Un informe de la Comisión de la publicación científica The Lancet contiene una serie de lecciones aprendidas durante la pandemia, que incluye fuertes críticas contra la mayoría de los gobiernos y la actuación de la Organización Mundial de la Salud, cuyas respuestas no fueron capaces de impedir la «asombrosa» cantidad de personas fallecidas.
El reporte emite una serie de conclusiones sobre políticas públicas y hace una recomendación básica: la importancia de promover el multilateralismo.
Por la Redacción
Políticas públicas de salud insuficientes, falta de coordinación de gobiernos y la lenta actuación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) fueron parte de las conclusiones del informe de la Comisión Covid-19 de la publicación científica The Lancet, que realizó un balance sobre las lecciones a futuro que arroja la pandemia.
De acuerdo con el reporte, la cantidad de personas fallecidas por la pandemia «es tanto una profunda tragedia como un enorme fracaso mundial a múltiples niveles. Demasiados gobiernos no han respetado las normas básicas de racionalidad y transparencia institucional, demasiadas personas -a menudo influenciadas por la desinformación- no han respetado las precauciones básicas de salud pública y han protestado contra ellas, y las principales potencias del mundo no han colaborado para controlar la pandemia».
El informe hace 11 recomendaciones en tres áreas clave de interés: pasos para controlar y entender la pandemia; inversiones para reforzar la defensa contra pandemias futuras y propuestas ambiciosas para mejorar la cooperación multilateral. La comisión está formada por 28 integrantes, que son personas expertas en políticas públicas, cooperación internacional, epidemiología y vacunología, economía y sistemas financieros, ciencias de la sostenibilidad y salud mental.
El escenario
Al 31 de mayo de 2022, se registraron entre 6 y 17 millones de muertes estimadas en todo el mundo debido al Covid-19, según el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud.
Conclusiones
El reporte identifica diez grandes fallas en la cooperación internacional:
1) Falta de notificación oportuna del brote inicial de covid.
2) Costosos retrasos en el reconocimiento de la vía de exposición aérea del SARS-CoV-2 y en la aplicación de medidas adecuadas a nivel nacional y mundial para frenar la propagación del virus.
3) Falta de coordinación entre los países en lo que respecta a las estrategias de supresión.
4) Incapacidad de gobiernos para examinar las pruebas y adoptar las mejores prácticas para controlar la pandemia y gestionar los efectos económicos y sociales de otros países.
5) Déficit de financiación mundial para los países de renta baja y media.
6) Incapacidad de garantizar un suministro mundial adecuado y una distribución equitativa de los productos básicos clave -incluidos los equipos de protección, los diagnósticos, los medicamentos, los dispositivos médicos y las vacunas.
7) Falta de datos oportunos, precisos y sistemáticos sobre las infecciones, las muertes, las variantes víricas, las respuestas del sistema sanitario y las consecuencias sanitarias indirectas.
8) Escasa aplicación de los niveles adecuados de las normas de bioseguridad en el periodo previo a la pandemia, lo que aumenta la posibilidad de un brote relacionado con los laboratorios.
9) Incapacidad de combatir la desinformación sistemática.
10) Falta de redes de seguridad mundiales y nacionales para proteger a las poblaciones en situación de vulnerabilidad.
Sobre el origen del virus
Respecto al origen del SARS-COV-2, la conclusión es que sigue siendo desconocido y hay dos hipótesis principales: que surgió como un desbordamiento zoonótico de la vida silvestre o un animal de granja, posiblemente a través de un mercado húmedo, en un lugar aún no determinado; o que nació tras un incidente relacionado con la investigación, durante la recolección de virus en el campo o a través de un escape en laboratorio.
Actuación de la OMS y gobiernos
La comisión concluyó que la OMS «actuó con demasiada cautela y lentitud» en temas clave, como alertar sobre la transmisibilidad humana del virus, declarar una emergencia internacional de salud pública, apoyar protocolos de viaje internacionales y el uso público de cubrebocas, así como reconocer la transmisión del virus a través del aire.
Sobre los gobiernos, criticó que la mayoría fueron «demasiado lentos» para reconocer la importancia de la pandemia y actuar con urgencia para responder: “Fueron principalmente los países de la región del Pacífico Occidental de la OMS, preparados por su experiencia con el síndrome respiratorio agudo severo, los que reaccionaron con urgencia al brote, y que en general siguieron una estrategia de supresión que condujo a una baja mortalidad acumulada».
Además, la coordinación fue «inadecuada» en las políticas para contener la pandemia, especialmente en protocolos de viaje, las estrategias de prueba, medidas de salud pública, cadenas de suministro de productos básicos, estándares de datos y los sistemas de informes y asesoría al público.
A eso se suma el rechazo de varios gobiernos a aplicar medidas de higiene de rutina, como el uso de cubrebocas y la vacunación. «Esta oposición refleja una falta de confianza social, baja confianza en el asesoramiento del gobierno, inconsistencia del asesoramiento del gobierno, baja alfabetización en salud, falta de suficientes intervenciones de cambio de comportamiento y extensas campañas de desinformación y desinformación en las redes sociales». También cuestionó que las políticas públicas no han logrado aprovechar las ciencias sociales y del comportamiento, pues de haberlo hecho, «habría llevado a una implementación más exitosa de las intervenciones de salud pública y habría ayudado a aumentar la confianza social, la prosocialidad, la equidad y el bienestar».
Asimismo, destaca que las políticas públicas no atendieron de forma adecuada los efectos de desigualdad de la pandemia, como el desgaste del personal considerado como «esencial», las infancias, las mujeres, las personas en prisión y adultas mayores, las que viven con enfermedades crónicas y discapacidad; indígenas; migrantes, refugiadas y poblaciones desplazadas, las que no tienen acceso a una atención de calidad y las que padecen Longcovid.
Las lecciones esperanzadoras
Hubo también lecciones de éxito. El comité consideró como «un triunfo del sistema de investigación», el rápido desarrollo de múltiples vacunas, aunque cuestionó las condiciones públicas y privadas que han impedido un acceso equitativo a las dosis
Hacia el futuro: la cooperación
La principal conclusión del comité está enfocada a la protección y promoción del multilateralismo, que evidenció deficiencias como el nacionalismo excesivo, tensiones entre potencias, infrafinanciación crónica de bienes públicos mundiales, falta de flexibilidad de regímenes de propiedad intelectual y del desarrollo sostenible, así como la erosión del apoyo político a las soluciones multilaterales. Por ello, lanzó una recomendación básica: fortalecer el multilateralismo en todas las dimensiones.
«Hacemos un llamamiento a todos los países, especialmente a los más ricos y poderosos, para que apoyen, sostengan y refuercen el trabajo del sistema de la ONU. Hacemos un llamamiento para que se tome conciencia de los beneficios del multilateralismo, la solidaridad, la cooperación y el compromiso compartido con el desarrollo sostenible, ya sea para hacer frente a las pandemias, para acabar con la pobreza, para mantener la paz o para hacer frente a los retos medioambientales mundiales».
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