Vesta, en Leo; así como el Nodo Sur de la Luna en Sagitario, y dos de ellos están domiciliados en su signo (Marte y el Sol, y en aspecto de trígono). Con Mercurio exaltado el comercio se activa, pero también se activan la corrupción, el mercantilismo y el aparato de la burocracia. La típica “mordida”, el delito de cohecho no deja de estar ahí; de hecho, nunca se ha ido, es parte del diario vivir de la sociedad. Con Mercurio en Leo tan activo, el comercio tanto exterior como interior se reanuda, reactivando la economía. Y con tanto fuego crepitando seguro veremos humaredas y explosiones volcánicas, tanto en lo exterior como simbólicamente, en el corazón.
El asteroide Quirón en Aries y en la Primera Casa está en cuadratura a Venus, que transcurre en Cáncer, en la Cuarta Casa. Este aspecto hace que sea difícil que pasemos al semáforo amarillo o si pasamos, que permanezcamos allí sin retroceder. Otro de los temas propios de este contacto es el del resurgimiento y reconocimiento de ciertas actitudes producto de vivencias no resueltas en la infancia y la juventud que brotan espontáneas y nos salen al paso en todo momento, en forma de bloqueos emocionales. El recuerdo de una prenda extraviada que sin darnos cuenta nos representaba un apego sentimental, por ejemplo. Venus en Cáncer y en la Cuarta Casa nos remite a la relación de sustento y cuidado que recibimos de los padres, especialmente de la madre biológica, pero también de la Madre que es la Patria, y además Madre arquetípica y universal.
Por otra parte, es tiempo de resaltar la excelencia de ciertas figuras que han desempeñado un papel fundamental para hacer frente a la crisis del Covid-19 en nuestro país. Los mexicanos siempre hemos sido agradecidos. La labor respecto a la pandemia de la doctora y científica Claudia Sheinbaum, de signo zodiacal Cáncer y jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la ciudad más grande del mundo, merece un reconocimiento especial por parte de los ciudadanos e igualmente meritorio es el desempeño del doctor Hugo López-Gatel, nativo del signo de Piscis y subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, ambos destacados personajes, cada uno en sus funciones y áreas respectivas, por citar algunos funcionarios eminentes. Así también debemos reconocer y aplaudir la labor anónima y el heroísmo de médicos, doctoras, enfermeros y enfermeras, policías, gendarmes, oficiales, barrenderos, repartidores, conductores, transportistas, carteros y muchos más que se mantuvieron firmes en sus labores diarias para que las ciudades no se paralizaran ni escasearan los servicios elementales, a pesar de haber resentido bajas en sus respectivos gremios de personas que ejerciendo su oficio ya no están más con nosotros. La gran mayoría de los ciudadanos hemos sabido asistir al reto que nos ha traído el Covid-19 y esto nos llena de fortaleza y orgullo. Hoy tenemos más anécdotas y testimonios para contar, para escribir y para asentar en los registros de nuestra Historia. ¡Viva México!
La administración del presidente Donald Trump ha introducido en su campaña electoral una furiosa propaganda y acciones contra la República Popular China, a la que culpa ya no solo por el déficit comercial de Estados Unidos, sino también por el coronavirus y de querer apropiarse de información sensible a través del avanzado sistema cibernético de comunicaciones, conocido como 5-G, donde sus empresas están entre los líderes mundiales.
En 2019, el académico Robert Kaplan, publicó un artículo en Foreign Affairs titulado, “Una nueva Guerra Fría ha comenzado”, donde entrega argumentos de lógica militar para explicar “que el futuro ha llegado”, en relación a la creciente amenaza que China representaría para el poder estadounidense. La tesis de Kaplan, continuador de la línea neorrealista de John Mearsheimer, ha sido usada como parte de la campaña electoral de Trump e instalada por ciertos medios de prensa, como “realidad”. En América Latina también algunos académicos se han sumado a esta tesis señalando que ya estamos en Guerra Fría y han propuesto en el artículo: “Latinoamérica: no alineamiento y segunda guerra fría”, el “no alineamiento activo” como respuesta. (Heine, Fortín, Ominami. Foreign Affairs en español, Julio 2020).
Sin embargo, el concepto de Guerra Fría, como fue concebido en el siglo XX, a partir del término de la Segunda Guerra Mundial, es completamente diferente a la situación que se vive hoy en el plano global. Las principales diferencias radican en que en el pasado fue una disputa ideológica entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, dos sistemas económicos y políticos antagónicos, enfrentados en dos bloques militares en Europa con la idea de imponer un sistema al otro, a nivel planetario. Recientemente el embajador chino en Chile, Xu Bu, publicó el artículo titulado “No a la “Nueva Guerra Fría” (El Mercurio, 29.07.20) donde indica que no existen paralelos con lo vivido en el pasado, en la actual disputa con los Estados Unidos: “China no exporta el modelo, ni el sistema, ni la ideología”, señala, a lo que podríamos agregar que tampoco tiene un pacto militar con otros países o una cultura hegemónica que pretenda imponer, por lo que se reduce el enfrentamiento entre las dos potencias al plano comercial y/o económico. Ahí sí hay una seria disputa por el control de los mercados, una lucha total, pero no de los tradicionales, si no de los tecnológicos, los más sofisticados. Más que un enfrentamiento entre estados es de empresas de las dos mayores economías del mundo: Google, Amazon, Huawei, Alibaba y otras similares, es decir entre Silicon Valley y Shenzhen. La lucha es por el control de la quinta generación de tecnologías y acceso a internet, conocido como 5-G. El fin principal son los datos, la información de las personas que circulan libremente por las redes y el ciberespacio, que permite a las grandes compañías construir algoritmos cada vez más sofisticados y que desnudan las preferencias de los consumidores en el plano comercial, cultural y político. Ello permite direccionar el marketing a cada consumidor al capturar y conocer sus preferencias. Por tanto, los datos de las personas son “el oscuro objeto del deseo” de las grandes transnacionales tecnológicas, que permitirá a los controladores no solo condicionar el consumo sino también sus preferencias políticas.
Es Estados Unidos quien llama a los países a definirse, como sucedió con el Reino Unido y ahora ocurre con Brasil y Chile, donde gobiernos sumisos no tardarán en ceder a las presiones de Washington. Por ello la propuesta de “No alineamiento activo” suena bien, pero lejana a la realidad
Seguramente veremos intensificarse la guerra comercial por parte del presidente Trump, quien recientemente ha anunciado que prohibirá en Estados Unidos el uso de la plataforma china, TikTok, debido a que es usada “para espiar”. De inmediato Microsoft anunció que estaba interesada en comprar la red digital que opera en Estados Unidos y que cuenta con alrededor de mil millones de usuarios en el mundo. El mandatario estadounidense, con mucha habilidad, ha construido un discurso que polariza a la sociedad, pero que también ha cruzado las fronteras y vemos que la diplomacia de Washington presiona para alinear a quienes considera sus aliados naturales, como efectivamente lo son los países de la OTAN, en Europa. En América Latina, considerada como el “patio trasero” de los Estados Unidos, también los mensajes han sido categóricos y sin ambigüedades respecto a no aceptar la alta tecnología china, pese a que ese país es el principal socio comercial y mercado para las exportaciones de la mayoría de los países latinoamericanos. Se puede vender a China las materias primas, soja, vino y muchas otras cosas. También se pueden importar textiles, electrodomésticos o automóviles, pero no está permitido negociar el acceso de 5-G de empresas chinas
Así las cosas, es Estados Unidos quien llama a los países a definirse, como sucedió con el Reino Unido y ahora ocurre con Brasil y Chile, donde gobiernos sumisos no tardarán en ceder a las presiones de Washington. Por ello la propuesta de “No alineamiento activo” suena bien, pero lejana a la realidad. La no alineación surgió en el siglo pasado de manera natural luego del proceso de descolonización de gran parte del llamado Tercer Mundo y de países como Yugoslavia, que no se sometieron a Moscú. Conformaron el Movimiento de Países no Alineados que tuvo mucha presencia en el escenario multilateral y que aún existe, pero sin peso ni relevancia. El término quedó asociado a los años de la Guerra Fría, cuando el peligro de una confrontación nuclear o un conflicto en Europa era real. Por otro lado, la realidad actual nos muestra que la Unión Europea, que podría construir una política exterior independiente, basada en sus intereses e intentar un no alineamiento activo, está comprometida en una alianza militar que no le permite actuar con independencia del socio controlador, es decir de la OTAN, comandada por Estados Unidos. Lo mismo ocurre en Asia y Oceanía con países como Japón y Australia, entre otros. Como señala Kaplan en su artículo, el control de la parte occidental del océano Pacífico, donde los buques de Estados Unidos han aumentado su presencia, representa para Beijing, una amenaza. Está Taiwán, ahora Hong Kong y las disputas por las islas Spratly, Paracel y otras involucran a China, Vietnam, Indonesia, Brunei, Malasia y Filipinas. Son circunstancias que aprovecha Washington para desplegar parte de su flota en una zona rica en hidrocarburos, pero que además es una de las principales vías del comercio marítimo internacional. En realidad, podría suceder un incidente militar en esa zona lo que nos acercaría más a una guerra caliente que a una fría.
Es probable que el mal resultado que muestran las encuestas para la candidatura del presidente Trump, siga elevando la temperatura entre los Estados Unidos y la República Popular China. Continuarán los choques verbales, medidas diplomáticas y comerciales punitivas entre ambos países. Sin embargo, es predecible que luego de la elección, independientemente de su resultado, la tensión bajará y la guerra comercial tomará el camino de la negociación entre potencias que saben que no se pueden enfrentar militarmente sin el riesgo del uso de armas nucleares.
*Economista y ex diplomático chileno, consultor de la FAO Roma en temas de cooperación Sur-Sur y asuntos parlamentarios. El artículo fue publicado el 6 de agosto en Chile y reproducido aquí con su autorización. (https://lamiradasemanal.cl/estados-unidos-y- china-frente-a-frente-guerra-fria-o-comercial-por-fernando-ayala/)
“Nos estamos quedando huérfanos”. Fue la frase que cundió en las redes sociales tras anunciarse el 4 de agosto pasado la muerte a los 87 años de José Luis Ibáñez, uno de los últimos grandes directores y maestros de una generación absolutamente deslumbrante conformada por teatristas como Héctor Mendoza, Julio Castillo, Juan José Gurrola, Ludwik Margules y Héctor Azar.
En un improvisado y emotivo homenaje vía Zoom, y en espera del que seguramente realizará la UNAM, nos reunimos recientemente algunos de los que fuimos sus discípulos, actores y actrices para leer algunos de sus textos favoritos y contar anécdotas entrañables y a veces jocosas acerca de este enorme maestro y creador escénico. Ahí estuvo, además de otros relevantes teatristas, Antonio Crestani, autor de José Luis Ibáñez: Memorias, libro publicado por la editorial El Milagro y Conaculta en 2008.
Alumno él mismo de la primera generación de la carrera de teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, el maestro José Luis Ibáñez se convirtió hasta el final de su vida en profesor de tiempo completo y maestro emérito de la escuela de la cual egresó, además de colaborar con la cátedra Sor Juana Inés de la Cruz y coordinar la cátedra Juan Ruiz de Alarcón.
Siendo aún muy joven, fue memorable su participación en el ya legendario pero vanguardista movimiento “Poesía en Voz Alta” (1956-1963) que revolucionó el teatro mexicano, aglutinando a personalidades tan relevantes como Octavio Paz, Héctor Mendoza, Juan José Arreola, Elena Garro, Leonora Carrington, Juan Soriano y Juan José Gurrola.
Paradójico hombre de teatro, dividió sus pasiones teatrales entre el teatro clásico, sobre todo del Siglo de Oro español, del cual era un reconocido experto y la Comedia Musical de la cual fue pionero en México.
FOTO: Especial
José Luis Ibáñez se movía con igual solvencia, seriedad y eficacia tanto en el mundo del teatro universitario como en el del teatro comercial. En ambos ámbitos realizó montajes memorables. En el teatro universitario se recuerdan sus puestas en escena de “La Celestina: tragicomedia de Calixto y Melibea” (1968) de Fernando de Rojas, “El burlador de Sevilla” (1987) de Tirso de Molina, “La verdad sospechosa” (1989) de Juan Ruiz de Alarcón, “La vida es sueño” (1994), de Calderón de la Barca o el “Divino Narciso” (1998), de Sor Juana Inés de la Cruz. En el ámbito del teatro comercial, tradujo y realizó musicales norteamericanos en México como “Pippin” (1974), “Sugar” (1975), “Annie es un tiro» (1976), “Un gran final” (1988), “Mame” (1989), “La jaula de las locas” (1992) y “¿Qué tal, Dolly?” (1994-1996). También dirigió “El vestidor” (1983) en el Teatro de los Insurgentes.
Sus puestas en escena fueron estelarizadas por actores de probada fama nacional e internacional como Silvia Pinal, Julissa, Angélica María, Ignacio López Tarso y Héctor Bonilla, entre otros.
Sus colegas y alumnos extrañaremos la patriarcal presencia de este enorme creador y maestro en los pasillos y las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras.
El teatro mexicano pierde a uno de sus mayores exponentes.
*Director teatral y docente mexicano. Email: morriselmo49@yahoo.com.mx FB: Morris Savariego
Muchos han sido los efectos negativos que ha traído consigo la pandemia al nivel mundial. La crisis ha puesto en evidencia las grandes debilidades de un sistema social, económico y cultural lo que se ha visto reflejado en una evidente deterioro y afectación a la salud pública. No obstante, un aspecto que vale la pena resaltar hace referencia a que las problemáticas que vemos hoy en día reflejadas son la sumatoria de un sinnúmero de aspectos que desde ya hace muchos años se venían consolidando en especial en las grandes ciudades, donde el impacto por el Covid-19 ha sido mayor.
En este sentido, es importante hacer un breve recuento histórico de la finalidad de la creación de las ciudades, a partir del reconocimiento de que éstas se originaron para dar seguridad a sus pobladores, resolver los temas del comercio gracias a los procesos de intercambio y, por último, para atender y resolver las nuevas dinámicas de trabajo. Este proceso comienza a consolidarse a partir de la revolución industrial. Sin embargo, el objetivo para el cual fueron concebidas las ciudades se ha ido perdiendo al punto de evidenciar un proceso de acumulación de la población; tendencia que ido aumentando exponencialmente en los últimos años, y que, en el caso de América Latina se refleja en un crecimiento cercano al 80 % de la población urbana. Esto implica, por lo tanto, un crecimiento de las concentraciones de infraestructura, servicios públicos, edificaciones residenciales, etc., lo que a su vez ha alimentado la consolidación de un sistema perverso de segregación social, espacial y económico por lo que la finalidad por la cual fueron creadas las ciudades está completamente tergiversada.
En este orden de ideas, y a partir del surgimiento de una pandemia que mantiene aislada a la población mundial, muchos expertos consideran que el Covid-19 podría llegar a ser una gran oportunidad para reconstruir ciudades y territorios más resilientes, responsables y equilibrados; teniendo en cuenta que si bien lo único claro en estos momentos es que la vida no volverá a ser como antes de diciembre de 2019, cuando surgió el virus, la humanidad así como las ciudades deben repensarse y adaptarse a los innumerables retos a los que la pandemia nos ha expuesto.
En Villa de Leyva, Boyacá, la pandemia afecta a un pueblo que vive del turismo. FOTO: Linda Milena Torres S.
Así pues, y a medida que pasan los meses de aislamiento, un aspecto que se ha empezado a vislumbrar de forma contundente es el relacionamiento de la población con la ciudad, así como su distribución y su forma de movilidad. Esto, sin lugar a dudas, puede convertirse en una gran oportunidad para repensar el ordenamiento territorial y el urbanismo, el cual deberá dar respuesta al nuevo estilo de vida de la población, donde el aislamiento social ha sido la forma más efectiva de evitar la propagación de los contagios.
Es así que uno de los efectos previsibles de esta crisis a mediano o largo plazo es que el teletrabajo y el telestudio se consoliden como el principal cambio. Esta situación puede traer consigo una reducción significativa en la demanda de espacios para oficinas y de alquiler de locales comerciales. A su vez, esto puede conllevar a un cambio de preferencias a la hora de elegir una residencia, cuando ya no resulte tan atractivo vivir en un apartamento pequeño, como lo era hasta hace muy poco la demanda en ciudades como Bogotá, en la cual la clase trabajadora buscaba un espacio doméstico pequeño cercano a su lugar de trabajo o al transporte público para su desplazamiento. Con la pandemia dicha tendencia puede tender a revertirse, ya que al tener que estar un mayor tiempo en sus hogares, la búsqueda de áreas amplias con servicios sociales adicionales puede marcar la tendencia. Dicha condición podría a su vez traer aparejada la necesidad de facilitar la provisión de servicios públicos, no sólo al nivel de las urbes sino en una adecuada distribución en todo el territorio nacional que garantice su cobertura a toda la población.
Ahora bien, con el telestudio puede ocurrir que muchos estudiantes que vivían en ciudades intermedias ya no tengan que desplazarse a las grandes ciudades para continuar sus estudios, lo que redundará en una reducción de la aglomeración poblacional en las grandes urbes. Este nuevo escenario podría con el tiempo redundar en una evidente reducción del ritmo de crecimiento de la población urbana y, por lo tanto, una reducción en la demanda de viviendas y servicios.
Como efecto dominó se encuentra el transporte, el cual podría enfrentar de igual forma cambios significativos, teniendo en cuenta que, si la población tiene que desplazarse menos, la demanda de pasajeros se reducirá. Un contexto que hace pensar en dos premisas importantes: la primera, se generará una mejoría en la calidad de aire, como se ha podido comprobar en estos meses en todo el planeta, y la segunda se aliviará la crisis vial al interior de las ciudades ya que se reducirán considerablemente la congestión vehicular pública y de privados. Otro aspecto a resaltar alude a la necesidad de establecer y replantear nuevos sistemas de movilidad, a fin de evitar que el transporte se convierta en un infalible vector de propagación del virus. Esto puede abrir la puerta a la consolidación de una infraestructura de movilidad más acorde a dichas necesidades, como es el caso del establecimiento de ciclovías, etcétera.
Paisaje de Tunja. FOTO: Linda Milena Torres S.
Consideramos por otro lado que esta crisis sanitaria, económica, laboral y por ende social deberá también llevar a un replanteamiento de un nuevo modelo de producción donde la hiperdependencia de ciertos sectores económicos como el turismo o aquellas relacionadas con la industria extractiva (explotación de hidrocarburos, minería, etc.) debe transformarse hacia un modelo de consumo responsable, sostenible y saludable en el cual los entes territoriales se replanteen la necesidad de retomar o fortalecer el discurso sobre la necesidad de implementar procesos que garanticen la soberanía alimentaria, energética e industrial de las urbes, así como facilitar su conexión con los territorios rurales productivos.
No se puede desconocer asimismo que el desestímulo derivado de la globalización de la economía ya había sido evidente, lo que trajo consigo, entre otros efectos, un proceso de segregación donde las economías locales fueron siendo relegada. Hoy en día ante el panorama que se avecina, se podría retomar la apuesta a favor de políticas públicas que promuevan los procesos de dinamización y revitalización económica a través del establecimiento de líneas de financiación y programas de capacitación que promuevan la conciencia social hacia el consumo de cercanía (economía de barrios), lo que sin duda ayudará a fomentar el autoabastecimiento principalmente comercial y alimentario.
Estos aspectos podrían traer consigo un cambio en las dinámicas poblacionales que se han venido dando en las últimas décadas, y revertirse así la lógica “atractiva” de la ocupación de las grandes urbes hacia la consolidación de un nuevo modelo de descentralización y equilibrio de ocupación del territorio, que impulse a su vez procesos de planificación a largo plazo para un nuevo ordenamiento territorial en donde los requerimientos de infraestructuras sean diferentes.
*Bióloga colombiana (Tunja, Boyacá, 1983), especialista en Gestión y Ordenación del desarrollo territorial; Magister en Ciencias Biológicas; Candidata a Magister en Gestión Ambiental y Ordenamiento Territorial; Cofundadora de la Empresa D&M Ingeniería y Medio Ambiente SAS y Directora General de proyectos de la misma. FB: Linda Milena Torres.s IG: @biomileto Tw: LindaMilenaT Email: litorress@unal.edu.co
Según el diccionario, confinamiento hace referencia a recluir a alguien dentro de límites o a desterrarlo a una residencia obligatoria… Para el derecho, el confinamiento es la pena que se le impone a un condenado y que le obliga a vivir en un lugar distinto al de su domicilio. Si nos referimos a la primera acepción, los límites, siempre han sido justo la motivación de los artistas, ya sea para situarse a partir de ellos o para intentar trascenderlos. Si nos referimos a cuando al condenado se le obliga a vivir en un lugar distinto al suyo, es la situación perfecta para que, como decía Octavio Arbeláez en la inauguración del reciente festival online de la Red Euro-Latinoamericana de Artes Escénicas (https://redelae.org/i-festival-de-festivales-redelae/ ), la creación nos haga libres.
Ante la pregunta de la mesa del festival donde fui invitada a participar en mayo pasado de si el volar es para los pájaros, mi reflexión más bien sería: ¿es que acaso un artista puede vivir sin pájaros en la cabeza? Según dicen los expertos, los pájaros en sus vuelos primero despegan, después mantienen el vuelo en el aire y, por último, aterrizan. Los creadores, desde tiempos antiguos, hemos despegado y nos encontramos en un vuelo permanente porque tenemos el poder de imaginar, soñar, reflexionar, de construir una nueva realidad. Ahora continuamos en ese vuelo, pero hicimos sólo una pausa para sostenernos un tiempo en una rama, descansar, observar el paisaje, conectarnos con nuestro entorno y, quizá lo más importante: respirar, para relanzarnos de nuevo, con nuevos bríos y renovadas esperanzas.
FOTO: Cortesía de Lucero Millán
¿Dejar de hacer teatro? No lo puedo imaginar porque es el lugar que me hace sentir más viva, conectada, en comunidad. Estoy segura que regresaré, que regresaremos. No contra, sino gracias al coronavirus y a la auto cuarentena, he tenido tiempo para retomar la escritura de un libro que se llamará Una mujer, un teatro, una revolución. Crónica de un proyecto de vida, que no había podido terminar por falta de tiempo, pero, sobre todo, por falta de espacio y paz interior. Un libro que cuenta la historia de un grupo de teatro durante 40 años, llamado Justo Rufino Garay, de un país llamado Nicaragua, visto todo desde mi vida personal con imágenes, anécdotas, impresiones, fracasos, búsquedas, viajes, encuentros. Un libro escrito basado casi exclusivamente en la memoria.
Ha sido un tiempo también para regresar a las pequeñas cosas que nos hacen felices, la lectura de un libro, el yoga, la copita de vino por las tardes observando el atardecer que siempre ha estado ahí, el sudor de las labores cotidianas, la lluvia, el contacto vía internet con los amigos, la familia, con las diferentes redes de colegas, en las que hemos estado intercambiando afectos, sosteniéndonos, más que nunca. Y, por si fuera poco, ahora mismo, tener el regalo de estar conectada con todos ustedes.
Por último, decirles que quizá la única diferencia con los pájaros sea que difícilmente podremos aterrizar, porque cuando nos montamos en la ruta de la pasión y la creación, ¡se convierte en un espacio de resistencia y libertad
*De origen mexicano, directora de teatro, actriz, dramaturga y socióloga. Fundó el Teatro Justo Rufino Garay (1979), uno de los grupos más consolidados de Nicaragua y Centroamérica. Consultora en temas de participación ciudadana y teatro. Desde 1995 dirige el FIT/ Nicaragua (Festival Internacional de Teatro, Monólogos, Diálogos y Más…). Entre sus obras figuran Ay, amor ya no me quieras tanto, La ciudad vacía y Dulce compañía. FB: Lucero Millán/ IG: lucero_millan_vwww.rufinos.org
Desde las letras de poetas ya representativos del país como Indira Carpio, Luis Alberto Crespo o Armando Rojas Guardia hasta nuevas plumas como Norys Saavedrra o Giovannina Rodríguez, el proyecto “Poesía en casa” que nació a mediados de mayo de este 2020, motivado por la cuarentena y -como es evidente- un objetivo estético, recupera lo mejor de la poesìa venezolana y lo difunde al mundo vía textos, audio y video.
El proyecto destaca por su apuesta de ponerle rostro y voz a los poemas venezolanos que, entre la universalidad de pensamientos y emociones reflejadas en la literatura, recuperan elementos propios de la tierra Caribe, como el tambor, el agua, la preponderancia de la piel, la humedad.
Agradecemos a la escritora e investigadora Giordana García Sojo (coautora del libro “Venezuela: vórtice de la guerra del siglo XXI”) nos haya compartido este proyecto que abre otra ventana para asomarse a esta convulsa nación de la que mucho se habla y, realmente, no tantos han tenido el privilegio de conocer desde la entraña.
El proyecto está disponible en: VIDEO: htps://youtu.be/II21U-844Cc INSTAGRAM: poesiaencasa21
Andrea Paola Hernández (Maracaibo)
me chorreo de las piernas cataratas y me chorreo
sangro el abdomen presiona y me desangro corro al baño mientras sangro la gente me persigue la madre grita y corre y llora
es una arteria que se desborda
mi mamá lo anuncia sin vergüenza alguna lo proclama atónita estado de timidez autosustentado
jamás aprendido porque con orgullo me divulgan como si fuese un logro algo que no escogí premiada soy por lo que no hice por contenerme en un envase del que nada sé lo tengo y no lo entiendo no lo quiero son 14 años de nada aprender de procesos teóricos jamás presenciados incubadora de carne licuada y cruenta el público, apremiante, aplaude las responsabilidades ganadas los cambios silenciados el bochorno nuevecito que ahora causan tus pieles
todos quieren que sangres todos repugnan tu sangre
Armando Rojas Guardia (Caracas)
Espero al poema Como aguardo el placer al inicio de la cópula, Lentísimo fértil
Espero al poema atisbando su llegada en el ápice mismo donde cruje y levanta las alas. Espero al poema adviniéndome, pulsándome desde el vacío mental, demorándose bajo la red de mis nervios inmóviles como la página blanca que me arde en los labios. Espero el poema, su olor difícil en la pulpa del deseo, su ráfaga entre las grietas de la atención, su pausa virgen que la letra goza. Espero al poema con los ojos de mi madre, ávidos desde la muerte.
Del libro La nada vigilante. (Andrés Levell. Recital «El esplendor y la espera», Caracas, 2019)
Adlly González (San Antonio de los Altos)
Había que ser hirsuto como él para no dejar que la lluvia calara hasta las vértebras hundiendo sus dedos fríos en tu médula. En cambio a ti se te inundaba el órgano. Gota a gota, se colmaba. Se batía. Como un océano más Atlántico que Pacífico, más helado y poblado de ballenas y fantasmas. Ellos pululaban allí con sus ojos muertos. Blancas las lenguas, blancas las manos mientras gesticulan nerviosos gritando improperios mudos. Se ahogan una y otra vez y siguen gritando. Así eran los días lluviosos: la lentitud húmeda y espesa de las horas. Él salía a salpicar los charcos con sus botas negras y tú te quedabas en casa con tus monstruos y mareas.
Roger Herrera (Caracas)
Canto a los bardos
Buen día poetas, amigos irónicos de la palabra digo poetas para no decir «bastardos» para no decir «probos» desadaptados inconmensurables y elocuentes traidores o usureros de la rima… o mejor soñadores de lo que acontece. Mi canto aproximo a tu lira de buen ciudadano a tu lira urbana Mi canto plural con sabor a barro. Extraigo el arco y la flecha de mis huesos, necesito decir cosas debajo de los faroles necesito escribir en las busetas en las paredes y baños públicos.
A propósito de las víctimas de la peor explosión no-nuclear de la historia, ocurrida el 4 de agosto en Beirut
El primer asalto al alma entra por la nariz, es un perfume, no se trata de un artificio poético ni de una estampa de mercadería, Beirut huele a madera, a fresco, a mar, pareciera que de aquí se apoderó el lugar común del aroma a cedros pero no, es verdad, cuando se llega al corazón del Líbano el olor atrapa y no te suelta ni cede ante el café turco ni ante los aromas añejos de los puertos y es necesario abrir los ojos largo tiempo para que entren todas las imágenes, la gran avenida con automóviles viejos y nuevos, desvencijados y lujosos, los anuncios enormes con el rostro de un político, las mujeres de mirada potente desafiando a todo y a todos, los agujeros de balas en edificios, paredes derruidas, viejas, amarillas, paredes que pareciera que están gritando, paredes huecas y otras cargadas de pasado o de futuros que nadie sabe pero donde seguro habrá guerra porque ese lo que se ha aprendido y vivido, la guerra que no es de misiles ni bombas sino de militares patrullando las calles y aplicando retenes súbitamente, solamente así, por derecho de guerra que prevalece sobre el de la llana y de por sí ya grave existencia, solamente así, una pequeña tienda de abarrotes con sus anuncios luminosos junto a un patio con muros destrozados y un coche viejo con las puertas abiertas que nadie va a abordar y nadie va a reclamar, deambular en la calle como se deambula entre aglomeraciones de recuerdos, entre rejas y vallas metálicas donde cuelga la bandera con el cedro más como símbolo de consuelo que como estandarte, más como señal de vida que como enseña nacional, los atardeceres en Beirut una combinación de naranja, rosa y rojo irrumpiendo en tardes donde la paz se esmera en sobrevivir a pesar de que aquí es mucho de guerra lo que se ha aprendido, lo que se ha vivido, Beirut, matriz de vendavales
con soldados de fondo
vigilando
*Adriana Esthela Flores es reportera y directora de Diarios de Covid-19.
“En un medio acuoso el flagelo del espermatozoide no culebrea, se mueve de un solo lado”
Sección Mirador Viral Por Irene Selser*
El pasado lunes 3 de agosto el mundo se sorprendió con la noticia de que, después de creer durante 300 años que el espermatozoide humano avanzaba en dirección al óvulo con un movimiento como de “culebreo”, de lado a lado de la cola del gameto que lo impulsa hacia adelante, resulta que no: su aleteo es asimétrico y sucede de un solo lado, como quien rema una canoa con un solo remo, lo que produce un movimiento circular. Pero, para compensar esta asimetría, y a fin de permitir su avance en pro de concebir a un nuevo individuo, la naturaleza creó en esta empeñosa semilla la capacidad de rotar, con gracia y elegancia, permitiendo que el movimiento sea pese a todo hacia adelante, desplazándose el esperma en forma de tirabuzón.
Hace más de tres siglos, el científico neerlandés y pionero de la microbiología Antón van Leeuwenhoek describió el movimiento del espermatozoide humano como un “culebreo”, pero hoy esta versión, universalmente aceptada por la ciencia y repetida hasta el cansancio en los libros escolares, acaba de replantearse por una investigación conjunta de tres científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad británica de Bristol.
De arriba hacia abajo, Hermes Gadêlha, Alberto Darszon y Gabriel Corkidi, el día que les comunicaron que la revista Science Advances había aceptado su trabajo
El hallazgo del doctor Hermes Gadêlha, profesor titular de matemáticas aplicadas y modelado de datos de la Universidad de Bristol, y de los doctores Alberto Darszon y Gabriel Corkidi, investigadores del Instituto de Biotecnología de la UNAM, obedece en buena parte al trabajo pionero de la alta casa de estudios mexicana que logró hacer una reconstrucción en tercera dimensión del verdadero movimiento de la cola del espermatozoide. Se trata de una cámara de alta velocidad que logra captar 55.000 imágenes por segundo y un microscopio adaptado con un dispositivo que les permitió escanear los espermatozoides en pleno nado en 3D. Los científicos, que al iniciar el estudio no sabían qué iban a encontrar, utilizaron tecnología y análisis matemático de punta para reconstruir una imagen en tres dimensiones del verdadero movimiento de la cola del espermatozoide. Hasta ahora, al ser visto con microscopios de dos dimensiones, el rápido y sincronizado movimiento de la vital célula creaba la ilusión de que la cola culebreaba de lado a lado de forma simétrica, como anguilas en el agua, tal como lo describió Van Leeuewnhoek en el siglo XVII.
Pero ahora, al combinar los instrumentos de punta y el análisis de los datos de punta también, el resultado altera la idea que se tenía hasta ahora, lo que supone una revolución ya que, afirman los científicos, la rotación del esperma podría ser un aspecto de estudio para especialistas en fertilidad para descubrir si esto podría estar conectado a algunos aspectos de la esterilidad, aunque todavía se trata de una hipótesis. No obstante, se espera que el hallazgo inspire a biólogos, matemáticos, expertos en reproducción e ingenieros para medir su relevancia para la salud humana, en la idea además de que el microscopio altamente especializado y con tecnología de punta 3D de la UNAM pueda en algún momento estar disponible en centros clínicos.
A propósito de esta investigación, cuyos primeros resultados se publicaron esta semana en un artículo en la revista especializada Science Advances, que edita la Asociación Estadunidense para el Avance de la Ciencia, entrevistamos en forma exclusiva para Diarios de Covid-19 a uno de sus responsables, el doctor Alberto Darszon (Ciudad de México, 1950), destacado bioquímico, catedrático, académico e investigador especializado en bioquímica, fisiología celular y electrofisiología con estudios acerca de la interacción del óvulo y el espermatozoide. Es investigador en el Departamento de Genética del Desarrollo y Fisiología Molecular en el Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM.
Le preguntamos en primer lugar cómo fue que decidió estudiar el comportamiento del espermatozoide y cuándo comenzó la investigación que derivó en este sorprendente resultado. Aquí sus palabras.
“Cuando empecé mi postdoctorado en la Universidad de California en San Diego en 1976, el laboratorio del final del corredor preparaba un café con un aroma irresistible. Decidí acercarme y ahí conocí a una excelente investigadora, Meredith Gould, que ya murió, que trabajaba en los espermatozoides de Eurechis Caupo, una especie de gusano marino y el animal más fálico del planeta. Ella me comentó que se sabía poco del transporte iónico en el espermatozoide, que era el tema al que yo me quería dedicar. Así, comenzamos a hacer experimentos una vez a la semana y desde entonces sigo en ese campo.”
La investigación cuyos resultados conocemos ahora comenzó en 2005, cuenta Alberto Darszon, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y Premio Nacional de Ciencias y Artes 2009 e Investigador Nacional de Excelencia por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en 2003, entre otros muchos galardones y reconocimientos.
“El doctor Hermes Gadêlha, de la Universidad de Bristol (Inglaterra) lideró el análisis matemático del movimiento del espermatozoide que permitió llegar a las conclusiones observadas, con el gran apoyo de Paul Hernández Herrera, matemático de formación del Instituto de Biotecnología de la UNAM. Fernando Montoya se encargó de los aspectos de la física durante la adquisición de los datos experimentales y el diseño de ingeniería del sistema de adquisición de datos 3D estuvo a cargo de Gabriel Corkidi.”
En el caso de Alberto Darszon, éste dirigió la parte teórica y experimental de la investigación referente al espermatozoide.
El científico reconoce que era sabido que, por limitaciones tecnológicas, “se desconocía cómo nada el espermatozoide en tres dimensiones por lo que era muy importante resolver esas limitaciones”.
“Cuando nosotros comenzamos en el 2005 había dos o tres posibilidades, pero muy limitadas. Ahora hay más, aunque ninguna tan versátil y amena a varios tipos de medidas como la nuestra”, asegura.
Para los interesados en conocer los resultados íntegros del estudio, el doctor Darszon adelanta sin embargo que “el resto de la investigación se irá publicando en los próximos cinco años, ya que hay muchas preguntas fascinantes por resolver y seguramente surgirán controversias”.
Sobre la relevancia del descubrimiento y su posible aplicación en la medicina, el biólogo agrega que “actualmente en más del 75 % de los casos de infertilidad asociados al hombre no se conoce la causa, a pesar de que las parejas se someten a todos los estudios. La comprensión de la compleja forma en que se bate el flagelo en 3D abre nuevas posibilidades para encontrar algunas razones que expliquen la infertilidad masculina y novedosas formas para regularla”.
Quisimos saber por último cómo se sentía en lo personal ante este hallazgo revolucionario y también como científico de la UNAM –aunque su vida cotidiana está rodeada de poesía ya que es esposo de la poeta y traductora mexicana Pura López Colomé, “mi orgullo”, nos dice sobre la madre de sus dos hijos: “La UNAM es una institución maravillosa de asombrosa generosidad. En los tiempos actuales de muy severas limitaciones al apoyo a la investigación básica, la UNAM está haciendo su mejor esfuerzo por mantener a flote esta empresa fundamental. Para mí es un honor ser parte de la UNAM”.